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Dra. Hoyos: “Prepararnos para las realidades que vamos a encontrar con el paso del tiempo es asegurarnos una senectud plena”

La Dra. Carmen Hoyos, representante nacional de médicos jubilados, participa en la Escuela de la Profesión Médica con la charla ‘Más allá de la bata. La experiencia del médico senior’. Esta tendrá lugar durante la jornada del 25 de septiembre, a las 10:00 horas.

En esta entrevista, la doctora aborda algunas de las claves de la etapa de la jubilación para los profesionales de la Medicina, así como las principales necesidades y retos a los que se enfrentan.

¿Qué nos puede adelantar sobre su ponencia?

Creo necesario abordar la realidad en los cambios sociales y humanísticos de nuestros profesionales médicos y médicas, y también del conjunto de nuestra sociedad, abordar de qué forma es necesario tener planificado cómo queremos vivir nuestra senectud.

El envejecimiento se ha convertido culturalmente en una temática de la que no nos gusta hablar y mucho menos abordar sus realidades antes de que nos lleguen. Eso, en sí mismo, es un problema y merece un cambio.

Prepararnos para las realidades que vamos a encontrar con el paso del tiempo es asegurarnos una senectud plena y el bienestar en estas últimas décadas de nuestra vida. Los años de vida tras el ejercicio profesional se pueden convertir en una de las etapas más gratificantes. Ayudar a conseguirlo para nuestros colegiados, y también contribuir a que así sea para nuestra sociedad, será un reto que debemos animar.

¿Cuáles son las principales necesidades y retos que detectan en este sentido?

El modelo social sobre el envejecimiento, sus necesidades y su atención está cambiando y también su realidad demográfica. Estamos viviendo ya el inicio de la jubilación de los baby boomers, hombres y mujeres que nacieron entre 1956 y 1974, lo que supone un número enorme de jubilaciones que se acercará a los 15 millones. Es bastante improbable que las Administraciones Públicas dispongan de recursos asistenciales suficientes relacionados con la dependencia y la sanidad.

También quiero subrayar que el modelo familiar en relación con los cuidados ha cambiado radicalmente, y es ya una realidad compleja. Ello está también íntimamente relacionado con la afectividad del mayor. Todo esto requiere adquirir, de forma programada, habilidades que nos hagan llegar a nuestra jubilación de forma adaptada, adecuada a las nuevas realidades.

Son muchas las intervenciones que debemos considerar. Hay que trabajar nuestra formación desde muy temprano en todos los aspectos que constituyen el armazón del bienestar en nuestra vejez. Es de importancia tener prevista la posibilidad de disfrutar de una jubilación activa en aspectos profesionales, no profesionales y lúdicos. Para ello, desde la sección nacional de Médicos jubilados/Seniors trabajamos en poner en marcha el “Plan Colaborativo con el Sistema Nacional de Salud” para desarrollar actividades regladas en docencia, investigación y gestión o continuar nuestro ejercicio en condiciones diferentes a las de la etapa activa. También establecer vínculos con otras administraciones, centrales, autonómicas y locales para desarrollar proyectos sanitarios de índole diverso como la cooperación nacional e internacional.

Este gran proyecto esperamos que sirva a muchos médicos y médicas a vivir estos últimos años de su vida de una forma mucho más activa, y ser referentes en otros países.

Es importantísimo que tengamos asumida la prevención de nuestra salud física y mental. Siempre hemos sido grandes cuidadores, pero gozamos del adjetivo de no ser muy buenos pacientes, y eso hay que modificarlo. Debemos someternos a protocolos ya establecidos para poder vivir muchos años y en buenas condiciones de salud, y del mismo modo, debemos cuidar nuestra salud mental. El momento de la jubilación, cuando colgamos la bata, es un momento de turbulencias, y también la posterior ancianidad en sí misma, puede suponer retos adaptativos que requieren estar muy alertas a ciertas sintomatologías y abordarlas sin tabúes.

Un aspecto clave en este tema son los seguros sanitarios. No sabemos qué va a pasar con la atención de nuestras pluripatologías y nuestra extendida longevidad, ni si los servicios públicos de salud van a poder abordarlo. Creemos que será complicado, y disponer de seguro sanitario paralelo se convertirá en algo a tener muy en cuenta. Pero estos seguros deben negociarse, para evitar lo que pasa ahora: que, cuando más lo necesitamos, y tras su añosa contratación, las primas se vuelven insostenibles. Se necesita una negociación verdadera y contundente en este sentido.

Queremos hablar también del acompañamiento, la afectividad y la socialización. El modelo familiar clásico, que se encargaba de los cuidados del mayor, ha cambiado profundamente. Debemos tener previsto qué ocurrirá mañana con nuestro acompañamiento y afectividad, ya sea dentro del plano familiar, si tenemos esa suerte, o compartiendo ambos planos con personas con intereses semejantes, con quienes podamos sentirnos identificados.

¿Qué factores son esenciales en esta etapa vital?

El papel de la socialización es vital para el bienestar en las últimas décadas de la vida. Existen diferentes modelos que permiten mantener una vida de relación plena y acorde con las necesidades de cada persona.

Es digno de resaltar y merece un gran viva el papel que están desempeñando los/las vocales provinciales jubilados en la socialización de nuestro colectivo, desarrollando actividades lúdicas diversas (viajes, visitas culturales, encuentros gastronómicos, tertulias, talleres diversos de tecnología, fotografía, manualidades, ajedrez, clubes de lectura, cinefórum, etc.) que han permitido a muchos/as integrarse y hacer grupo coamigable con compañeros desconocidos hasta entonces.

Otro tema importantísimo es la vivienda. No se trata solo de adaptar la vivienda actual eliminando barreras arquitectónicas, sino también de poder decidir dónde y con quién queremos vivir. La soledad, en sí misma, es negativa, y los cuidados que podamos recibir por parte de cuidadores serán cada vez más complicados de garantizar. Debemos planificar cuál queremos que sea nuestro ámbito residencial y estimular proyectos empresariales consecuentes en capitales provinciales.

Igualmente, es esencial hablar de dinero y finanzas. No sabemos qué va a pasar con el sistema de Seguridad Social tal como lo disfrutamos ahora, y si será sostenible en el futuro. Por ello debemos tener planes financieros adaptados a nuestras realidades económicas, que nos aseguren cobertura y asesores independientes en los que confiar.

Tampoco podemos olvidar los aspectos jurídicos. Necesitamos estar formados antes de llegar a la senectud en temas como testamentos económicos y herencias, voluntades anticipadas relacionadas con nuestras enfermedades, atenciones y decisiones sobre el final de la vida. Son aspectos de gran calado que requieren una preparación profunda para no dejar conflictos a nuestras familias.

Otro pilar es la realidad tecnológica, que vemos que circula a gran velocidad. No podemos mantenernos aislados del mundo: nuestra actualización es primordial para continuar con actividades profesionales o no profesionales que son tan importantes para nuestro bienestar.

¿A qué profesionales va dirigido este debate y qué supone para la profesión médica española la celebración de esta sesión?
  • A nuestros colegiados séniors: porque nunca es tarde para abordar situaciones que ya forman parte de su realidad.
  • A los colegiados jóvenes: para que inicien sus cuidados preventivos y para que realicen una labor divulgativa y educativa en sus prácticas clínicas, empoderando a la población en su proceso de envejecimiento y preparándose desde edades tempranas.
  • A los colegiados próximos a la jubilación: para recordarles la importancia de planificar aspectos básicos de esta etapa.
  • A la sociedad en general: porque desde los colegios, sus juntas directivas y vocalías de médicos séniors podemos actuar como embajadores del envejecimiento inteligente, colaborando con otros profesionales cualificados —abogados, juristas, economistas, sociólogos, psicólogos, etc.— en un proyecto multidisciplinar.

Este proyecto pretende inspirar a los asistentes a esta conferencia en la idea de que el envejecimiento es un proceso dinámico, con muchos cambios y realidades, que debe trabajarse con método, en planos muy diversos y no solo al referido a la salud, desde edades muy tempranas, para alcanzar una vejez plena y un estilo de vida acorde con nuestra voluntad y deseos.

Creemos que los planes formativos de los colegios desde sus juntas directivas y desde la OMC a través de la Fundación de Protección Social, Fundación de Formación y Fundación de Cooperación Internacional deben integrar esta formación multifactorial que tanto puede mejorar realidades vivenciales de nuestros colegiados y colegiadas, y de nuestra sociedad.

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