El I Foro del Colegio de Médicos de Sevilla contra Agresiones a Médicos ha puesto de manifiesto la necesidad de trabajar en tres focos principales: la coordinación y el compromiso de todas las instituciones implicadas; la prevención como el mejor tratamiento en cualquier conflicto social; y la atención inmediata al colegiado ante la agresión, con el apoyo de un sistema como el PAIME
Sevilla, 4 de febrero 2014 (medicosypacientes.com)
Lo expuesto en común durante el I Foro del Colegio de Médicos de Sevilla contra Agresiones a Médicos pone de manifiesto que hay que centrar la actuación en tres focos principales: La coordinación y el compromiso de todas las instituciones implicadas en afrontar el problema y buscar soluciones; la prevención como el mejor tratamiento en cualquier conflicto social (para ello es importante crear sensibilización social a través de los medios y potenciar el entrenamiento a los profesionales para enseñarles a detectar y manejar las situaciones de riesgo y potenciar la habilidad de la comunicación adiestrando ante situaciones de crisis); y la atención inmediata al colegiado ante la agresión, necesita además un seguimiento del caso y poner a su disposición un sistema de apoyo (PAIME), según se puso de manifiesto.
El Colegio de Médicos de Sevilla y la Fundación Colegio de Médicos de Sevilla fueron los encargados de acoger dicha jornada, organizada en colaboración con el grupo empresarial Morera & Vallejo, con el fin de afrontar y dar respuestas a los actos de violencia contra el personal médico y sanitario que se han ido incrementando en los últimos años hasta convertirse en un grave problema social.
Con la participación de representantes de distintos organismos e instituciones, y con la finalidad de analizar la situación y establecer actuaciones globales frente a las agresiones, con este encuentro se pretendió lograr una mayor concienciación por parte de la población y un claro compromiso de los poderes públicos ante esta problemática.
El presidente del Colegio de Médicos de Sevilla, Dr. Juan Bautista Alcañiz Folch, dio la bienvenida a los asistentes a este l Foro del que resaltó su estudiado y preparado programa. Mostró su satisfacción por contar con todas las instituciones involucradas en el problema: profesionales médicos y sanitarios, Administración Sanitaria, Administración de Justicia, y Fuerzas de Seguridad, por primera vez juntas en un encuentro de esta naturaleza, en los que participaron a través de dos mesas redondas para abordar en profundidad el problema en común y una guía de actuación conjunta. Asimismo, puso de manifiesto la línea de colaboración abierta con los sindicatos para, entre otros asuntos, abordar con mayor rigor actuaciones ante este grave asunto.
Antonio Morera Vallejo, presidente del grupo Morera & Vallejo y patrono de la Fundación Colegio de Médicos de Sevilla, manifestó su satisfacción de participar en este importante Foro sobre un tema social que requiere profunda concienciación social. Como representante de un grupo empresarial con amplia trayectoria en el ámbito de los Seguros, destacó la importancia de la prevención y la formación de cara a una mejor defensa ante la situación.
La presentación del Foro contó en su inauguración con la participación del presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, Dr. Francisco Martínez Amo, y del vicepresidente I del RICOMS, Dr. Alfonso Carmona Martínez.
El encuentro se desarrolló en torno a dos mesas redondas. La primera de ellas, «Las agresiones a médicos y personal sanitario. Un problema de todos» contó el secretario técnico del CACM, Manuel Pérez Sarabia, como moderador, y la participación como ponentes del Dr. José Alberto Becerra, secretario general del Colegio de Médicos de Badajoz y coordinador del Observatorio Contra Agresiones de la OMC; José María Cañal Fernández de Peñaranda, fiscal de la Audiencia Provincial de Sevilla; Santiago Campo Rama, jefe de los Servicios Jurídicos del RICOMS; Ernesto Segura Iglesias, capitán jefe de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla, y Antonio López García, representante de la Policía Nacional.
Para el Dr. Becerra, la situación es altamente preocupante y resaltó la importancia de que todos los actores implicados establezcan líneas de acción conjuntas. Fue rotundo al definir la agresión al médico como violencia social. Puso de manifiesto la labor que desarrolla el Observatorio de la OMC Contra las Agresiones, destacando la presentación de la Guía de Agresiones en 2009, así como el Registro Nacional de Agresiones (el único con los datos de todo el país) que mostró en el periodo 2010-2012 un total de 1.363 agresiones.
Entre las líneas de actuación para evitar esta lacra, la OMC propone mejorar el registro y llevar a cabo un exhaustivo análisis de las sentencias con las respuestas de los órganos judiciales y la opinión de las asesorías jurídicas de los Colegios. Resaltó que 24 sentencias fueran consideradas como atentado y la importancia de mantener la campaña de concienciación social, así como de consolidar el Día Nacional Contra las Agresiones, que este año se celebrará el próximo día 20 de marzo.
Para la OMC, es imprescindible continuar los contactos con todos los grupos políticos y las autoridades, especialmente con el Ministerio de Sanidad y la Fiscalía del Estado, en pro de establecer un marco legal e institucional en el que desarrollar las actuaciones.
Al Observatorio le preocupa la desprotección en el sector privado. Para la OMC el acto médico es el mismo, y por lo tanto, ante una agresión debe plantearse la respuesta del mismo modo en el ámbito de la medicina pública y en la privada. Aunque el cambio legislativo es difícil, entiende necesario una defensa más ecuánime desde la Fiscalía en este asunto.
Asimismo, destacó la puesta en marcha con el Ministerio de Sanidad de una Mesa Técnica en la que se plantean una serie de recomendaciones y propuestas de soluciones como son: impulsar las medidas a adoptar en el ámbito estatal y establecer los protocolos de colaboración con los cuerpos de seguridad.
Por su parte, el fiscal de la Audiencia Provincial de Sevilla, José María Cañal Fernández, centró su ponencia en el atentado, ofreció una visión de las tipificaciones del delito y planteó cambios en el Código Penal para que la legislación se hiciera más sensible y realista ante el problema.
A continuación, el jefe de la Asesoría Jurídica del RICOMS, Santiago Campo, presentó la labor desarrollada desde el Colegio de Médicos de Sevilla, pionero en denunciar públicamente las agresiones a los facultativos, en solicitar a las administraciones acciones eficaces contra el incremento de la inseguridad que sufre el personal laboral sanitario, y en reclamar actuaciones judiciales contundentes contra los agresores.
Sugirió la necesidad de intentar que se adapten los centros de trabajo y se lleve a cabo la instalación de alarmas y videocámaras. Reclamó más vigilancia privada y el respaldo de las fuerzas de seguridad, así como la conveniencia de un acompañante en las consultas, es decir, que el médico esté acompañado por el enfermero. También resaltó, que la Junta Directiva del Colegio de Médicos de Sevilla considera prioritario el problema de las agresiones, y anunció la activación de un Plan de Prevención y Atención al colegiado.
Por su parte, el capitán jefe de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla, Ernesto Segura, presentó la actuación de la Benemérita ante las agresiones a sanitarios, con un Plan de Seguridad que nace en 2010, tras un repunte de infracciones penales, tanto en personal sanitario y médicos (especialmente amenazas e injurias, además de lesiones) como contra la propiedad.
Antonio López García, en representación de la Policía Nacional, resaltó el desmoronamiento en el respeto que en la actualidad sufren instituciones y colectivos como médicos, profesores, religiosos, e incluso los cuerpos de seguridad, y demandó actuaciones para paliar o prevenir estas actitudes.
Ambos representantes de las Fuerzas de Seguridad del Estado coincidieron en resaltar sus limitaciones a la hora de intervenir y el tiempo mínimo de reacción ante el hecho delictivo.
La segunda mesa redonda, bajo el título «Guías de actuación ante una agresión al médico y personal sanitario», que fue presentada y moderada por el Prof. Dr. Alfonso Blanco Picabia, catedrático de Psiquiatría y Psicología de la Universidad de Sevilla y director de la Fundación del Colegio de Médicos de Sevilla, y contó con la participación del Dr. José Manuel García Lezcano, director general de Defensa Jurídica del RICOMS; Esperanza Gallego Calvante, letrada del Servicio Andaluz de Salud; el Dr. Julio Antonio Guija Villa, jefe del Servicio de Psiquiatría Forense del Instituto de Medicina Legal de Sevilla; y el secretario general del RICOMS, Dr. Juan Manuel Contreras Ayala.
El Dr. José Manuel García Lezcano, director general de Defensa Jurídica del RICOMS, fue el encargado de presentar cómo se ven las agresiones desde el punto de vista del médico. Incidió en que la inseguridad es una muestra de la falta de respeto hacia la profesión y puso sobre la mesa el que muchos no denuncien por miedo, porque el médico se ve desprotegido.
Para el Dr. García Lezcano, el médico es la diana del agresor descontento, la Administración no lo soluciona y apenas toma medidas, sin contar con sindicatos o colegios profesionales. Denunció la escasez de vigilantes y demandó para los centros de salud y hospitalarios las mismas medidas de seguridad existentes en otros centros administrativos como Hacienda, Justicia o Ayuntamientos.
Recordó la importancia de hacer ver a los usuarios no sólo sus derechos sino también sus deberes y demandó sanciones administrativas, como podían ser la suspensión del servicio de asistencia gratuita, o hacer públicos el nombre y apellidos de los agresores, todo ello con objeto de que el castigo tenga una publicidad suficiente para provocar efecto disuasorio.
A continuación, Esperanza Gallego, letrada del Servicio Andaluz de Salud, para quien no es admisible que se tome la agresión como algo normal, presentó en su ponencia el Plan de Prevención y Atención de Agresiones para los Profesionales del SSPA. Puso de manifiesto que el SAS tiene su propio protocolo y aseguró que se toma muy en serio este asunto. Planteo el problema como educacional, manifestó que no es fácil la prevención y apuntó a que el perfil del agresor ha cambiado, ahora cualquiera usuario puede serlo.
Entre las medidas con las que la Administración se enfrenta al problema, ofreció datos sobre la instalación de más de 2.000 botones antipánico, 1.446 interfonos, más de 1.500 teléfonos de aviso directo, videocámaras, vigilantes, detectores y GPS en ambulancias, así como la puesta en marcha de jornadas de formación en los centros sanitarios para entrenar al profesional y enseñarle técnicas de negociación con el usuario.
Seguidamente, el Dr. Julio Antonio Guija, jefe del Servicio de Psiquiatría Forense del Instituto de Medicina Legal de Sevilla, destacó en su ponencia que en Andalucía es dónde mayor número de agresiones se producen, sobre todo en las áreas de Urgencias y Psiquiatría. Estableció cómo la agresión física, la amenaza verbal, los insultos y las injurias, provocan daño psíquico, y cómo las situaciones vitales estresantes ocasionan daños psíquicos graves. Incidió en el gran número de casos que no se denuncian, y en que sólo 2 de cada 10 profesionales se sienten apoyados por la administración, un reclamo que presentó como algo esencial para que el médico sienta respaldo desde el punto de vista psíquico.
La segunda mesa redonda contó, por último, con la participación del Dr. Juan Manuel Contreras, secretario general del RICOMS. Según puso de manifiesto, la Junta Directiva de la que forma parte, tomó conciencia de que la respuesta desde el Colegio frente a las agresiones era tibia, por lo que decidieron, entre otras medidas, promover la realización de este Foro al que se pretende dar continuidad.
Para el secretario general del Colegio, es deber de la institución dignificar la profesión y prevenir las agresiones. Para ello reclamó la mejora de las condiciones laborales, promover medidas disuasorias y sobre todo incidir en la necesidad de una buena educación, civil, urbana y de procedimiento.
El Dr. Contreras anunció que el Colegio ofrece un nuevo Protocolo de Agresiones que permite un contacto inmediato y pone en marcha la actuación de un equipo de personas dispuestas a atender de forma diligente y continuada al médico agredido, con un portavoz, un defensor jurídico, una asistencia jurídica, una Secretaría General, que coordina las medidas, y una secretaría técnica, que hace un seguimiento del caso.
Asimismo, destacó la importancia de la post-agresión, por lo que consideró importante resaltar la labor que desarrolla el Programa PAIME a través de la Fundación Patronato de Huérfanos y Protección Social de Médicos y que garantiza apoyo psicológico, seguimiento y tratamiento de las secuelas. Finalizó su intervención con el lema que encabeza el programa de este Foro, «Con la agresión, tolerancia cero».
En las conclusiones que pusieron punto y final a la jornada, el Dr. Blanco Picabia, insistió en que el encuentro nace con vocación de continuidad y se prolongará para evaluar futuras actuaciones. Propone una mesa de seguimiento con los afectados, a la que invitar también a participar a asociaciones de pacientes, la conveniencia de que los contactos de todas las instituciones y organismos implicados sean regulares, y que se analicen los protocolos de actuaciones mutuos para que el abordaje del paciente sea efectivo y correcto.
Por último, alertó sobre las agresiones por interés, o simuladas, como las denuncias por negligencia al médico con el objetivo de obtener beneficios económicos.
