El Dr. Francisco José del Riego Tomás ha sido relegido como presidente del Colegio de Médicos de Palencia, y en esta entrevista a Médicos y Pacientes expone la situación actual de la profesión en la provincia y afirma que es muy necesario que existan un pacto de estado y acuerdos autonómicos para encontrar soluciones y reconstruir el Sistema Nacional de Salud
¿Podría explicar cuáles son los planes a medio y largo plazo para el Colegio de Médicos de Palencia?
Lo primero que hemos hecho para la reelección ha sido introducir en nuestra junta directiva las mismas vocalías que están representadas en el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos. Esto es algo que animaría a todos los Colegios a que también lo hagan.
A medio y largo plazo, tenemos una línea continuista y pretendemos seguir trabajando en la misma dirección en la que lo hemos hecho hasta hora.
¿Qué es lo más urgente ahora para la profesión médica?
Lo primero que hay que solucionar es la falta de médicos. Es algo que nos demandan desde los centros de salud y los hospitales, sobre todo en Atención Primaria pero no exclusivamente; la pandemia ha puesto en evidencia una carencia que advertimos desde hace mucho tiempo, que es la falta de renovación en la población médica.
Concretamente, en Castilla y León la política de jubilaciones a los 65 años ha sido errónea, ya que la misión de esta campaña era economicista a corto plazo. Como consecuencia, esto ha acentuado la problemática de la falta de recursos humanos.
Desde los Colegios de nuestra comunidad autónoma hicimos un estudio de demografía médica en el que advertíamos de las necesidades que existen en cuanto a los recursos humanos por provincias y especialidades que se mantiene actualizado ya que está conectado a los registros colegiales.
¿Cuál es su visión de la situación sanitaria actual tras un año de pandemia?
La pandemia ha dejado a la sanidad muy tocada. Primero porque muchos profesionales sanitarios lo han vivido en primera persona y han sido víctimas de la enfermedad. Además, se estima que la probabilidad de infección ha sido del doble que en la población general.
Por otra parte, es una profesión que está cansada, ya que la demanda asistencial ha sobrepasado enormemente a la habitual, y a lo que se suman las jubilaciones y la falta de personal médico.
Lo único que queremos desde los Colegios es colaborar para que la calidad de la asistencia sea la mejor y a que la profesión se ejerza en buenas condiciones.
En base a su experiencia, ¿qué impacto ha tenido y sigue teniendo la COVID-19 en la salud mental de los profesionales de la Medicina?
Yo creo que la salud mental es una gran olvidada. Ha ido poco a poco tomando protagonismo en la asistencia sanitaria y ahora mismo está integrada en los centros de salud y en los hospitales, sin embargo, todavía queda mucho por hacer.
Hay que empezar por los propios médicos, que presentan unas tasas de enfermedades mentales superiores a la población general, de modo que habría que empezar por ahí. Que la profesión médica sea una profesión de riesgo, y prestar la ayuda psiquiátrica y psicológica necesarias para paliar y revertir la situación de los médicos en la actualidad.
¿Cómo valora la situación actual de los médicos en Castilla y León en comparación con el resto de España?
Debería haber un Pacto de estado, así como también son muy necesarios acuerdos autonómicos. Lo que falta es consenso y participación, y los Colegios, como actores ajenos a la esfera política, podemos colaborar para encontrar la solución. Es importante que todos los actores involucrados trabajemos de forma conjunta para que se consideren todos los aspectos relevantes.
En esta comunidad tiene la dificultad añadida de la dispersión de la población y la distancia hasta los centros de salud o hasta los hospitales, los Colegios solo queremos colaborar con la administración y trabajar en conjunto para llegar a un acuerdo que permita sacar adelante la reconstrucción del sistema sanitario.
Castilla y León es una comunidad muy extensa y poco poblada, lo que hace que haya muchas zonas de difícil cobertura, y si los profesionales no tienen algún incentivo para prestar cobertura en áreas tan dispersas, es muy difícil que elijan estas opciones profesionales. Habría que considerar estos aspectos dentro del pacto de estado y reformar las normativas vigentes en este sentido para cubrir estas carencias.