Médicos y Pacientes entrevista a la psiquiatra Belén González, directora del Comisionado de Salud Mental del Ministerio de Sanidad, para conocer con mayor profundidad el Plan de Acción en Salud Mental 2025-2027, aprobado el pasado mes de abril con el acuerdo del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, una iniciativa en la que ha participado la Organización Médica Colegial y que incluye una línea de trabajo centrada en el cuidado de los profesionales sanitarios.
A lo largo de la conversación la Comisionada explica los grandes ejes de este Plan – fruto de un gran consenso – y señala la importancia de abordar la salud mental desde una perspectiva de determinantes sociales para reconducir y coordinar una demanda que no se ve satisfecha en el ámbito sanitario.
¿Cuáles son los grandes objetivos que persigue este Plan de acción de salud mental 2025-2027?
El Plan consta de ocho grandes líneas que podríamos resumir en tres grandes ejes. El primero de ellos tiene que ver con la mejora de la calidad asistencial en salud mental en todos los ámbitos, desde atención primaria hasta atención especializada en salud mental, pasando por todos los organismos periféricos y por todos los agentes, como pueden ser agentes sociales, farmacia y elementos que tienen que ver más con el ámbito judicial, etc. En definitiva, mejorar la calidad asistencial de forma transversal en todo el recorrido.
El segundo eje tiene que ver con la defensa de los derechos humanos y los derechos fundamentales de las personas con discapacidad psicosocial, porque son especialmente vulnerables. Muchas veces no se dan las condiciones para poder prestar una asistencia de calidad basada en derechos, por ello es fundamental trabajar en cómo cumplirlos e integrarlo dentro de la asistencia, cambiando las estructuras y cambiando los contextos para que pueda ser posible hacer, por ejemplo, una práctica clínica que tienda hacia la erradicación de las condiciones mecánicas. Pero para eso nos hacen falta una serie de recursos, tanto humanos como de carácter más estructural o de carácter formativo, y en eso estamos trabajando.
El último eje sería introducir una perspectiva de determinantes sociales o reforzarla en todo el ámbito de la salud mental. Es fundamental introducir esta perspectiva tanto en atención primaria y servicios sociales como en la atención especializada en salud mental para que podamos reconducir una demanda que no se ve satisfecha dentro de este ámbito sanitario. Nuestras consultas están plagadas de problemas sociales que no podemos resolver desde consulta y es imprescindible que podamos leerlos.
Es decir, por una parte, debemos tenerlos en cuenta e identificarlos como factores que están induciendo sufrimiento, pero, por otra parte, debemos de ser conscientes de que desde lo sanitario tenemos limitaciones para responder. Por ello, urge mejorar la coordinación con todos los servicios, como los agentes sociales, para poder dar respuesta a este desbordamiento que muchas veces tiene más que ver con lo social y que desde las consultas de salud mental o de atención primaria no podemos responder satisfactoriamente.
¿Qué papel van a jugar los profesionales sanitarios en este Plan de acción?
Los profesionales sanitarios juegan un papel absolutamente central en la creación de proyectos que puedan ser financiados a través de los fondos que el Ministerio de Sanidad distribuye. Desde esta administración tenemos mucho interés en dar a conocer este Plan para que los profesionales vean las acciones que contempla. Son ellos quienes están en un mejor lugar para detectar las necesidades y para poder elevar estos proyectos, para que sean financiados y se puedan llevar a cabo. La otra parte fundamental es el papel que van a jugar en cuanto a la implementación de medidas, puesto que depende casi en exclusiva de los profesionales sanitarios.
En este punto es muy importante reiterar que este Plan cuenta con el acuerdo y respaldo de todas las comunidades autónomas y de un comité científico compuesto por numerosas sociedades científicas, asociaciones de pacientes, expertos, agentes sociales, etc. Además, contempla acciones directas para reforzar plantillas, a través de la contratación de personal específico para la presentación de proyectos, de manera que el cumplimiento no suponga que se tensione más a las plantillas, entre otras medidas.
Es importante implementar medidas que mejoren la calidad asistencial a través de una respuesta más adecuada y eso también pasa porque los profesionales sanitarios vean que su trabajo se hace más eficaz y reducir la frustración ante consultas llenas de casos en las que, en muchas ocasiones, no podemos hacer demasiado. Por tanto, insisto en la importancia de contar con recursos y conexión con otros ámbitos para que aquello que se pueda resolver fuera se le pueda dar solución en lugar de generar atascos en las consultas, donde en muchas ocasiones solo ofrecemos acompañamiento, que está bien y que muchas veces es necesario e imprescindible, pero necesitamos solucionar las cosas en otros lugares que no son las consultas de salud mental.
El Plan contempla el cuidado de los profesionales sanitarios en un apartado en el que se hace referencia al Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME) ¿Qué destacaría de este programa?
Desde el Ministerio somos unos convencidos de la importancia de cuidar a quien nos cuida, que es la filosofía del PAIME. Esto se vio de manera muy clara en la pandemia. Las profesiones sanitarias son ya de por sí complicadas, por el contacto con todos estos problemas, por el contacto humano con el enfermo. Si a eso se le añade que estamos en una situación con una crisis de recursos humanos, la cosa se pone más complicada. Es decir, si a una profesión que ya de por sí puede generar cierto dolor emocional y ciertas complicaciones le sumamos una situación muy difícil a nivel laboral, es el caldo de cultivo perfecto para que la gente sufra y que sean necesarias intervenciones y acompañamiento.
Aquí es donde destaca el papel de los colegios profesionales y de organizaciones como la OMC. Estas instituciones son un buen lugar desde el que entender la complejidad de la profesión, las particularidades que generan sufrimiento psíquico a las personas trabajadoras y cuáles de éstas tienen que ver con las características de la profesión. Acompañarlo desde ahí me parece que es uno de los grandes valores que tiene el PAIME, porque se convierte en una herramienta crucial para poder proporcionar una atención adecuada y en su contexto porque entiende la complejidad de la profesión, y ese planteamiento es que hemos integrado en el Plan de Acción del Gobierno de España.

De manera más concreta ¿Qué medidas contempla el Plan para cuidar de los profesionales sanitarios?
La línea ocho de este Plan es de trabajo y salud mental y es ahí donde de forma específica se reúnen todo tipo de intervenciones que vayan dirigidas al cuidado de las y los profesionales sanitarios y sociosanitarios, de manera que tengan una línea particular financiada. Pero también hay otras acciones en esta misma línea de trabajo de salud mental que van dirigidas tanto a la prevención y detección, como a la investigación y a la vigilancia de problemas de salud mental derivados del trabajo. Es esencial tener una perspectiva investigadora y preventiva, o sea, detectar qué es lo que está mal en origen para cambiarlo.
¿Qué otras acciones pueden hacer los colegios profesionales en este ámbito?
La creación de espacios de diálogo en los que se puedan intercambiar opiniones desde el respeto, desde la escucha y desde el cuidado, creo que pueden ser muy buena opción para los colegios.
Entidades como la OMC deben de ser esos lugares de representación profesional donde establecer intercambios con agentes como el propio Comisionado de Salud Mental o el Ministerio de Sanidad para construir y entendernos y para hacernos llegar aquellos problemas que está teniendo la profesión. Nosotros estamos al servicio de la ciudadanía y somos un órgano que sobre todo atiende a principios democráticos, y por lo tanto tenemos que estar allí donde pueda establecerse un diálogo con la ciudadanía.
También me parecen las plataformas idóneas para promocionar propuestas innovadoras, y no me refiero a la innovación tecnológica. A veces la innovación en campos como la salud mental tiene más que ver con el cuidado de los profesionales, con detectar qué situaciones les están generando malestar o analizar nuevas perspectivas de cuidado dentro de la asistencia sanitaria como, por ejemplo, los cuidados conscientes del trauma. Esto es una perspectiva de formación de asistencia, que es completamente innovadora, y que tiene que ver mucho más con lo dialéctico y con la forma en la que entendemos la salud mental que con ningún tipo de tecnología sofisticada. En muchas ocasiones esto tiene un beneficio en salud muchísimo mayor que las innovaciones tecnológicas en cuanto a aparataje.
En este punto quiero remarcar que la colaboración de la Organización Médica Colegial en este Plan de acción en salud mental ha sido muy buena y ha estado muy presente y lo quiero agradecer públicamente. Desde la OMC nos habéis proporcionado información para mejorar el Plan, lo habéis apoyado desde el principio y habéis ejercido también de interlocutores con algunos agentes que podían estar algo más alejados del Comisionado de Salud Mental o con quienes nosotros quizás no podíamos llegar con tanta facilidad como la OMC. Vuestra participación ha sido un factor de éxito y ha servido en la mejora en la transmisión de la información. En mi opinión, este debe de ser el objetivo de las instituciones: mejorar la vida de los pacientes y de los profesionales.
Una de las acciones que contempla este Plan es una guía para identificar problemas de salud mental relacionados con el trabajo, con especial atención a los profesionales sanitarios como colectivo vulnerable ¿Nos puede dar algún avance o resultado en este punto?
El 25 de junio presentamos el informe definitivo tras más de un año de trabajo. El objetivo que tiene este trabajo es mejorar la identificación, la detección y la notificación de problemas de salud mental relacionados con el trabajo. Uno de los grandes problemas que tenemos dentro de la asistencia en salud mental, tanto en atención primaria como en atención especializada en salud mental, es que vemos un montón de problemas relacionados con el trabajo, pero no sabemos muy bien cómo describirlos. Y esto hace que muchas veces no atendamos tanto como merece esta relación entre trabajo y problemas de salud mental.
Necesitamos poner nombre a los sufrimientos que estamos viendo, así como identificar el origen de esos sufrimientos para poder detectar que si una empresa, por ejemplo, está teniendo prácticas que generan enfermedades, y en ese caso poder informar de ello. Pero para esto es necesario ofrecer las herramientas y técnicas para poder llevarlo a cabo y esto es lo que ha hecho el Ministerio dentro de sus competencias. La evidencia científica en este campo es abrumadora, teníamos que actuar ante este fenómeno. Y este documento recoge todo, por una parte, la evidencia científica, los vínculos entre riesgos psicosociales y problemas de salud mental y, por otra parte, la parte clínica. Es decir, cómo se puede detectar esto en consulta y cómo se puede informar a los organismos pertinentes.

¿Contiene el Plan medidas de prevención en los profesionales sanitarios? ¿Ha pensado extender un programa preventivo a las facultades de ciencias de la salud?
Necesitamos ser conscientes de esto desde las propias universidades. De la misma manera en que no hace falta un capítulo específico de perspectiva de género en ningún sitio, sino que la perspectiva de género tiene que ser transversal a cualquier intervención que hagamos, la perspectiva del cuidado de uno mismo y del cuidado en el entorno laboral también tiene que ser transversal.
Dedicamos excesivo tiempo a estudiar con mucho detalle cosas muy pequeñitas que a veces van a pasar absolutamente por encima de nosotros y que jamás vamos a ver y se dedica poco tiempo a entender cuáles van a ser las complejidades de la profesión. Esto es lo que luego en muchas ocasiones o nos rompe cuando estamos trabajando o bien hace que no entendamos bien qué es lo que está pasando y nos genera sufrimiento psíquico.
Debemos de trabajar en distinguir el sufrimiento que tiene que ver con el desarrollo intrínseco de nuestra profesión, que es complicada emocionalmente, con el que nos genera derivado de condiciones laborales que no se deberían tolerar o que se tienen que mejorar.
El Gobierno de España ha apostado por el cuidado de la salud mental y este Plan además cuenta con el respaldo de todas las administraciones autonómicas de distinto signo político ¿Esta mirada transversal va a estar imbricada a partir de ahora en las políticas de salud para siempre o puede decaer?
Este Plan es de 2025 a 2027 y todos hemos cedido para llegar a este importante acuerdo, de esto va la política. Era necesario establecer unas líneas de consenso esenciales para redirigir la asistencia a la salud mental y para poder transformar el modelo hacia otro en que todos los profesionales estemos más cómodos trabajando porque, insisto, esto es una de las cuestiones imprescindibles porque, en definitiva, entendemos que va en beneficio de las pacientes.
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