viernes, abril 19, 2024

Portal informativo de la Organización Médica Colegial de España

InicioActualidad sanitariaLos médicos chilenos se manifiestan contra la falta de personal y las...

Los médicos chilenos se manifiestan contra la falta de personal y las listas de espera

Miles de médicos y otros profesionales del sector sanitario se han manifestado en Chile desde el inicio de las protestas contra el Gobierno de Sebastián Piñera, a mediados de octubre, para exigir un cambio profundo en el sistema de salud del país andino

Las reformas, creen quienes se manifiestan en las calles, deben pasar, en primera instancia, por cambios en la Carta Magna, que será reemplazada el próximo año por un nuevo texto constitucional, tras la celebración de un referéndum previsto para abril de 2020.

«La actual Constitución garantiza a las personas el acceso a la salud, pero no el derecho a la salud. Por eso, los prestadores privados de salud han crecido mucho. Cuando la sanidad pública no es capaz de responder a una atención, tiene que garantizar el acceso, con lo cual, traspasa sus recursos al sistema privado para atender esa garantía», explicó Loreto Canales, del centro de Atención Primaria Edgardo Enríquez, en el municipio Pedro Aguirre Cerda.

El país andino fundó en los años 50 el primer sistema nacional de salud de América Latina. Tres décadas más tarde, en los 80, el modelo cambió profundamente. Las autoridades optaron, durante la dictadura de Augusto Pinochet, por la creación de instituciones de salud preventiva, que son de índole privada y funcionan bajo el precepto de libre mercado.

Ahora, opera un sistema mixto. Alrededor del 80% de la población está asegurada en el sistema público, conocido como Fondo Nacional de Salud (Fonasa). Quienes no tienen trabajo o cuentan con ingresos inferiores a los 276.000 pesos mensuales (unos 291 euros), acceden gratuitamente al sistema.

Los trabajadores deben cotizar el 7 por ciento de sus ingresos mensuales para acceder a las prestaciones. Además, si cuentan con un ingreso imponible mensual mayor a 276.000 pesos chilenos, pueden afrontar un 10 por ciento de copago en servicios, y, si cobran más de 402.000 pesos (unos 425 euros), esa cantidad se eleva hasta el 20%.

Por otro lado, aquellos que cuentan con más recursos pueden asegurarse con una de las Instituciones de Salud Previsional (Isapre), que operan con contratos privados.

Quienes se manifiestan por la salud pública denuncian que el sistema es discriminatorio, ya que al 80% de la población, que son los usuarios del servicio público, se le atiende con menos del 50% de los recursos disponibles.

Los doctores denunciaron falta de personal, sobre todo, especializado, y también de insumos básicos. Criticaron, asimismo, las largas listas de espera, la saturación de los servicios de urgencias y el desabastecimiento de algunos medicamentos.

Esas faltas, denuncian los doctores, provocan que parte de los usuarios de la sanidad pública sean derivados a la privada, por libre elección o porque no queda otra opción, siendo los recursos traspasados al sistema de libre mercado.

La peor parte se la llevan los centros públicos de atención primaria. Su gestión fue traspasada a los municipios en los años 80, creando desigualdades, según denuncian los profesionales del sector.

«Hay dinero que la municipalidad tiene que agregar a lo que se asigna por paciente per cápita. La comuna de Las Condes tiene 250.000 habitantes y Pedro Aguirre Cerda tiene 120.000. Pero la municipalidad de Las Condes tiene un presupuesto de unos de 320.000 millones de pesos (unos 338,5 millones de euros) y Pedro Aguirre Cerda de 15.000 millones de pesos (unos 15,9 millones de euros)», comenta Germán Jiménez, asistente social y presidente del sindicato Fertrasamm.

«De ese presupuesto salen los salarios de la municipalidad y los aportes a salud y educación para poder tener algún tipo de mejora, porque te entregan los consultorios, pero no te hacen las manutenciones. Si crece la población, tienes que dividir los espacios de trabajo, haciéndolo con presupuesto propio», ilustró.

Canales está en esa situación. Su centro de salud comenzó a quedarse pequeño, y ella ocupó la antigua sala de módems. Los vetustos aparatos, ahora inservibles, cuelgan todavía de la pared del despacho, sin que nadie los haya reclamado. La doctora muestra, en un recorrido, cómo otros profesionales dividen las habitaciones originales del centro a través de paredes de madera.

 

Relacionados

TE PUEDE INTERESAR

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Más populares