El Dr. Álvaro Piñero Sánchez, médico colegiado en Alicante y socio protector de la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC), sufrió una agresión verbal en su puesto de trabajo en mayo de 2024. Gracias a la ayuda de Defensa y Protección Jurídica de la Fundación, a través del Colegio de Médicos de Alicante, pudo denunciar y “pasar página” ante una de las situaciones “más difíciles” de su vida.
Su primer contacto con la FPSOMC, entidad que aúna la solidaridad de los médicos para ayudar a sus propios compañeros y sus familias, fue en 2014, cuando recibió la ayuda de orfandad para becas de estudios oficiales y una ayuda para el título oficial como médico. Gracias a su esfuerzo y este apoyo hoy es especialista en Oftalmología en el hospital Vinalopó de Elche. “Me parece algo necesario e indispensable la labor de la Fundación para los médicos y sus familias”, asegura el Dr. Piñero en esta entrevista.
“Creo que no hubiera podido terminar mis estudios sin esa ayuda. Fue un alivio poder contar con esa ayuda y sentir que no estás desamparado”, continua el oftalmólogo agradeciendo a la FPSOMC y a su Colegio de Médicos de Alicante por la ayuda prestada.
“Nunca sabes lo que te puede pasar en la vida, nos ayudamos entre nosotros y nos protegemos entre nosotros”
Desde que se colegió, lo tuvo claro, ser socio protector de la Fundación. Y es que esta entidad se nutre de las aportaciones voluntarias y altruistas de los médicos de toda España, socio protectores, y de donantes. Lo que supone unos 20€ al año con desgravación fiscal. “Nunca sabes lo que te puede pasar en la vida, nos ayudamos entre nosotros y nos protegemos entre nosotros. Es muy poco dinero para los beneficios que podemos llegar a obtener, no solo nosotros sino nuestras familias. Que hay que hacerlo siempre”, afirma.
Sin ir más lejos, en 2024 necesitó del apoyo de esta red solidaria. Por primera vez en su trayectoria profesional, sufrió una agresión verbal e intimidatoria en su puesto de trabajo. Un paciente y su acompañante tras no conseguir el diagnóstico que iban buscando, se enfadaron.
“Golpearon la mesa de forma violenta y se levantaron hacia mí en una actitud muy agresiva. Me sentí intimidado, con miedo incluso de salir a la calle. Desde ese episodio violento mi consulta se convirtió en algo que me generaba angustia cada día. Jamás en mi vida me había encontrado en una situación similar”, asegura.
Fue entonces cuando de nuevo la FPSOMC y su Colegio de Médicos, estuvieron ahí, esta vez para solicitar la prestación de Defensa y Protección Jurídica. “Esta ayuda ha estado muy bien, me apoyaron y guiaron en todo momento cuando mi hospital se desentendió y se lavó las manos ante esta agresión”, señala.
La FPSOMC, en colaboración con el Colegio de Médicos y gracias al convenio con AMA Seguros, ofrece ayudas para asesoría legal y cobertura para afrontar el proceso judicial.
“La verdad es que desconocía esta ayuda. El Colegio de Médicos, a través de la Fundación, me tendió la mano. Contactaron con un abogado y me explicaron los pasos. Me ayudaron a denunciar y eso fue fundamental, porque denunciar sirve para pasar página y cerrar el proceso”, señala el doctor.
La condena por agresión e intimidación supuso un paso, pero el Dr. Piñero, aunque reconoce que las secuelas emocionales han sido muy duras. “La sentencia no contemplaba las consecuencias psicológicas. Pasé muchos meses en terapia, con la idea de dejar incluso la profesión por el agobio. Volver a la consulta me resultaba insoportable, porque revivía lo ocurrido y temía volver a encontrarme con los agresores”, apunta.
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