La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) advierte sobre los riesgos en la vuelta al cole para niños alérgicos y asmáticos, recordando la importancia de que estos niños y adolescentes lleven consigo su medicación al colegio si la precisan y el informe médico actualizado.
El regreso al colegio genera preocupación en muchas familias, especialmente aquellas con niños que sufren alergias alimentarias, asma o enfermedades respiratorias crónicas. Los pediatras alergólogos destacan la necesidad de anticiparse a posibles complicaciones graves, como crisis asmáticas o reacciones alérgicas alimentarias, incluidas las que pueden desencadenar una anafilaxia.
«Es fundamental que, en la primera semana del curso, los padres se reúnan con el tutor para informar sobre la alergia o asma del niño, la medicación necesaria y las medidas de seguridad. Además, deben actualizar el informe médico, ya que los cambios de peso durante las vacaciones pueden requerir ajustes en la dosis de la medicación. También es importante comunicar cualquier nueva alergia que pueda haber surgido durante el verano. «, explica la doctora Cristina Rivas Juesas, vicepresidenta de SEICAP.
A pesar de la creciente concienciación sobre la necesidad de contar con autoinyectores de adrenalina (AIA) en los centros educativos, aún no todos los colegios disponen de ellos. Por ello, SEICAP subraya la importancia de que los niños con alergias alimentarias graves, especialmente aquellos con riesgo de anafilaxia, lleven consigo estos medicamentos, especialmente en actividades fuera del aula, como excursiones.
El asma es una de las principales enfermedades crónicas en la infancia. Entre un 10 y un 12 % de los niños padece asma en España. Con el inicio del curso, aumenta la exposición a virus y resfriados, factores que pueden agravar las crisis asmáticas si no se sigue correctamente el tratamiento de mantenimiento. «Es crucial que los niños con asma no interrumpan su medicación, aunque se sientan bien, para evitar complicaciones graves que puedan afectar su rendimiento escolar», subraya la doctora Rivas.
Además, los pediatras alergólogos recalcan la importancia de administrar correctamente la medicación: «Los inhaladores de dosis medida deben emplearse con cámara espaciadora, para garantizar su llegada eficaz a los bronquios y bronquiolos. Por debajo de los 4 años se recomienda su uso con cámara y mascarilla facial”.
La campaña de vacunación de la gripe coincide con el inicio del curso, y debe tenerse en cuenta, ya que la gripe supone un riesgo adicional para los niños con enfermedades respiratorias crónicas. Los niños con asma deben vacunarse anualmente contra la gripe, ya que las infecciones respiratorias pueden agravar su condición y derivar en complicaciones. SEICAP recomienda a los padres que consulten con su pediatra y programen la vacunación cuando inicie la campaña, habitualmente en octubre.
Alérgenos ocultos en material escolar
Ceras, tizas, pasta para modelar y pegamentos, materiales de uso común en las aulas por parte de los niños, contienen en su fabricación, con mucha frecuencia, gluten, frutos secos, soja o proteína de la leche. El contacto, la inhalación o la ingestión accidental de estos productos hace peligrar la seguridad y la vida de los niños con enfermedades alérgicas, asma o inmunodeficiencias primarias (IDP) en la escuela.
Ante la presencia de alérgenos alimentarios ocultos en el material escolar, la SEICAP recomienda buscar alternativas para los trabajos manuales con los artículos implicados, reemplazarlos por otros y repasar por parte del profesorado el listado de objetos que pueden contener estos ingredientes.
«Es fundamental que en ninguna actividad escolar se discrimine al niño debido a su alergia; lo que se debe garantizar es que siempre exista una alternativa adecuada. Asimismo, es imprescindible contar con medicación de emergencia en el centro, ubicada en un lugar de fácil acceso», explica la doctora Rivas.