La Organización Internacional del Trabajo (OIT) alertó de la necesidad de dar un impulso al empleo en el sector salud, tras la primera reunión de la nueva Comisión multilateral de las Naciones Unidas, celebrada, recientemente, en Lyon, Francia, presidida por los máximos mandatarios de Francia, Hollande, y Sudáfrica, Zuma y que tiene como objetivo, paliar la insuficiencia de trabajadores en el sector sanitario. La Comisión deberá presentar sus recomendaciones al secretario general de Naciones Unidas el próximo mes de septiembre
El encuentro reunió a un grupo multisectorial de comisarios, designados para elaborar una serie de recomendaciones relativas a la creación de puestos de trabajo del sector salud y social como un medio para promover el crecimiento económico. La escasez de RR.HH., según se puso de manifiesto en la reunión, amenaza a la salud pública y también a la economía, como quedó demostrado durante el brote de Ébola 2014-15 en África occidental y como se está viendo en la actualidad durante la epidemia del virus Zika. Es por ello, como puso de manifiesto que el mundo necesita mano de obra para mejorar la cobertura de la sanidad universal y para asegurar que todas las personas disfrutan del derecho a la salud.
Es por ello que desde la Comisión de la ONU se propone un importante cambio de paradigma político para promover la inversión en el sector de la salud con el fin de estimular el crecimiento económico, el empleo productivo y el trabajo decente, además de garantizar una vida saludable y de bienestar, tal como se señaló.
Al dirigirse a los integrantes de esta nueva Comisión de alto nivel de las Naciones Unidas sobre el Empleo en la Sanidad y el Crecimiento Económico el director general adjunto de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Gilbert Houngbo subrayó que “las recientes medidas de lucha contra las pandemias ilustran la necesidad apremiante de solucionar el grave déficit de mano de obra en el sector de la salud , sobre todo en los países de bajos ingresos y de ingresos medios-bajos».
“La necesidad de profesionales de la salud en los países de ingresos bajos y medios-bajos supera de lejos el número de trabajadores con una formación médica que se incorporan al mercado laboral; de aquí a 2030, el déficit podría llegar a 18 millones”, según advirtió el representante de la OIT.
Gilbert Houngbo señaló, además, que la migración internacional de los trabajadores de la salud se está convirtiendo cada vez más en lo que Gilbert Houngbo definió “un mecanismo de fuga de cerebros” de los países en desarrollo que ya carecen de trabajadores cualificados.
Al destacar que dos tercios de los trabajadores empleados en el sector son mujeres, el representante de la OIT insistió también en la importancia de respetar los derechos de los trabajadores de la salud, tales como la igualdad de género, la libertad sindical y el diálogo social.
Junto al representante de la OIT, participaron en la reunión los presidentes de Sudáfrica, Jacob Zuma, y de Francia, François Hollande, Dra. Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo.
«La Comisión aboga por un cambio en la forma en que los responsables políticos perciben el sector de la salud, ya que no debe entenderse como una pérdida de recursos, sino como una fuente de oportunidades,» dijola Dra. Chan, por su parte.
Esta acción colectiva ayudará a reorientar la demanda, estimada por el Banco Mundial, en alrededor de 40 millones de nuevos empleos en el sector de la salud para el año 2030. Con ella también se podrá hacer frente a la escasez estimada por la Organización Mundial de la Salud de 18 millones de trabajadores de la salud en 2030, principalmente en países en desarrollo.
Las recomendaciones de dicha Comisión, previstas para el próximo mes de septiembre, van a estar enfocadas hacia los modelos de educación y formación, así como en la variedad de habilidades requeridas para asegurar que las competencias de los trabajadores de la salud están en línea con las necesidades de las poblaciones, teniendo en cuenta los cambios epidemiológicos y demográficos, y, en particular, el envejecimiento y las enfermedades no transmisibles. También se tendrá en cuenta dar prioridad a la promoción de la salud y a la prevención, así como la innovación, lo que permitirá dirigirse, según se señaló, hacia nuevos modelos de prestación de salud.
Funciones asignadas a la Comisión
Entre las funciones asignadas a dicha Comisión cabe destacar:
Recomendar respuestas multisectoriales y reformas institucionales para desarrollar durante los próximos 15 años una adecuada respuesta en cuanto a recursos humanos de salud con el fin de alcanzar el logro de los ODS y el progreso hacia la Cobertura Universal de Salud (UHC). Estas acciones permitirán un crecimiento económico inclusivo mediante la creación de una fuente local sostenible de empleo.
También se ha establecido determinar las fuentes innovadoras de financiación y las condiciones necesarias para maximizar los rendimientos socioeconómicos de las inversiones en el empleo del sector sanitario y social.
Analizar los riesgos de desequilibrios globales y regionales y la distribución desigual de los trabajadores de la salud y evaluar los potenciales efectos beneficiosos y adversos de la movilidad internacional, constituye otro de los retos para dicha Comisión.
Finalmente, el compromiso político de los gobiernos y los asociados es clave para apoyar la implementación de las acciones propuestas por la Comisión.
La Comisión se estableció a raíz de la resolución A/RES/70/183 de la Asamblea General de las Naciones Unidas que reconoce que “invertir en nuevas oportunidades de empleo para el personal sanitario también podría agregar un valor socioeconómico más amplio a la economía mundial y a las economías nacionales y contribuir a la aplicación de la Agenda 2030”, por lo que solicita al secretario general de la ONU que estudie las medidas necesarias para suplir el déficit mundial de trabajadores de la salud capacitados”.
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