- Tras el precinto cautelar de un centro de estética por parte de la Policía Nacional, el Colegio pide extremar la vigilancia y advierte del riesgo para la salud pública de tratamientos médicos realizados por terceras personas.
El Colegio Oficial de Médicos de La Rioja aplaude la actuación policial que ha destapado un posible caso de intrusismo profesional y de uso supuestamente indebido de sustancias y técnicas médicas.
Tras conocer la información y llevar a cabo un seguimiento preliminar de indicios, el Colegio de Médicos trasladó el caso a sus servicios jurídicos, quienes presentaron una denuncia ante la Policía Nacional para que los hechos fueran verificados y analizados por las autoridades competentes. A partir de ese momento, la Policía inició una investigación que continúa abierta.
En relación con los hechos acaecidos conocidos ayer, la presidenta del Colegio de Médicos de La Rioja, Inmaculada Martínez, ha manifestado que “estamos muy preocupados por el intrusismo profesional». Sobre la cualificación profesional ha expresado que «sabemos que se están realizando actos médicos por parte de personas que no lo son». En este sentido «perseguiremos estos actos porque pueden suponer un delito contra la salud pública y contra las competencias profesionales de los médicos”, ha concluido.
Riesgos sanitarios asociados a estas prácticas
El Colegio recuerda que los tratamientos realizados por profesionales no habilitados pueden suponer riesgos graves para la salud, como reacciones adversas severas, infecciones y complicaciones irreversibles, necrosis tisular por inyecciones incorrectas, problemas médicos no detectados por falta de formación clínica o el uso de sustancias no autorizadas o sin control médico. La entidad colegial recuerda que, ante todo, la seguridad del paciente debe ser prioritaria.
En este sentido, hace un llamamiento a las administraciones y a la ciudadanía. A las primeras solicita reforzar la vigilancia sobre centros y prácticas estéticas o de otro tipo que, amparadas bajo el ‘aspecto médico’, realizan acciones que nada tienen que ver con el ámbito médico y que pueden suponer un riesgo real para la salud de las personas.
En segundo lugar, a la ciudadanía, solicita que se verifique la colegiación y habilitación del o la profesional; comprueben que el centro dispone de autorización sanitaria y desconfíen de promesas rápidas y de tratamientos que no lleven un control médico.



