El Dr. Juan Ventura Pernía Sánchez, colegiado en el Colegio de Médicos de Bizkaia y actualmente pediatra en Urgencias Pediátricas, acaba de defender su tesis doctoral en la Universidad de Valladolid. Precisamente, en esta tesis hace mención especial a la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC), una entidad que aúna la solidaridad de la profesión y que ayudó tanto a Juan como a sus dos hermanas cuando sus padres fallecieron. Actualmente, él y su hermana Ana son socios protectores de la Fundación.
En los años 2010 y 2012, Juan perdió a su madre y a su padre, ambos médicos de profesión y vocación, algo que según cuenta él “tuvo la suerte de heredar”. Por aquel entonces cuando sucedió tenía entonces 15 años. Junto a sus hermanas Ana María y Lorena, también estudiantes en aquel momento, se enfrentaron a una nueva etapa dura marcada por la ausencia familiar y la incertidumbre.
“Desde el primer momento tuve en la Fundación para la Protección Social de la OMC, a través del Colegio de Médicos de Valladolid, un apoyo importante que me permitió proseguir en mis estudios tanto en el instituto como en la universidad” recuerda el Dr. Ventura Pernía. Fue beneficiario de la prestación por orfandad hasta su mayoría de edad, y posteriormente recibió becas de apoyo académico durante su etapa universitaria en los años 2017, 2018 y 2019.
Con esta ayuda pudo terminar sus estudios en 2019 “sin más preocupaciones que sacar las mejores notas posibles”. Gracias a ello pudo “cumplir su sueño” e iniciar la residencia de pediatría. Ahora, como adjunto de primer año colegiado en el Colegio de Médicos de Bizkaia, he defendido su tesis doctoral, lo que supone un logro académico muy importante que hace años me parecía impensable.
En los agradecimientos de su tesis se incluye un alegato animando a los médicos a unirse como Socios Protectores de la Fundación

Tal y como asegura, la FPSOMC ha supuesto “un apoyo constante” durante toda su etapa formativa. Por eso he querido incluir en los agradecimientos de su tesis un alegato animando a los médicos a unirse como Socios Protectores de la Fundación, para que otras familias puedan sentir esa misma tranquilidad en momentos difíciles”.
Actualmente, Juan es Socio Protector de la Fundación, al igual que su hermana Ana, médico de Emergencias, quien también fue beneficiaria de las ayudas sociales en su etapa universitaria. Su hermana Lorena, hoy fisioterapeuta con clínica propia, también recibió la prestación por orfandad. Las tres trayectorias profesionales han sido posibles, en parte, gracias al apoyo recibido durante sus años de formación de médicos que contribuyen solidariamente con la Fundación.
“Lo que hace la Fundación va más allá de ayudar al profesional. Es un apoyo directo a lo más importante para ellos: su familia. Da respuesta cuando más se necesita, en los momentos más débiles, y eso es algo que debe conocerse y valorarse dentro del colectivo médico”, subraya el Dr. Ventura Pernía.
Con su testimonio, quiere contribuir a dar visibilidad a la labor de protección social que desempeña la FPSOMC desde hace más de 100 años. Y lo hace desde la experiencia personal de quien ha recorrido ese camino, primero como beneficiario y hoy como profesional comprometido con la misión de proteger, cuidar y acompañar a los médicos y a sus familias.
¿Qué le parece la labor que realiza la Fundación?
Me parece una labor altruista muy importante y que ayuda ya no solo al compañero o compañera profesional de la Medicina si no a lo que es más importante para todos ellos: su familia. Además, la Fundación da respuesta cuando uno más lo necesita, en los momentos más débiles. Es tranquilizador saber que está a tu lado y, aunque no deseas nunca que lleguen esos momentos, cuando es necesario la Fundación te tiende una mano para ayudarte.
¿Cómo ha marcado su vida?
Para mí ha supuesto un apoyo importante a lo largo de toda mi etapa estudiantil, desde que durante la Educación Secundaria me quedé huérfano hasta que terminé los estudios de Medicina. Siempre me he sentido apoyado y ayudado por la Fundación a través del Colegio de Médicos de Valladolid durante todos esos años. Se han preocupado desde el minuto uno de nuestra situación familiar y han ofrecido todas sus herramientas para facilitarnos a mí y a mis hermanas el día a día. Eso permitía que pudiese centrarme en lo principal, que en ese momento era sacar los estudios adelante de la mejor forma posible. Por lo tanto, ha logrado en parte que hoy haya podido llegar hasta donde estoy, y por eso quise nombrarlo en los agradecimientos de mi tesis doctoral.
¿Qué supuso para usted y sus hermanos la ayuda?
La Fundación nos dio la tranquilidad suficiente para saber que en los momentos difíciles iban a estar a nuestro lado, pudiendo labrarnos un futuro pese a los contratiempos sufridos. Éramos los 3 hermanos estudiantes en los años en que nos quedamos huérfanos y la incertidumbre especialmente económica era importante. Las ayudas recibidas por la Fundación en esos años, junto a ayudas públicas del Estado, permitieron que tanto yo como mis hermanas pudiésemos hacer frente a los pagos diarios hasta que fuimos progresivamente entrando en el mundo laboral. Actualmente Ana, mi hermana mayor, es médico en Emergencias. Mi hermana mediana Lorena es fisioterapeuta y ha podido abrir su propia clínica hace ya unos años. Y yo, tras finalizar mi etapa universitaria y realizar el MIR de Pediatría soy pediatra en Urgencias pediátricas. En resumen, la Fundación ha supuesto un puente entre aquellos años de incertidumbre hasta el día de hoy, en el que podemos disfrutar desarrollando nuestra labor asistencial para con nuestros pacientes.
¿Cómo animaría a otros médicos que se sumen a esta Fundación?
Creo que es importante que toda la comunidad médica, desde estudiantes hasta médicos jubilados, conozca los diversos beneficios que la Fundación ofrece. Es necesario que todos ellos sean conscientes de que la Fundación está a su lado para que, en los peores momentos, puedan apoyarse en ella. Si escribo estas palabras es precisamente para dar la visibilidad que en algunos momentos necesita y animar a aquellos médicos que actualmente no son Socios Protectores a unirse a la #FamiliaMédica. Además de afianzar la confianza en la Fundación que han depositado desde hace años tantos profesionales de la Medicina, como lo fueron en su día mis padres.