- «El último barómetro sanitario refleja que tenemos la sanidad mejor valorada del país«
- «No creo que sea tan necesaria una reconstrucción del SNS como acordar y definir una serie de metas, unos objetivos comunes de mejora y que eso nos comprometa a todos«
Médicos y Pacientes recoge la entrevista exclusiva de la revista Profesión Médica a la consejera de salud del Principado de Asturias Concepción Saavedra, para conocer la realidad sanitaria de la región que cuenta con la mejor valoración de su sanidad pública por parte de sus usuarios, según datos del último barómetro sanitario.
La responsable del área de salud del Principado destaca los últimos datos de captación de profesionales formados en este territorio en las especialidades con mayor demanda, la reciente creación del Observatorio de Agresiones a Profesionales, la salud mental o el reto de la reorganización del mapa sanitario de Asturias.
¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrenta la sanidad hoy en Asturias y qué se está haciendo para combatirlos?
Creo que son bastante similares a los que afectan al conjunto del Sistema Nacional de Salud, aunque es verdad que en Asturias tenemos nuestras propias fortalezas y debilidades, un sistema sanitario bien dimensionado en todo el territorio, con muy buenos profesionales y con una inversión de las más altas del país por habitante, pero al mismo tiempo somos la comunidad de España más envejecida y con más necesidades sociosanitarias y asistenciales.
Desde el punto de vista de la atención sanitaria, uno de nuestros retos es garantizar los tiempos de demora y reducir las listas de espera tanto quirúrgicas como de consultas y pruebas. Hemos puesto en marcha un Plan Estructural de Listas de Espera que está dando resultados, en los últimos meses se notan las mejoras en número y tiempos de demora, pero no podemos conformarnos y seguiremos trabajando en ese sentido junto con los profesionales que están haciendo un gran esfuerzo.
En atención primaria tenemos que ser más eficaces y resolutivos y eso pasa necesariamente por dotar con los mejores recursos humanos y materiales al nivel asistencial que más hace por la acción comunitaria y que resuelve la gran mayoría de los problemas de salud de las personas.
Una primaria accesible, con liderazgo, bien implantada en el territorio, que cuente con la confianza de los pacientes que la valoran y la defienden, como ocurre en Asturias, es clave para el conjunto de la asistencia sanitaria.
Y estamos comprometidos con la mejora de la atención a la salud mental. Estamos inmersos en un proceso por el que pretendemos alcanzar un pacto por la salud mental con todos los actores sociales, políticos y profesionales poniendo los derechos de las personas con sufrimiento psicosocial en el centro de todas nuestras políticas. También tenemos el objetivo y el compromiso de aprobar en 2026 una ley de salud mental.
Se trata de tres cuestiones recurrentes en el conjunto del Sistema Nacional de Salud afectado también por cuestiones como la actual falta de profesionales, la necesidad de evaluar e incorporar tecnologías o nuevas terapias con un alto coste y conseguir reorganizarnos para ser más eficientes y velar por la sostenibilidad del sistema sanitario.
En nuestro caso, como ya dije, nos caracteriza el envejecimiento, la cronicidad y la dispersión de la población, pero al mismo tiempo tenemos una posición de ventaja como es el fuerte compromiso de la ciudadanía con la sanidad pública, un servicio que defiende, respalda y financia con sus impuestos y eso tiene mucho que ver con que seamos el sistema sanitario mejor valorado del país, según el barómetro sanitario.
¿En su comunidad hay un problema de falta de especialistas? ¿En qué especialidades? ¿Desde Asturias qué medidas proponen en este sentido para contar con más profesionales?
Como le decía, en el conjunto de la sanidad española, europea incluso diría, tenemos un serio problema de falta de profesionales y eso es algo que no se resuelve de un día para otro. Hacen falta muchos años de estudio, pero también de preparación y de práctica. Y segundo, no es una cuestión que se pueda resolver de cualquier forma.
Tenemos una Oficina de Captación de Profesionales en el Servicio de Salud y somos atractivos para los profesionales por lo que muchos de los que se forman con nosotros, se quedan una vez terminada la formación, pero también para los que están fuera porque conocen nuestra organización y además en Asturias hay una buena calidad de vida.
En la última promoción de MIR, hemos logrado retener a nueve de cada diez personas que se formaron en el Principado en alguna de las especialidades con mayor demanda, fundamentalmente Medicina y Pediatría de atención primaria, Anestesia, Dermatología, Psiquiatría, Urología o Radiodiagnóstico.
Este último año, el 2024, ha sido el año de inflexión, y hemos contado con un número mayor de profesionales tanto en primaria como en hospital y esperamos que esa tendencia continúe en los próximos años.
Ahora también estamos tramitando una normativa para poner en marcha en Asturias los puestos de difícil cobertura, para seguir potenciando los hospitales comarcales y la zona más rural.
¿Cómo se resuelven las listas de espera?
Bueno, esa pregunta tiene muchos matices. El primero, que no se resuelven. Que las demoras en la sanidad pública como todos sabemos son una forma de ordenar la demanda en la que se tiene en cuenta un factor como es el tiempo pero que no es el único porque también pesan otros factores como las condiciones de vida de las personas, la pérdida de autonomía, cómo afecta al pronóstico de la enfermedad… La prioridad clínica, en definitiva.
El envejecimiento de Asturias siempre ha influido en el número de personas que están en lista de espera, ya que las necesidades asistenciales aumentan. Por eso siempre hemos tenido claro que nuestro objetivo es que lo urgente o no demorable no esté en lista de espera y del resto hay que garantizar un tiempo de atención.
Estamos en un momento además en que como consecuencia del Covid tuvimos que priorizar y atender la crisis sanitaria y se dejaron de hacer muchas consultas y esas citas, en la medida en que las vamos realizando, producen a su vez más actividad.
¿Cómo hemos hecho en Asturias para resolver esto? Poniendo en marcha un plan estructural de listas de espera de tal manera que toda la actividad que era antes extraordinaria la hemos incorporado al sistema como actividad ordinaria y esto nos está dando buenos resultados.
El Servicio de Salud del Principado (Sespa) cerró 2024 con 2.652 pacientes menos en lista de espera para una operación y 2.573 menos pendientes de una primera consulta que el año anterior. La demora media se situó en ocho días menos que en 2023 y 38 días menos que la media del conjunto del SNS.
Durante este año, cada mes hemos disminuido en número de pacientes en espera y en demora media, y dado las medidas que hemos tomado esperamos seguir con esa tendencia positiva.
Se habla mucho de la equidad del SNS. ¿Considera que existe a nivel nacional equidad en sanidad? ¿En qué posición se encuentra Asturias respecto a otras CC. AA.?
Tenemos un buen sistema sanitario, yo diría que ejemplar incluso si nos comparamos con la mayoría de los países de nuestro entorno, y con unos buenos resultados en salud. Creo que en general tenemos un sistema equitativo, aunque puede haber algunas inequidades territoriales.
Mi competencia me obliga a reducir las inequidades en Asturias y esa es una parte esencial de nuestro trabajo diario, que todas las personas tengan acceso a los mejores medios y a los mejores profesionales con independencia de otros condicionantes como pueden ser la renta o el lugar de residencia. Nuestra extensa red de atención primaria y de hospitales es esencial para conseguirlo. Como saben, estamos reorganizando nuestro mapa sanitario para contribuir también a ello.
¿Y la valoración? Eso les corresponde a los pacientes y en el último barómetro sanitario nos han dicho que tenemos la sanidad mejor valorada del país. Es difícil corroborar que esto sea así, pero es algo que se ha repetido en los últimos años por lo que creo responde a una realidad, aun así, no podemos bajar la guardia.
La atención primaria rural es sin duda para nosotros un valor, un beneficio, una oportunidad, una parte incluso de nuestra identidad,
En su comunidad la atención primaria rural supone un eje en la atención sanitaria. ¿Esto supone un hándicap o una oportunidad?
La atención primaria rural es sin duda para nosotros un valor, un beneficio, una oportunidad, una parte incluso de nuestra identidad, pero, lógicamente, tiene un coste, como lo tiene el envejecimiento.
El primer objetivo de nuestro sistema sanitario es la salud pública y ayudar a las personas a mantenerse sanas y desde ese punto de vista, los datos que disponemos nos indica que en general, estos municipios tienen mejores determinantes de salud en estilos y hábitos de vida.
Llevar recursos sanitarios de calidad a esas zonas, contar con especialistas de atención primaria en la inmensa mayoría de Asturias supone un esfuerzo sin duda, lo mismo que nuestra red hospitalaria con cinco hospitales comarcales, uno en el oriente y dos en el suroccidente, y uno en cada cuenca minera. Pero esa red es también una inversión en salud, en calidad de vida, en riqueza porque la sanidad es también conocimiento, empleo de calidad y no se puede deslocalizar, y los servicios públicos como el nuestro también son esenciales para fijar población, para el desarrollo de estos territorios y la prosperidad.
Salud digital. ¿Qué se está haciendo? ¿Hacia dónde debemos de ir?
Pienso que mucho y en todos los ámbitos. La salud digital es una oportunidad para impulsar un nuevo sistema asistencial y para mejorar la eficiencia, calidad y sostenibilidad de los servicios de salud.
El Gobierno impulsa el Plan Estratégico para la recuperación y transformación económica de (Perte) Salud de Vanguardia en el que también estamos como comunidad autónoma, pero nuestro compromiso con la salud digital viene de bastante atrás.
En el año 2000 ya teníamos nuestra propia Estrategia para el desarrollo de los sistemas de información en salud con información asistencial integral que incluyó las historias clínicas de hospitales y atención primaria, un primigenio espacio de datos, y la implantación de la imagen digital. Es un proyecto que sigue vivo y avanza hacia un sistema de laboratorio único en toda la red que permitirá normalizar procesos y estandarizar datos; implantando una oficina de interoperabilidad que dé soporte a la gobernanza del dato y, por último, el espacio de datos de salud 360 que se apoyará sobre toda la arquitectura de sistemas aportando datos, información y conocimiento orientado a la mejora de los procesos asistenciales y a la investigación.
Los fondos MRR han posibilitado que la inversión en sistemas de información en los años 2022-2026 superen los 19 millones de euros. Con la financiación recibida hemos desarrollo los programas para la transformación digital de la atención primaria, de atención digital personalizada, el sistema de información genómica, y la Red Únicas, tan importante para poder ofrecer una asistencia integral a las personas con una enfermedad minoritaria, lo que nos está obligando a hacer un esfuerzo importante de análisis, diseño y desarrollo de proyectos tecnológicamente muy complejos.
Esto nos permitirá mejorar la efectividad del sistema sanitario: disponer de plataformas de servicios para mejorar la gestión de cribados, la vigilancia epidemiológica, la desburocratización de la atención primaria, la optimización de procesos administrativos y de laboratorio.
También es imprescindible avanzar en la implementación de herramientas digitales que permitan una comunicación más fluida y accesible más allá de la consulta presencial. La videoconsulta debe consolidarse como una alternativa viable y eficiente, reduciendo desplazamientos innecesarios y optimizando el tiempo del personal sanitario.
El nuevo modelo de atención debe estar centrado en el paciente, facilitando su acceso a la información y promoviendo su participación activa en el cuidado de su salud. Estamos desarrollando plataformas digitales que permitan a la población acceder a su historia clínica, gestionar citas, recibir notificaciones y comunicarse con los profesionales sanitarios de manera sencilla y segura. Ese es un horizonte de trabajo de nuestra carpeta ciudadana Mi Astursalud.
Otra línea es el uso avanzado de los datos sanitarios que no solo beneficiará la atención individual, sino que también permitirá un mejor análisis poblacional y el desarrollo de políticas de salud pública basadas en evidencia. La explotación de datos agregados facilitará la detección de tendencias epidemiológicas, la evaluación de resultados en salud y el diseño de intervenciones más eficaces.
La interoperabilidad de los datos, la digitalización de la comunicación con los pacientes, la inteligencia artificial y la automatización de procesos serán fundamentales para lograr una atención de mayor calidad y centrada en las necesidades de la ciudadanía.
Recientemente la OMC publicó cifras récord de agresiones a médicos, ¿tiene previsto el gobierno de su región medidas al respecto? ¿Es necesario un Plan nacional contra las agresiones a sanitarios?
Tengo claro que es preciso tomar medidas como las que estamos poniendo en marcha en Asturias y comparto el planteamiento del Ministerio de crear un espacio de confianza y responsabilidad compartida en el que vayamos de la mano los ministerios de Interior, Sanidad, Educación, junto a los servicios de salud, asociaciones de pacientes, organizaciones profesionales y organizaciones sindicales para intentar luchar contra esta lacra que son las agresiones y no ir a más.
El consenso es muy importante para tomar decisiones que afectan al conjunto del Sistema Nacional de Salud y este tema sin duda lo es. Más de 16 500 agresiones a sanitarios en el Sistema Nacional de Salud en 2024, la cifra más alta desde que hay registro en 2007, evidencian la necesidad de tomar medidas.
Nosotros lo estamos haciendo. Hemos iniciado una campaña de información y sensibilización para prevenir las agresiones a profesionales. Es una iniciativa para dar a conocer la figura del interlocutor policial sanitario, que ofrece asesoramiento sobre medidas preventivas especializadas.
El año pasado se comunicaron en Asturias 365 agresiones a personal sanitario, un 12% menos que en 2023, y se tramitaron 21 denuncias. Se denuncia poco y ese es un ámbito en el que tenemos margen de mejora.
Es uno de los temas que tenemos que abordar en el marco del Observatorio de Agresiones a Profesionales, que se ha constituido recientemente. Se trata de un órgano colegiado de asesoramiento, seguimiento, propuesta, participación, análisis y evaluación de las situaciones de riesgo de agresiones en los centros sanitarios. Su finalidad será analizar y evaluar las situaciones de riesgo a las que se enfrenta el personal. Una vez valoradas, propondrá actuaciones de prevención e intervención a todos los niveles posibles para mejorar las condiciones en las que se prestan los servicios y las relaciones entre profesionales y ciudadanía.

¿Es necesaria una reconstrucción de nuestro Sistema Nacional de Salud? ¿Por dónde se debe empezar?
No creo que sea tan necesaria una reconstrucción como acordar y definir una serie de metas, unos objetivos comunes de mejora y que eso nos comprometa a todos. Hay una premisa que es absolutamente necesaria para avanzar porque es lo que nos va a dar la dimensión real de lo que somos y es que todos aportemos un conjunto de datos homologables que nos permitan conocer el estado real de la organización.
También es preciso que el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud tenga más protagonismo y liderazgo y no ser usado como un espacio de confrontación en el que incluso se han llegado a romper, por decisiones políticas, consensos técnicos que nos favorecen a todos y mejoran el conjunto de la organización.
Más o menos, todos tenemos claro dónde estamos y lo que tenemos que hacer para fortalecer nuestro sistema, la calidad de la atención y la equidad y, aún con posiciones políticas diferentes, sabemos que hay espacios comunes de progreso y fortalecimiento del sistema en los que tenemos el deber y la obligación de trabajar.
Por ejemplo, sabemos que es bueno para el conjunto del Estado disponer de una Agencia de Salud Pública que nos ayude en la preparación y la respuesta conjunta en caso de crisis sanitarias, la coordinación de la vigilancia en salud pública, la evaluación de los riesgos en salud, o el asesoramiento y soporte a cualquier institución pública o comunidad autónoma que lo necesite. Y, sin embargo, ya hemos visto lo que ha ocurrido.
¿Cómo se está integrando la estrategia One Health en las políticas de salud del principado de Asturias?
El concepto One Health que nació en los primeros años de este siglo amparado por la OMS, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades entre otros, supone la conceptualización de una situación ya conocida desde hace décadas en el ámbito de la salud pública: que el medio ambiente, la sanidad animal y la humana están íntimamente conectadas e influyen unas en otras.
La novedad en los últimos años es que esta interconexión, conocida como decimos desde hace mucho tiempo, debido a la globalización y la evolución tecnológica, social y económica de las últimas décadas, cada vez se produce a mayor escala y eventos ocurridos en un punto concreto del mundo pueden afectar al resto en cuestión de horas. Si antes la interconexión tenía efectos locales, ahora son de carácter global.
La Dirección General de Salud Pública, en su responsabilidad de proteger la salud de la población, lleva tiempo desarrollando líneas de trabajo que favorecen la coordinación entre los dispositivos de la administración que trabajan en medio ambiente y los responsables de la salud animal. En este ámbito tenemos contacto con la organización One Health España. Evidentemente, más allá de esto, estamos en alerta y vigilantes ante cualquier situación novedosa que en este ámbito pueda aparecer.
Estatuto marco. ¿Qué opina del borrador del proyecto?
Es un tema muy importante, clave para los servicios de salud por lo que estamos muy pendientes de los contenidos del borrador y de las opiniones de los representantes de los profesionales con los que mantenemos una comunicación fluida.
En Asturias tenemos exclusividad y nuestra Ley de Salud ya recoge que los equipos directivos trabajen en exclusiva para la sanidad pública. Tenemos también un decreto de mandos intermedios que marca también la exclusividad para estos cargos. Esto supone que en Asturias vamos un poco por delante y estos cambios que plantea el Ministerio ya están funcionando desde hace años. Otra cosa es que estemos negociando con las organizaciones sindicales que la diferencia económica para los profesionales que renuncian a la exclusividad esté en la media de lo que ocurre en el resto de España.
Estamos muy atentos a las propuestas que tienen que ver con la jornada laboral y la atención continuada, las guardias, porque es una competencia que nos afecta directamente a las comunidades y condiciona al conjunto de la organización. De ello depende en buena medida cómo organizamos nuestros recursos.
Estamos de acuerdo en seguir mejorando las condiciones laborales de los profesionales, pero este tipo de medidas como la que me plantea es necesario abordarlas en el marco del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y negociarlas además con los profesionales y con sus representantes.
Aquí abogamos por que haya un consenso y un acuerdo entre las comunidades y el Ministerio que tenga en cuenta que la atención sanitaria tiene particularidades y lo que sirve para un gran hospital no vale necesariamente para ofrecer atención en el consultorio local de Coballes, por poner un ejemplo.
El mapa sanitario de Asturias aligerará las estructuras, reducirá la burocracia y, a la par, mejorará la plantilla de profesionales, así como las prestaciones y los servicios en los diferentes dispositivos sanitarios.
Uno de los principales retos de su legislatura es la reorganización del mapa sanitario de Asturias. ¿Qué ha motivado abordar esta iniciativa de tanto calado y en qué consiste? ¿Qué responde antes las muchas dudas que plantean usuarios y profesionales sanitarios?
La reordenación del mapa sanitario supondrá el fortalecimiento y la modernización de nuestro sistema sanitario público. Lo prepara para el futuro, para un escenario de aumento del envejecimiento, la cronicidad y la morbilidad y pretende llevar al territorio con más eficacia las políticas de prevención y promoción de la salud.
No conllevará ni desmantelamientos, ni cierres, ni reducción de la cartera de servicios y/o merma de prestaciones sanitarias. Al contrario, los hospitales comarcales podrán incorporar procedimientos y consultas que ahora no tienen, gracias al trabajo colaborativo en red, las consultas virtuales o la participación de especialistas en entornos profesionales más amplios y con acceso a mejores medios.
Buscamos la eficiencia manteniendo y fortaleciendo la parte asistencial, pero centralizando lo que tiene que ver con farmacia, con equipamientos, tecnología o servicios no asistenciales buscando eficiencia en la economía de escala con lo que no se disminuye la inversión, sino que se redistribuyen esos recursos a la parte asistencial.
Aligerará las estructuras, reducirá la burocracia y, a la par, mejorará la plantilla de profesionales, así como las prestaciones y los servicios en los diferentes dispositivos sanitarios. La idea es agilizar los trámites, que haya unos circuitos asistenciales más claros y con menos variabilidad y más seguridad, una accesibilidad mejor a las unidades de referencias. Si trabajamos y damos una mejor atención se reducirán también los tiempos de demora.
Desde el punto de vista de los profesionales, mantendremos los derechos de los profesionales y su capacidad de representación en el territorio y en los centros sanitarios. Daremos una respuesta a los puestos de difícil cobertura. Por ejemplo, con mejoras retributivas o con una mayor puntuación para quienes ocupen esos puestos cuando quieran optar a concursos de movilidad, con flexibilidad horaria o en relación con la carrera profesional.
Tener áreas más amplias permite una mayor capacidad docente y formar a un número mayor de profesionales en Asturias con lo que será también más fácil retener el talento.
La ciudadanía tendrá el mismo centro de salud y el mismo hospital que tiene actualmente. Los profesionales que les atenderán y que decidirán la atención que demandan serán los mismos que actualmente. Pero será un sistema con más equidad ya que la nueva ordenación unificará la gestión de servicios bajo una única dirección y los procedimientos y protocolos que se apliquen serán iguales para toda la ciudadanía.
Podría seguir, pero como puede ver es una decisión bien pensada que conlleva beneficios para los profesionales, los pacientes y el conjunto de la organización.
En su programa, destaca también como prioridad la salud mental, con un ambicioso plan. ¿En qué consiste este Plan de Salud Mental y en qué momento se encuentra?
El Gobierno del Principado impulsa un Pacto por la Salud Mental alineado con las recomendaciones internacionales, la estrategia estatal y el plan autonómico en esta materia, que englobe a las instituciones y la sociedad con el fin de mejorar la asistencia a la ciudadanía y su bienestar. Buscamos contar con un instrumento interdepartamental e intersectorial que lidere y coordine todas las políticas y estrategias orientadas a la mejora de la salud mental de la población, aunando esfuerzos desde las instituciones, los ayuntamientos y las entidades sociales.
El acuerdo servirá para sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia de la salud mental y para garantizar una atención integral, centrada en la persona y respetuosa con sus derechos, proporcionando una atención de calidad y asegurando la continuidad de cuidados.
Para lograr estos objetivos, hemos creado un Foro de la Salud Mental como espacio de participación, concienciación y debate. En ese marco, el Gobierno aspira a alcanzar el consenso político y social necesario a lo largo del próximo año para aprobar una nueva ley de Salud Mental en 2026.
Ya hemos tenido varias reuniones del Foro y ahora estamos manteniendo encuentros con otros colectivos porque nuestra idea es implicar a entidades, asociaciones, colectivos profesionales, grupos parlamentarios y ciudadanía, con el propósito de desarrollar iniciativas que promuevan el bienestar emocional de la población asturiana porque la mejora de la salud mental comunitaria es algo que nos apela a todos. El objetivo es cerrar el acuerdo a mediados de este año, lo que nos permitirá tener listo el proyecto de ley en el último trimestre y aprobar la norma a lo largo de 2026.
Hace menos de dos meses se cumplieron cinco años de la declaración del Estado de Alarma, un período en el que estuvo al frente, como gerente, del Servicio de Salud del Principado de Asturias. ¿Cómo ha cambiado la sanidad? ¿Qué hemos aprendido y qué está pendiente?
Hemos aprendido la importancia de tener un sistema sanitario bien dimensionado y que debemos seguir creciendo en inversión en salud. Tenemos que estar preparados para anticiparnos ante una situación similar y tener una respuesta rápida con capacidad de adaptación del sistema.
Hay que potenciar la salud pública y todos los sistemas de información y recursos en relación con la vigilancia epidemiológica, al igual que seguir avanzando en la coordinación sociosanitaria.
También tenemos que aprender que aún en pandemia, la persona tiene que ser el centro del sistema y por lo tanto la humanización tiene que estar en nuestros protocolos. Revisando lo vivido, compartiendo reflexiones con otros colegas, parece que somos muchos los que pensamos que hay que mantener el acompañamiento de los pacientes con sus familias y sus seres queridos y buscar fórmulas innovadoras que lo permitan.
Y por supuesto, hemos aprendido que nuestros hospitales no pueden ser instalaciones rígidas e inamovibles. Que tenemos que disponer de soluciones más elásticas que nos permitan adaptarnos mejor a necesidades puntuales, contar con dobles circuitos para el movimiento de las personas y los profesionales, favorecer la innovación, la investigación, al igual que tener una reserva estratégica de material de protección de forma constante.
¿Cómo es la relación e interlocución con los colegios profesionales en su Comunidad? ¿Existen líneas de colaboración activas?
Tenemos un trato diría que cordial, fluido y constante con los colegios profesionales. Compartimos proyectos en común, tratamos de allanar nuestras diferencias cuando las hay. Les damos participación en todas nuestras iniciativas y sabemos que contamos con su respaldo para algunas decisiones estratégicas. Creo que solo desde una posición de colaboración, diálogo, búsqueda de consenso y respeto mutuo es posible avanzar en un entorno tan complicado como es el de la salud.
Tras su reciente experiencia como paciente, ¿cómo valora la atención recibida y qué le hubiera gustado que fuera diferente?
Es algo que he comentado con las personas más cercanas y que he agradecido a los profesionales. Cuando te ocurren estas cosas, eres consciente del privilegio que tienes en Asturias, a todos los niveles, desde la atención primaria hasta la alta tecnología, pero sobre todo agradezco el trato humano y cercano.
Hay que seguir avanzando hacia unidades multidisciplinares para patologías más complejas, donde se requiere la figura de la gestora de casos y en donde se dé una atención integral a los pacientes y a sus familias.
¿Ha podido ver la campaña sobre Medicina Rural de la OMC grabada en Asturias? ¿Qué opinión le merece?
Sí, la he visto. Me ha parecido bastante ajustada a la realidad de nuestros consultorios periféricos más rurales. Habla de salud y habla de Asturias y eso es algo que me resulta muy cercano. Transmite valores que son propios de la atención primaria y que son una de sus fortalezas como cercanía, confianza, empatía, equipo, humanidad… Pero que también deja patente otros como competencia, conocimiento, trabajo en equipo o vocación de servicio. Sin duda, contar con especialistas como Manuel Sánchez o Cruz Cordero, que ya se ve en el vídeo cómo trabajan y la implicación que tienen con sus pacientes, con tantos otros que desempeñan su trabajo en la zona rural, o el apoyo de las oficinas de farmacia, tiene un valor incalculable.