El presidente de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), Dr. Cristóbal Coronel, asegura en esta entrevista, con motivo del Día de la Atención Primaria, que la atención primaria se sostiene «con alfileres» gracias al esfuerzo voluntario de los pocos profesionales que siguen comprometidos, mientras las nuevas generaciones de médicos muestran una renuncia silenciosa al compromiso y esfuerzo por la vocación pública.
¿Cree que el actual modelo de atención primaria está en crisis? ¿por qué?
Está en crisis perpetua desde hace muchos años. Y lo venimos avisando desde hace mucho tiempo en todos los foros. Desde el 2008 aproximadamente va en caída libre y exponencial. No se ha invertido con racionalidad, no se ha primado la AP, sino la notoriedad y los impactos en los medios. Se ha creado una sociedad enferma y dependiente y la sanidad se ha vuelto más ‘hospitalcentrista’ y cara.
¿Qué aspectos considera que han empeorado en la atención primaria en los últimos 15 años? ¿cuáles han mejorado?
Se pretende gestionar con las mismas herramientas y modos que antes y ya no hay una bolsa de paro médico demandante esperando a que se le llame. La población ha cambiado mucho, es más exigente, prima lo urgente sobre lo importante, lo mío sobre lo de los demás. La gestión se ha politizado mucho, y si bien la sanidad no te da votos, sí puede quitarlos y se usa como herramienta política entre gestores y oposición.
Se promete a la población muchos servicios sin dotación económica y/o recursos, lo que genera frustración tanto en los profesionales como en la población que no ve cubiertas sus expectativas.
¿Volvería a elegir Medicina Familiar y Comunitaria/Pediatría AP? ¿por qué?
Pediatría seguro que sí. En AP seguro que no. No es nada atractiva, cada vez tenemos menos recursos, menos tiempo para practicarla con satisfacción profesional, más problemas de salud (muchos de ellos nuevos y que precisan de más tiempo y nueva formación), tenemos menos recursos, más exigencias y objetivos a veces absurdos que se alejan de nuestras posibilidades o práctica habitual y unos ‘gestores-directores’ más mediocres en donde el ascenso profesional no se hace por mérito, igualdad y capacidad, sino por otros motivos no siempre bien explicados y la mayoría de las veces no científicos o profesionales.
¿Qué medidas considera urgentes para mejorar la AP a corto plazo?
Crear unas directrices claras, consensuadas al menos entre los partidos políticos mayoritarios, que se explicara a la población los recursos y medios que hay, y hacer política sanitaria o de Estado y no política con la sanidad.
Si quiere medidas, nos llevó 3 años y muchas reuniones y tiempo de trabajo para elaborar un documento que se publicó en mayo de 2019 en el BOE con unas líneas a cumplir a corto, medio y largo plazo y que solo sirvió para tener la sensación de pérdida de tiempo. No se ha implantado casi ninguna durante los 6 años transcurridos. Se siguen creando múltiples grupos de trabajo para dar la sensación de que se hace algo sin hacer nada. Puesto que muchas medidas implican una inversión económica, un cambio de rol en los poderes fácticos (universidad, servicios sanitarios, etc.), no es rentable políticamente porque no contentaría a cierta población educada a exigir y conseguir con criterios no siempre válidos.
¿Cómo ven el futuro de la Medicina de familia en España dentro de 10 o 20 años?
Siempre hay futuro por crisis o por lisis. Va a cambiar mucho. Ya los medios de comunicación y desplazamiento no son los mismos, no podemos tener un médico al pie de cada cama a gusto del usuario y menos 24 h / 7 días a la semana. Y las nuevas generaciones de médicos (versus sanitarios en general) ya no tienen en la impronta el deber de servicio público, vocación, etc., que antes era lo habitual, y voy detectando una renuncia silenciosa al compromiso y el esfuerzo por los demás que antes era la casi norma. Se podría ampliar mucho este concepto. atención primaria habrá, porque es necesaria y fundamental; si cae, caería todo el sistema sanitario tal como lo conocemos y que ahora se mantiene con alfileres y gracias al voluntarismo de los pocos que quedamos.