Pamplona, 13 de noviembre 2012 (medicosypacientes.com)
-¿Se puede hablar de mobbing como auténtico problema de salud laboral?
-Desgraciadamente sí, las cifras de incidencia varían según los ámbitos de trabajo y los países, quizás no sólo porque verdaderamente existan diferencias de valores absolutos sino porque, además, hay diferencias con respecto a la atención prestada al tema y a su declaración y reconocimiento. Por otro lado, los sanitarios no estamos exentos; existe acoso laboral en nuestros centros, entre nuestros compañeros, y los Colegios debemos denunciarlo. Nuestro código es claro, «la jerarquía del equipo debe ser respetada pero nunca podrá constituir un instrumento de dominio».
-Entre los profesionales médicos jóvenes ¿supone un auténtico profema que afecta a su quehacer diario?
-Desconozco si hay estadísticas que cuantifiquen la incidencia de mobbing entre los médicos jóvenes, pero, sin duda, son susceptibles de sufrirlo. Los especialistas en formación son, principalmente en los primeros meses de su vida profesional, personas con desconocimiento del medio sanitario, lo que, en muchas ocasiones, les hace tener una «dependencia» importante de sus jefes y/o compañeros. Además, se ven envueltos en situaciones estresantes y, a veces, el sentimiento de «ser escasamente resolutivos» puede influir en la aparición de este problema.
-¿Cómo se puede controlar el mobbing en el ámbito sanitario?
-Los servicios de salud laboral tienen un papel importante que desarrollar, detectando precozmente los casos y aplicando las medidas correctoras necesarias. Pero, además, es necesario que las direcciones de los centros se conciencien en la importancia del tema, no sólo por el bienestar de sus trabajadores sino porque el rendimiento laboral se ve mermado de forma importante. Por último, los médicos tenemos que estar especialmente atentos para detectarlo de forma precoz y no favorecer su existencia entre compañeros. Además, es labor nuestra ponerlo en conocimiento del Colegio para ayudar a las personas afectadas e intentar que se modifiquen las causas.
-¿Cómo podrían contribuir los Colegios a ayudar a los médicos afectados por este problema?
-Desde varios puntos: por medio del PAIME se deben atender las consecuencias que produce en los médicos afectados; se deben realizar acciones formativas que permitan conocer las características del mobbing a todos los médicos y, además, prevenir las situaciones que lo desencadenan. Es necesario mantener una actitud directa, y siempre basada en nuestro código deontológico, ante aquellos compañeros que ejerzan mobbing sobre sus subordinados. Hay que instar a las Administraciones y direcciones de los centros para que no permitan su existencia en ellos, mejoren las condiciones del ámbito laboral y tengan protocolos de actuación ante su existencia.
-¿Considera que sería necesario prevenir este tipo de problema laboral mediante adecuadas normativas?
-El Ministerio de Trabajo debe velar para que no se produzcan las condiciones laborales que favorecen su aparición, realizar encuestas periódicas para conocer su incidencia en los distintos ámbitos y legislar de forma contundente en su contra.