Los ministros de Salud de países pertenecientes al G-20 han aprobado la "Declaración Berlín" tras su encuentro el pasado fin de semana en Alemania que preside el Grupo este año. El documento expresa el compromiso de esta Organización por trabajar en colaboración con la Organización Mundial de la Salud en los principales retos que afronta la salud global resumidos en el fortalecimiento de los sistemas sanitarios; la mejora de las condiciones de los profesionales sanitarios; la lucha contra las enfermedades infecciosas; y medidas frente a la resistencia antimicrobiana
El objetivo de esta reunión, bajo el lema «Juntos hoy para un mañana saludable» fue situar la salud global en la agenda del mayor foro de cooperación económica internacional, el G20. El encuentro fue inaugurado por la canciller alemana, Angela Merkel, quien por primera vez asiste a una reunión de ministros del G-20, en la que también participó la ministra española del ramo, Dolors Montserrat.
Los principales temas abordados han sido el refuerzo de los sistemas de salud, intensificar la acción global y la cooperación para prevenir y mitigar las emergencias sanitarias y contener la resistencia antimicrobiana, fruto de lo cual ha surgido la «Declaración de Berlín», que consta de 32 puntos (ver documento adjunto).
Los firmantes del documento consideran que al poner la salud global en la agenda del G-20 se afirma el papel de este grupo, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud, en el fortalecimiento del apoyo político a las iniciativas existentes y de trabajo para abordar los aspectos económicos de la salud mundial.
La titular española subrayó, al respecto, la importancia de “trabajar coordinados todos los países para afrontar, sobre todo, enfermedades emergentes y epidemias, en lo que España tiene mucho que aportar». La minostra aprovechó esta cumbre para promocionar la candidatura de España para acoger la Agencia Europea del Medicamento (EMA) en Barcelona, que, en su opinión, tiene “grandes posibilidades especialmente si la elección se basa en criterios objetivos y técnicos», según señaló.
En la Declaración de Berlín se aboga por sistemas de salud fuertes, sostenibles y resistentes para dar respuesta a los retos de la salud mundial, el bienestar y la productividad económica con mano de obra cualificada. No en vano, «la salud es uno de los recursos más valiosos para la construcción de un futuro sostenible y un resultado clave de nuestro compromiso», según consta en el documento.
Se busca, así, intensificar la acción global y la cooperación con el fin de identificar y abordar los desafíos a nivel mundial, en constante evolución, sobre los que el sector de la salud pueden proporcionar liderazgo y valor añadido. En este sentido, el G-20 considera que puede contribuir a la superación de los problemas de salud mundiales, entre los que cita los brotes de enfermedades infecciosas y la resistencia a los antimicrobianos (AMR) sobre los que, advierte, pueden acarrear graves repercusiones en la vida y en el bienestar de millones de personas, así como en la economía global.
En el documento, se defiende el papel que desempeña la Organización Mundial de la Salud (OMS), al tiempo que se considera que los recursos financieros y humanos destinados al Programa de Emergencias de la Salud y el Fondo de contingencia para emergencias de la OMS (CFE) tienen que ser reforzados, a través de una financiación suficiente y sostenible. Además, celebra la puesta en marcha del Fondo para la Financiación de Emergencia del Banco Mundial como mecanismo de financiación rápida para facilitar fondos a los países que precisen combatir un brote a gran escalada.
Junto a ello, apelan a la necesidad de impulsar la Investigación y Desarrollo (I + D) destinada al el desarrollo de nuevos y mejores medicamentos de calidad, vacunas, diagnósticos y equipos médicos para hacer frente a las emergencias sanitarias.
En definitiva, apuestan por sistemas de salud sólidos, accesibles, asequibles y sostenibles, que incluyan servicios preventivos y curativos como base para el crecimiento económico inclusivo, la prosperidad, la cohesión social y la calidad de vida. Desde su punto de vista, unos sistemas con estas características son los que pueden contribuir a la cobertura de salud universal (UHC) y son la base para la gestión eficaz de las crisis de salud, así como para la prevención y control de enfermedades.
Los resultados de la reunión se van a incorporar a una cumbre del G-20 líderes en Hamburgo el próximo mes de julio, dentro de la presidencia que ostenta Alemania de dicho Grupo.
Se adjunta «Declaración Berlín» en PDF.
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