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Dr. Ángel Cabezas: “Mi experiencia profesional siempre es una fuente de conocimiento en beneficio de la creación literaria; uno de los personajes de mi novela es médico”

El Dr. Ángel Cabezas compagina su labor como médico de Urgencias hospitalarias del Hospital Universitario de León con su pasión como escritor, vocaciones que le vienen desde niño. Ávido lector y entusiasta de la novela histórica le llevó a escribir ‘El Señor de Peñallana’ su primera novela que se ha alzado como ganadora en el VIII premio de novela Albert Jovell de la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC) y que será publicada por la editorial Almuzara próximamente

Durante esta entrevista, para Médicos y Pacientes, el Dr. Ángel Cabezas, primero médico en ser ganador de este premio de novela que ya lleva 8 años de andadura, habla sobre el tiempo que dedica a la escritura en una profesión que demanda mucho tiempo y esfuerzo, sobre las diferencias de escribir artículos médico-científicos con literarios, la situación de la medicina rural en España que él mismo ha ejercido durante años y cómo se diferencia de la hospitalaria.

“Son dos formas muy distintas de ejercer la Medicina. La Medicina rural, la Atención Primaria, me permitió conocer de forma directa, en muchos casos casi familiar, a los pacientes, llegando a ser muchas veces algo más que el médico del pueblo. Es una Medicina rodeada de un aura de romanticismo que por suerte o desgracia parece ir difuminándose conforme avanza la sociedad y la forma de ejercer la profesión. La Medicina hospitalaria es más mecánica, donde las técnicas y protocolos rigen el día a día y el alcance a los medios diagnósticos es más directo. Son dos formas diferentes de trabajar y entender al paciente, pero complementarias”, señala.

Médico de Urgencias hospitalarias del Hospital Universitario de León ¿Cómo compagina su labor asistencial con su pasión por la escritura?

La verdad es que no resulta fácil compaginar ambas actividades. La profesión médica exige mucho tiempo, las guardias restan ese tiempo también al descanso, hace falta estar actualizados, estudiar, leer revistas científicas, en definitiva, no es solo lo que haces en el hospital sino aquello que te llevas a casa necesariamente. La dedicación a la escritura la he ido sacando de ese escaso tiempo libre y de robarle muchas horas al sueño y a mi familia. Es sacrificado sí, pero cuando te apasiona algo encuentras la manera y el momento.

¿De dónde viene su vocación de médico?

Desde muy pequeño, cuando alguien me preguntaba qué quería ser de mayor yo ya sabía la respuesta, quise ser médico desde que puedo recordar. Tal vez fuera mi predisposición a ayudar a los demás. En mi familia nadie tenía relación alguna con la Medicina, de hecho, yo fui el primer miembro de la misma en acceder a la Universidad. Siempre he pensado que de algún modo la vocación por la Medicina nace contigo y se va forjando conforme creces a base de la experiencia adquirida en la propia vida.

¿En qué momento de su vida decidió ser escritor? ¿Qué le impulsó a ello?

Desde que tengo uso de razón me encanta la lectura y la escritura, y fue, como ya he comentado, La isla del tesoro, de R.L. Stevenson. la que marcaría mi pasión por leer y el afán por escribir. Siendo un niño, me gustaba participar en los concursos del colegio y solía ganar los de redacción, lo que me estimulaba a seguir escribiendo. Escribía relatos cortos y aún conservo aquellos manuscritos con cariño, donde dejaba volar la imaginación en historias de aventuras. A mi padre le encantaban las novelas de esta índole, sobre todo las de capa y espada, y con toda seguridad eso me impulsó a convertirme también en un ávido lector y alimentó aún más mis ganas de escribir.

¿Qué siente al haber sido reconocido con este premio propiciado por la profesión médica, sus propios compañeros?

Para mí es una satisfacción haber recibido este prestigioso premio. Como escritor novel, me siento agradecido de haber sido elegido por personas tan ilustres del mundo de las Letras. Como médico, emocionado de ser el primero en recibirlo. Esto refuerza aún más mi sentido humano y humanístico, las dos vertientes que se funden en una profesión como la nuestra.

Su experiencia como médico, ¿es fuente de inspiración literaria?

Sin duda alguna. La experiencia profesional siempre es una fuente de conocimiento que se puede utilizar en beneficio de la creación literaria. Esta y el estudio de la historia de la Medicina me han ayudado en mi tarea como escritor.

De hecho, en la novela el lector encontrará muchas referencias a la Medicina. Uno de los personajes, Sebastián de Moncada, es médico. Lo veremos llevar a cabo técnicas y tratamientos que nos sorprenderán. Siendo yo médico no podía faltar en mi novela un personaje que se dedicase a una profesión tan noble.

Ha colaborado en la prensa andujareña con numerosos artículos de carácter cultural, en obras corales y como prologuista en obras literarias. Es también autor de numerosas publicaciones de carácter médico-científico. ¿Qué prefiere literatura o ciencia a la hora de escribir?

Son dos cosas muy distintas, pero no enfrentadas, y a veces ambas se pueden conjugar con un resultado más que satisfactorio. Ejemplos destacados tenemos en el mundo literario, como las grandes obras de Noah Gordon, “El médico” o “El último judío”, por destacar algunas. La ciencia tratada en guías, publicaciones, artículos y libros de aplicación para la práctica médica también conlleva un trabajo arduo y de formación constante. La literatura es, tal vez, menos rígida, más abierta a la imaginación, más moldeable y por ello más agradecida a la hora de desarrollar la creatividad.

¿De qué manera este premio le ayudará en su carrera de escritor?

Un premio es siempre un impulso para un escritor, más en mi caso, que estoy desembarcando en este complejo mundo, desconocido aun para mí y en el que me gustaría encontrar un sitio. “El señor de Peñallana” es mi primera novela y el hecho de haber sido premiada con este reconocido galardón sin duda alguna me va a ayudar y a servir como estímulo para proseguir en la carrera literaria, por la que siento verdadera pasión.

La novela está centrada en los entresijos de la Historia de España. Elige como protagonista a la historia de Rodrigo de Vargas, un conde de Peñallana, y don Juan José de Austria. ¿Qué le llevo a escribir sobre estas figuras?

Rodrigo de Vargas es un personaje totalmente ficticio, verdadero eje sobre el que se desarrolla la historia que cuenta la novela. El ser un personaje salido por completo de mi imaginación me ha permitido crear una trama interesante y entretenida que mantiene al lector enganchado hasta la última página. Don Juan José de Austria es en mi opinión uno de los personajes más interesantes y desconocidos de la Historia de España, un gran olvidado cuya vida me fascinó desde el primer momento en que supe de ella. Un hombre excelentemente preparado tanto en política como en la carrera militar, con sus luces y sus sombras. Fue un hombre convencido de su papel providencial como regidor de los destinos de una nación que le despreció en un principio, confió en él posteriormente para su salvación y que acabó siendo relegado injustamente al olvido por aquellos mismos que lo encumbraron. Creo que se merecía ser el personaje principal de una novela, pues su vida y trayectoria daban de sobra para ello.

¿Qué vínculo considera que existe entre los valores de la Medicina y los valores humanísticos de la literatura?

La Medicina es, en mi opinión, la ciencia más humana que existe. Esa posibilidad de poder estudiar al hombre en todos sus planos, tanto el físico como el mental, hace que los que nos dedicamos a esta profesión tengamos una especial inclinación por las inquietudes intelectuales del hombre, por explorarlo y conocerlo en su totalidad como ser racional que es. Esta indisoluble relación entre la ciencia humana y la humanística que confluye en la Medicina ha conllevado que muchos médicos hayan sido y sean importantes escritores, como Gregorio Marañón, Pío Baroja o Luis Martín-Santos, entre tantos.

En el caso de los lectores potenciales de este trabajo, ¿de qué manera les convencería para iniciar su lectura?

“El señor de Peñallana” es la novela que siempre quise escribir. Mi infancia y adolescencia se forjaron entre las obras de Stevenson, Salgari, Verne y Sabatini. Con ellos viajé sin moverme de mi habitación hasta los lugares más fascinantes del mundo y conocí a los personajes más interesantes y enigmáticos. “El señor de Peñallana” es fruto de esas lecturas, una obra construida sobre una sólida documentación histórica y con una dosis de aventura que nos hará recordar a aquellas grandes novelas clásicas que hicieron las delicias de los mejores años de nuestra vida.

¿Cuáles son sus planes de futuro en el ámbito literario?

Mi intención es seguir en la línea de la novela histórica, mi verdadera vocación dentro de la literatura. Actualmente, dentro del limitado tiempo del que dispongo, estoy barajando varios proyectos para continuar en esta línea.

Ha ejercido la Medicina rural y la hospitalaria. ¿Cuál le llena más a la hora de ejercer?

Son dos formas muy distintas de ejercer la Medicina. La Medicina rural, la Atención Primaria, la ejercí durante un tiempo en varios pueblos de la provincia de León. Ello me permitió conocer de forma directa, en muchos casos casi familiar, a los pacientes, llegando a ser muchas veces algo más que el médico del pueblo. Es una Medicina rodeada de un aura de romanticismo que por suerte o desgracia parece ir difuminándose conforme avanza la sociedad y la forma de ejercer la profesión. La Medicina hospitalaria es más mecánica, donde las técnicas y protocolos rigen el día a día y el alcance a los medios diagnósticos es más directo. Son dos formas diferentes de trabajar y entender al paciente, pero complementarias. El médico de Atención Primaria y el de Atención Especializada deben ser una simbiosis en un engranaje que funcione a la perfección para la correcta atención y beneficio del paciente.

¿Cómo considera que es la situación actual de la medicina rural en España?

Actualmente tiene un horizonte algo sombrío. Sin duda en ella trabajan excelentes profesionales, formados en un sistema sanitario como el español, espejo y ejemplo de otros muchos sistemas sanitarios. La gran limitación de la medicina rural hoy día en España es la escasez de médicos que vivimos actualmente, la dispersión y “vaciamiento poblacional” del medio rural y la limitación a las pruebas complementarias a las que muchas veces se enfrenta el profesional. Es una Medicina que, si se potenciara con determinación desde las administraciones, debería convertirse en la columna vertebral de nuestra Sanidad. Una buena Atención Primaria es una garantía de que el Sistema Sanitario funcionaría con mayor eficacia y con la consiguiente satisfacción del usurario del mismo.

¿Conoce las líneas de trabajo que lleva a cabo la FPSOMC para ayudar a los médicos y sus familias en situaciones difíciles? ¿Cuál es su opinión sobre estalabor?

Sí, las conozco. Creo que desarrolla una labor encomiable garantizando la cobertura y necesidades más inmediatas de los médicos y de sus familias que, por circunstancias desgraciadas de la vida, no puedan llevar a cabo su profesión y carezcan de los recursos económicos necesarios.

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