Los equipos humanitarios y el Gobierno Sirio han llegado un acuerdo para minimizar los obstáculos a las entregas de ayuda humanitaria en Siria, según ha informado el coordinador de los trabajos humanitarios de las Naciones Unidas (ONU), Jan Egeland quien ha denunciado que durante 2016 se registraron más de 338 ataques contra centros sanitarios en este país devastado por la guerra
El trabajador humanitario ha advertido de que “hay 13 zonas sitiadas en total y en ellas están 600.000 personas que cada vez son más vulnerables y los equipos humanitarios no pueden acceder a ayudarles” además las prácticas, como el robo de alimentos, medicinas o material médico, ha empeorado en los primeros meses de 2017 con hombres armados sacando de convoyes humanitarios medicamentos para niños y kit para mujeres embarazadas». Egeland ha lamentado que la ONU ha registrado robos en dos de cada tres convoyes que han enviado a Siria.
“Esto tiene que cambiar y va a cambiar. Hay mucha actividad diplomática entre los enviados y asesores de la ONU y el gobierno de Siria quienes aseguran que un mejor sistema será implementado para sacarnos del atolladero administrativo en el que estamos. Nos dicen que podemos ir a los lugares y luego nuestros convoyes no pueden pasar”, declaró Egeland.
Egeland ha señalado que diciembre fue el «peor mes» en este sentido y también «los dos primeros» de 2017 «han sido hasta ahora una enorme decepción», pese a los esfuerzos realizados por Naciones Unidas.
«Los asedios no son compatibles con las resoluciones del Consejo de Seguridad ni con los esfuerzos del Grupo Internacional de Apoyo a Siria (ISSG)», ha recordado. «El asedio no es sólo cercar a los oponentes, algo legal, sino que también supone estrangular a la población civil por denegarles ayuda humanitaria y negarles la libertad de movimiento, incluida para la evacuación médica, algo que prohíbe la ley humanitaria internacional porque constituyen crímenes de guerra», ha recalcado.
Egeland ha calificado de «vergüenza» que el grupo de trabajo sobre el acceso humanitario en Siria, creado hace justo un año, no haya podido «levantar ni un solo cerco a través de negociaciones en 2016», pero ha asegurado que las partes están «comprometidas» a lograrlo este año. «Podría ocurrir mediante las conversaciones en Astaná, en Ginebra o en otras convocatorias», ha dicho.
Egeland ha citado a los ciudadanos en cuatro localidades: Fua, Kefraya, Madaya y Zabadani, que «tienen miedo» y temen por sus vidas. «Los asedios pertenecen a la Edad Media no al 2017», ha remachado. Muchos convoyes están cargados y la ONU está a la espera de recibir «luz verde» para poder actuar, ha concluido el responsable de Naciones Unidas
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