Uruguay ha sido el último país latinoamericano en sumarse a la iniciativa de ofrecer a sus médicos un programa que vele por su salud y bienestar, a imagen y semejanza del modelo español PAIME (Programa de Atención Integral al Médico Enfermo). Su coordinador nacional, el Dr. Serafín Romero acudió, recientemente, a Montevideo a exponer la experiencia española y respaldar el proyecto del Colegio de Médicos uruguayo
El vicepresidente de la Organización Médica Colegial y coordinador nacional del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), el Dr. Serafín Romero, participó recientemente, en la presentación del Programa de Bienestar Profesional (BIENPRO) que ha puesto en marcha el Colegio de Médicos de Uruguay. Está dirigido a “cuidar al cuidador”, ofreciendo a los médicos colegiados un una serie de servicios enfocados a su atención desde el punto de vista sicosocial.
Este Programa de los Colegios de Médicos, que ha atendido cerca de 4.000 casos, desde su creación, está adscrito a la Fundación de Protección Social de la OMC (FPSOMC) aporta, entre otros servicios: atención integral; especialización en conductas adictivas, patología dual y psiquiatría general; facilita actividades complementarias durante el tratamiento; ofrece evaluación de la situación financiera del paciente, además de asesoramiento legal y laboral.
El Dr. Serafín Romero fue invitado por el Colegio de Médicos uruguayo, presidido por el Dr. Nestor Campos, para exponer la experiencia española del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), que se ha convertido en un referente para los médicos latinoamericanos. Además de Uruguay otros países como Costa Rica y Argentina se han inspirado en el PAIME español para ofrecer a sus profesionales protección y bienestar, contribuyendo así a velar por la seguridad del paciente, además de optimizar la calidad asistencial.
El coordinador nacional del PAIME ofreció una amplia exposición sobre dicho Programa, desde su creación en 1998. “Se gesta –como explicó- desde la profesión médica, que asume su responsabilidad emanada de nuestro propio Código de Deontología Médica». «Un instrumento de control de la buena praxis médica y un elemento de garantía para la población a la que atiende».
Recordó que se trata de un Programa de Actuación «no punitivo, promocionando el acceso voluntario, de carácter preventivo, promoviendo la rehabilitación, y enfocado a los trastornos mentales además de conductas adictivas», indicó, partiendo de que entre un 10 y un 12 % de los médicos en ejercicio pueden sufrir a lo largo de su vida profesional un problema de salud mental o una adicción al alcohol y a otras drogas.
De ahí que, como remarcó el Dr. Romero, una intervención a tiempo, “puede facilitar que el médico afectado por estas patologías pueda recuperarse y reintegrarse en su vida laboral es el dato de que el 87% de los médicos atendidos, están trabajando en la actualidad con plenas garantías”.

Es, en definitiva, como remarcó su coordinador nacional, “una específica respuesta asistencial que no rompe la integridad del sistema sanitario y que debe ser incluido en la cartera de servicios del sistema sanitario, así como en las estrategias para mejorar la seguridad de los pacientes y en todos aquellos planes de acogida de los profesionales a nuestro sistema sanitario”.
Para las Administraciones sanitarias representa un garante de la calidad asistencial. De ahí, como indicó el Dr. Romero, “deba ser entendido también como algo suyo, independientemente del apoyo presupuestario al mismo, que como Administración les corresponde, y del liderazgo de los Colegios Profesionales en su abordaje integral y gestión plena”.
Como concluyo, “la actitud proactiva y de colaboración entre las Administraciones sanitarias y el PAIME se ha mostrado necesaria y es fundamental tanto para la detección, diagnóstico, tratamiento, así como para el posterior seguimiento a la reincorporación laboral, una vez producida ésta”. Es por ello, a su juicio, que “el compromiso en éste ámbito ha de ser pleno y transparente para que sea eficaz”.