Más de 2.100 profesionales sanitarios se han contagiado desde el pasado 11 de mayo de Covid-19, la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus, de los cuales siete han iniciado síntomas en los últimos siete días.
Asimismo, de todos ellos, más de 1.080 trabajan en un centro sanitario, más de 880 en un centro sanitarios y unos 170 en otro tipo de centros, según ha informado en rueda de prensa el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón.
La exposición al virus se ha producido en los lugares de trabajo, si bien Simón ha comentado que entre el 10 y el 15 por ciento de los profesionales sanitarios se ha infectado fuera de su lugar de trabajo y en hasta el 20 por ciento de los casos no se tiene información de cómo se ha contagiado.
Finalmente, el experto ha informado de que muchos de los profesionales sanitarios son asintomáticos y que se están detectando precozmente gracias a los cribados que se están realizando en este sector en las diversas comunidades autónomas.
Simón ha hecho una valoración de los últimos datos globales publicados por el Ministerio de Sanidad, cifrando en 24 el número de fallecidos en la última semana, siguiendo con la «tendencia similar» a la de días anteriores, ha destacado. La tendencia «ligeramente ascendente» detectada la pasada semana, ha subrayado, «está revirtiendo» en esta gracias al esfuerzo de la detección de brotes en las procincias implicadas.
Los casos asintomáticos, ha advertido Simón, «siguen creciendo» y han pasado de situarse por debajo el 40 por ciento de los diagnosticados en la segunda semana de mayo, a estar por encima del 60 por ciento ahora.
«La transmisión comunitaria sin control se va reduciendo semana a semana», se ha felicitado el director del Ccaes, que ha cifrado en 56 el número de casos importados. Ahora, ha remarcado, los casos son más leves porque los grupos vulnerables, entre los que se incluyen los mayores o los crónicos, «están más protegidos». Los servicios esenciales, ha señalado, «mantienen cierto grado de transmisión», por lo que la edad media ha bajado, situándose en 50 años para las mujeres y en 47 para los hombres, lo que supone un «descenso importante».
Al ser casos más leves, ha explicado, la sobrecarga para el Sistema Nacional de Salud «no supone un esfuerzo importante». El fin de la epidemia, ha resaltado, «no está cerca» pero, «a nivel nacional, la transmisión local se está controlando y eso se refleja en el número de fallecidos», ha destacado Simón.
Cuatro contactos por cada positivo
Simón ha cifrado en un 91 por ciento los casos sospechosos a los que se les realiza PCR y ha señalado que hay un promedio de cuatro contactos estrechos por cada positivo. De ellos, sólo un cuatro por ciento desarrolla síntomas. «Si añadimos que hay 56 casos que están asociados a viajes, quiere decir que la transmisión comunitaria residual va disminuyendo», ha subrayado, destacando los buenos indicadores en la capacidad de reacción del sistema.
Además, la proporción de casos hospitalizados y en UCI ha cambiado considerablemente respecto a las cifras de hace dos meses, cuando se ingresaba al 23 por ciento y el 3 por ciento acababa en la UCI. Ahora, ingresa sólo un 8 por ciento y en la UCI se ha reducido hasta el 1,5 o 2 por ciento, ha señalado, advirtiendo que «la gravedad de los cuadros actuales está mejorando sustancialmente».
Fernando Simón ha pedido a los ciudadanos tener «mucho cuidado» porque «la epidemia no se ha acabado». Hay que tener cautela con lo que pasa en España y «lo que pasa fuera, para tratar de controlarlo a tiempo si nos pudiera afectar», ha señalado. Además, ha detallado algunos de los criterios que se manejan de cara a una posible segunda ola; como los casos asociados a conocidos, la falta de origen, la incidencia global, la positividad de las PCR o el número de sospechosos detectados por las CCAA.
También, ha detallado, se está estudiando aplicar distintas medidas atendiendo a las especificidades de las grandes ciudades. «Aunque a algunos les parezca injusto, no se pueden aplicar las mismas medidas, ante situaciones generales y equivalentes, en Barcelona y Madrid, que en un pueblo de Teruel o Soria», ha ejemplificado. En este sentido, Simón ha explicado que los servicios jurídicos trabajan para buscar la mejor opción, valorando la implantación de un estado de alarma sólo en zonas concretas.
Relacionados
