Ante la escalada de los conflictos armados en todo el mundo y su devastador impacto en la vida humana, la salud pública y los sistemas sanitarios, el Consejo Europeo de Órdenes Médicas (CEOM) reafirma firmemente que la paz no es una mera aspiración, sino un determinante fundamental de la salud.
Desde sus orígenes, la Medicina se ha basado en la compasión, la solidaridad y la protección de la dignidad humana.
Dada la autoridad moral que ostentan y la confianza que la sociedad deposita en ellos, los médicos tienen el deber ético, deontológico y humanitario de alzar la voz en defensa de la vida y la salud humanas.
En el espíritu de unidad europea, el CEOM declara que:
El derecho internacional humanitario y las Convenciones de Ginebra deben respetarse, así como las resoluciones de la AMM sobre este tema.
Los ataques contra civiles, médicos, personal médico e instalaciones sanitarias, así como el uso indebido de instalaciones, vehículos y símbolos médicos con fines militares durante los conflictos, violan el derecho humanitario.
Deben establecerse corredores seguros y estar plenamente protegidos para permitir la prestación de la atención sanitaria.
Debe garantizarse la continuidad de la atención esencial para todos en todas las circunstancias. Todos los pacientes deben ser tratados siempre sin discriminación alguna, siguiendo los principios éticos de dignidad, equidad y justicia.
Es fundamental buscar la paz, ya que es un determinante universal fundamental de la salud.