Médicos y Pacientes habla con el Dr. Pascual Caballero, pediatra de Médicos sin Fronteras (MSF) y miembro coordinador del Comité de Expertos de la Fundación para la Cooperación Internacional (FCOMCI), que forma parte del comité científico del IV Congreso de Cooperación Internacional. El pediatra de MSF y experto en cooperación internacional repasa en esta entrevista algunas de las problemáticas relacionadas con el cambio climático que afectan en mayor medida a las personas vulnerables, como los niños de los países en vías de desarrollo, así como algunas recomendaciones para mejoras la respuesta global ante este horizonte climático
– ¿Cómo afecta el cambio climático a la salud?
El cambio climático influye en los determinantes sociales y ambientales de la salud: aire limpio, agua potable, alimentos suficientes y vivienda segura.
Se prevé que, entre 2030 y 2050, el cambio climático causará unas 250.000 muertes adicionales cada año debido a la malnutrición, el paludismo, las diarreas, las enfermedades respiratorias y el estrés térmico.
– ¿Este cambio impacta por igual en la salud de la población en todas las regiones del planeta?
Aunque nadie está a salvo de estos riesgos, las personas cuya salud se está viendo perjudicada en primer lugar y de forma más grave por la crisis climática son las que menos contribuyen a sus causas (emisiones de gases de efecto invernadero), y las que menos pueden protegerse a sí mismas y a sus familias: las personas de países y comunidades de bajos ingresos, especialmente en las regiones del cinturón ecuatoriano y tropical
– ¿Considera relevante la celebración de este congreso? ¿por qué?
La pandemia por coronavirus ha sido un gran ejemplo de la ecodependencia de la salud y de la economía mundial. En este congreso pretendemos mantener alerta tanto a las autoridades como a la población de la transcendencia de políticas y actividades comunitarias e individuales responsables con el medio ambiente.
– ¿Qué tiene que ver la cooperación internacional con el abordaje del cambio climático?
Los países del África subsahariana, sudeste asiático, y ciertas zonas de Sudamérica tienen comunidades muy vulnerables ante sequías prolongadas y fenómenos meteorológicos más adversos y frecuentes. Muchos de estos países tienen sistemas de salud muy precarios y parcialmente dependientes de la cooperación internacional y la ayuda humanitaria, que les puede permitir prepararse y responder a estos retos a corto y medio plazo.
– ¿Cuáles son las principales enfermedades relacionadas con el cambio climático que ha observado en sus operaciones?
El cambio climático ya está afectando a la salud de muchas maneras, por ejemplo, provocando muertes y enfermedades por fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes (olas de calor, tormentas e inundaciones), la alteración de los sistemas alimentarios, el aumento de las zoonosis y las enfermedades transmitidas por los alimentos, el agua y los vectores, y los problemas de salud mental.
– ¿Cómo se pueden abordar los problemas de salud infantil relacionados con el cambio climático en las zonas de conflicto o crisis humanitarias?
Es muy complejo, pues el cambio climático está agravando muchos de los determinantes sociales de la salud que se ven afectados durante los conflictos, como los medios básicos de subsistencia, la igualdad y el acceso a la atención de salud, y las estructuras de apoyo social. Estos riesgos para la salud sensibles al clima afectan de forma desproporcionada a las personas más vulnerables y desfavorecidas, como las mujeres, los recién nacidos, los niños, las minorías étnicas, las comunidades pobres, los migrantes o desplazados, las poblaciones de edad avanzada y los enfermos crónicos. Por tanto, el enfoque de actividades en estos contextos debe considerar estos grupos para prevenir y dar respuesta precoz a sus necesidades inmediatas
– ¿Cuáles son las principales barreras a las que enfrenta Médicos Sin Fronteras al trabajar en entornos afectados por el cambio climático?
Médicos Sin Fronteras es una ONG de acción humanitaria que realiza sus actividades en contextos de alta volatilidad e incertidumbre, muchos de ellos en conflicto bélico activo o con situaciones de violencia, donde las demandas inmediatas son altísimas, y es complicado implicar a otros actores e instituciones locales e internacionales en visualizar objetivos a medio o largo plazo. Aún así se va extendiendo el concepto «One Health», la eficiencia energética, y la necesidad de ser respetuosos con el medio ambiente incluso en proyectos de emergencia.
– Como miembro coordinador del Comité de Expertos de la Fundación para la Cooperación Internacional de la Organización Médica Colegial, ¿cuál es su visión sobre el papel de la cooperación internacional en la promoción de la salud infantil?
Fundamental, prioritario, importantísimo. En los países con pocos y medios recursos, las mujeres en edad fértil, los recién nacidos y los menores de edad son grupos etarios numerosos y a la vez vulnerables y poco atendidos. Sin embargo, en el entorno occidental se dedican amplios recursos sanitarios (incluso quirúrgicos) en implantes capilares, depilación definitiva, estética y embellecimiento de genitales. Nos toca reflexionar sobre las prioridades y necesidades reales del planeta y sus habitantes, y comunicarlo sin tapujos a las autoridades y a la sociedad civil.
– ¿Qué soluciones innovadoras se están implementando actualmente para abordar los desafíos del cambio climático en la salud infantil?
Aunque la sensibilización general respecto al cambio climático es reciente, la amenaza y las soluciones son conocidas desde hace tiempo; ahora toca implementarlas. Debemos reducir rápida y equitativamente las emisiones de gases de efecto invernadero (incluyendo las instalaciones sanitarias, con el uso de paneles solares, equipos de eficiencia energética y gestión de residuos), y proporcionar los recursos financieros para ayudar a los más vulnerables a adaptarse.
– ¿Qué recomendaciones daría para mejorar la respuesta global a las emergencias sanitarias relacionadas con el cambio climático, como la exposición a altas temperaturas o los desastres naturales?
Hay instalaciones sanitarias ubicadas en áreas inundables; necesitan ser seguras y permanecer operativas durante y tras los desastres naturales. En la última década, 24 millones de personas quedaron sin acceso a la atención médica durante meses debido a daños de la infraestructura. Por otra parte, es necesario el compromiso político internacional para disminuir la burocracia y favorecer la colaboración de equipos de respuesta inmediata ante terremotos, ciclones y otras emergencias.
– ¿Cómo pueden los pediatras y otros profesionales de la salud trabajar para promover la conciencia sobre los riesgos del cambio climático para la salud infantil?
Mediante la información y sensibilización de la población, y predicando con el ejemplo: la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero mediante mejores elecciones en materia de transporte, alimentos y uso racional de la energía se traduce en menor contaminación ambiental y mejoras de la salud, tanto física como mental. Niños sanos y responsables serán adultos comprometidos en sus comunidades, y respetuosos con la madre naturaleza.
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