jueves, abril 25, 2024

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Yolanda López Bailón: “Lo ideal sería que el concepto de Cooperación Internacional ni siquiera existiese porque no fuera necesario”

Yolanda López Bailón, directora técnica de la Fundación para la Cooperación Internacional de la Organización Médica Colegial de España (FCOMCI), organismo que trabaja con médicos que buscan asesoramiento para participar en programas de Cooperación Internacional y Emergencias Humanitarias impartió ayer una conferencia sobre ayuda médica humanitaria en la Jornada "Medicina en la Cooperación Internacional y Emergencias Humanitarias" celebrada en la sede del Colegio de Médicos de Segovia. En esta entrevista, con motivo de su intervención, asegura que “lo ideal sería que el concepto de Cooperación Internacional ni siquiera existiese porque no fuera necesario” y resalta la labor de la profesión médica y de los Colegios de Médicos “para apoyar a la comunidad internacional a lograr el Derecho a la Salud”

La Fundación de la que es directora trabaja por facilitar la labor de los médicos en misiones humanitarias, ¿qué es lo que más demandan los profesionales que deciden trabajar en Cooperación Internacional? 

 
La Fundación nació dentro de la OMC para dar respuesta a las necesidades que se detectan, fundamentalmente para dar prestación y asesoramiento a todos los médicos que intervienen en programas humanitarios, de Cooperación Internacional o en Emergencias. 
 
Fundamentalmente hay dos perfiles; el profesional médico voluntario y el profesional contratado cooperante. Ellos buscan intervenir en programas de Cooperación o de Emergencias, pero no saben a qué organizaciones dirigirse, conocen poco sobre las normativas… No saben que hay una legislación específica en función de si son voluntarios o cooperantes, desconocen los permisos que pueden pedir a las Comunidades Autónomas… Y, sobre todo, buscan tener un asesoramiento sobre formación y los programas a los que se van a dirigir, además de cierto apoyo en prestaciones.
 
Son muchos los profesionales que hablan de trabajar en misiones humanitarias una vez que lleguen a la jubilación, ¿Hay más médicos que lo dicen de los que luego lo llevan a cabo?
 
La verdad es que la cantidad de médicos que viajan anualmente a programas de Cooperación o de intervención en Emergencias sanitarias es altísimo. No hay un registro oficial, pero sí que hay una demanda muy alta. Es cierto que hay muchos médicos jubilados que están perfectamente capacitados para trabajar como médicos y sí hay un número bastante alto de facultativos jubilados que intervienen en este tipo de programas.
 
Y entre la gente joven, ¿hay una conciencia mayor con el paso de las generaciones?
 
Los perfiles entre la gente joven son, sobre todo, de carácter voluntario; por cómo es la carrera de Medicina, una vez que el médico ya es colegiado, le resulta complicado adquirir permisos para trabajar como cooperante, según el Estatuto del Cooperante. Lo que sí hay es un número muy alto de médicos jóvenes que participan durante sus vacaciones en programas de voluntariado y, posteriormente, aquel que está más interesado en dedicarse a ello profesionalmente, se involucra pero a una edad mayor. Hay un número alto de médicos cooperantes que se dedican a este sector de los 35 a los 45 años. 
 
Y en ese rango, ¿existe alguna especialidad que cumpla más con el perfil de médico cooperante?
 
Pues realmente todas las especialidades son demandadas, pero sí es cierto que por las características de las intervenciones en Emergencias Humanitarias y en programas de Cooperación hay una demanda muy alta de cirujanos, de especializados en obstetricia, ginecólogos, anestesistas, médicos de familia, pediatras… Pero en general todas las especialidades son necesarias. Sí que es verdad, por ejemplo, que en la Emergencia se buscan muchos traumatólogos. 
 
¿En qué condiciones se puede llegar a trabajar en estos países?
 
Normalmente en este tipo de intervenciones, si se trata de Emergencias Humanitarias, por desastres naturales o por conflictos armados, las condiciones en las que trabajan los profesionales sanitarios obviamente no son como aquellas en las que están acostumbrados a trabajar. En este caso carecen de infraestructura, de medicamentos, de unas instalaciones adecuadas… sobre todo en casos de Emergencia. Sí que es verdad que se envían desde los países donantes dispositivos y material médico para que esto no sea así, pero igualmente las condiciones no son las mismas y por eso es importante una formación y una preparación previa antes de intervenir en una Emergencia Humanitaria.
 
Por otro lado, en el caso de Cooperación, cuando los médicos se desplazan para intervenir en programas sanitarios de mayor duración en el tiempo, depende mucho del país al que se desplacen. Hay todo tipo de contextos; desde intervenciones en contextos rurales en los que no hay ni siquiera una estructura sanitaria, hasta intervenciones en contextos en los que hay una estructura y un sistema sanitario local que, aunque no es como en España, está bien preparado y reúne las condiciones adecuadas. Encontramos todo tipo de diversidad en este sentido, porque dentro de los países en desarrollo hay realidades muy diferentes. De todo. Por eso sí que es importante que el médico, antes de viajar, a través de una formación previa vaya preparado para lo que se va a encontrar en el terreno y conozca el instrumental con el que va a trabajar allí.
 
La preparación de la que habla, supongo que también está enfocada desde el aspecto psicológico.
 
Depende mucho del programa; como hablamos de un abanico tan amplio entre Cooperación Internacional y Emergencias… no se puede generalizar. No es lo mismo intervenir por un desastre natural que intervenir en un contexto de conflicto armado. Tampoco es igual que intervenir en un programa en un país en desarrollo, en un contexto rural en el que simplemente hay unas necesidades sanitarias.
 
Normalmente los profesionales que viajan a contextos concretos van con una formación muy fuerte desde las organizaciones con las que trabajan. Los médicos que viajan para intervenir en contextos de conflicto armado en situaciones muy complejas son personas que han pasado por unas pruebas psicológicas, por una formación muy específica para atender las necesidades que se van a encontrar y para estar plenamente capacitados. De igual modo, siempre en contextos muy extremos, los profesionales sanitarios necesitan asistencia una vez que han vuelto a su país de origen; pero de forma previa van muy formados por las organizaciones.
 
Y a esto habrá que sumarle que tengan que lidiar en algunas ocasiones con agresiones, episodios violentos o incluso con secuestros. ¿Qué es lo que la gente desconoce de este tipo de misiones?
 
Nosotros estamos trabajando ahora, a través de un convenio con Cruz Roja Española y con el Comité Internacional de la Cruz Roja, en una campaña que se llama ‘Atención sanitaria en peligro’ que viene a solicitar a nivel internacional que se respete el Derecho Internacional Humanitario porque sí que es verdad que hay un porcentaje muy alto de agresiones a instalaciones médicas y estructuras pre-hospitalarias y profesionales sanitarios. Sobre todo en contextos de conflicto armado, pero también en contextos en los que hay unos índices de violencia muy altos, como puede pasar en algunos países de Latinoamérica.
 
Los profesionales sanitarios que se enfrentan a este tipo de situaciones, muchas veces no tienen las herramientas para hacer frente a ellas y a través de esta campaña nosotros, desde la Fundación, estamos trabajando directamente para que haya una conciencia a nivel internacional. De hecho había una resolución del 3 de mayo de 2016 de Naciones Unidas para el Consejo de Seguridad Nacional precisamente por este tema. 
 
Nosotros realmente lo que hacemos es trabajar con todas las necesidades que vamos detectando, y una de ellas, fundamental, es que los profesionales humanitarios y los sanitarios locales en ciertos contextos están muy desamparados. 
 
Dirigir una Fundación como ésta y llevar tanto tiempo involucrada en la Cooperación Internacional, le generará dudas sobre la humanidad o la falta de ella de las personas. ¿Hay algo que le ronde la cabeza de manera habitual?
 
La verdad es que siempre he trabajado en Cooperación Internacional y creo que, realmente y por desgracia, es todavía necesario que haya iniciativas de este tipo. Lo ideal sería que el concepto de Cooperación Internacional ni siquiera existiese porque no fuera necesario, y lo único que puedo decir es que es verdad que durante estos años sí que he podido comprobar de primera mano que hay un trabajo muy fuerte desde la profesión médica, desde los 52 colegios de médicos a través de esta Fundación, para apoyar a la comunidad internacional a lograr el Derecho a la Salud. Y si que hay un interés, no sé si mayor, pero sí muy alto de la comunidad médica en este tipo de intervenciones humanitarias.
 
Por último, le iba a preguntar por el ébola; el pánico ciudadano ha pasado ya, pero ¿cuál es la situación real de esta enfermedad?
 
El tema del ébola aún no está cerrado; ahora mismo no podría facilitarle datos actualizados sobre su realidad, pero sí sigue prevaleciendo y se está viendo cuál es la situación después de un brote tan alto como el que ha habido a lo largo de los últimos años. Aunque fue más mediático el año pasado, es un brote que muchas organizaciones humanitarias habían denunciado mucho antes. El ébola todavía está presente y todavía es un problema sanitario en muchos países, fundamentalmente en África occidental. Hay muchas organizaciones que trabajan en este sentido.
 
Y supongo que al igual que ocurre con el ébola, pasará con muchísimas otras enfermedades…
 
Así es; parece que al llegar a nuestras puertas se ha convertido en un problema de salud pública mundial. Ahora está más controlado, pero sigue siendo un problema de primer orden para muchos países de África y sigue generando muertes.
 
Hay un concepto que se llama ‘Enfermedades Olvidadas’, que son todas aquellas enfermedades a las que, a pesar de tener un número altísimo de pacientes o de enfermos, no se les da suficiente importancia -ni en investigación ni a nivel internacional- para ser tratadas, porque no son de interés para la comunidad internacional o para el mercado farmacéutico. Y sí, son muchísimas las enfermedades que prevalecen, pero a las que no se les está dando la atención que se debería. En este sentido, desde la Fundación vamos a hacer un congreso en enero de 2017 y uno de los puntos fuertes del programa será tratar estas enfermedades olvidadas.
 
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