En lo que va de año, la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica se han notificado seis casos confirmados de infección por virus Zika (5 en la Comunidad Autónoma de Madrid y 1 en Cataluña). Uno es un caso de Zika congénito cuya madre se infectó en zona de riesgo y los otros cinco son importados
Ante la epidemia por virus Zika en la Región de las Américas, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III y las Comunidades Autónomas, ha establecido una vigilancia de casos de enfermedad por virus Zika.
Entre los años 2015 y 2016 se notificaron a través de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica 310 casos confirmados de infección por virus Zika, todos ellos detectados en personas procedentes o que habían visitado países afectados, salvo dos casos autóctonos de transmisión por vía sexual. Cuarenta y cinco eran mujeres que estaban embarazadas en el momento de la toma de las muestras y en tres casos se detectó Zika congénito; en todos ellos las madres se infectaron en zonas de riesgo.
Protocolo de Sanidad
En concreto, 2016 se cerró con un total de 307 casos, con Cataluña y Madrid, a la cabeza. Ese mismo año el Ministerio y los gobiernos autonómicos acordaron en la Comisión de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud (SNS) la aprobación de un protocolo de vigilancia epidemiológica del zika y un plan de preparación y respuesta para éstas y otras enfermedades transmitidas por mosquitos, que en abril fue ratificado en el Consejo Interterritorial (CISNS).
Entre otras cuestiones, se recomendaba a cualquier persona que hubiera estado en alguna zona con el virus latente, posponer ocho semanas desde su regreso las relaciones sexuales sin protección con mujeres que estén embarazadas o tengan intención de serlo, para evitar un posible contagio a través del semen y dado el posible riesgo de microcefalia fetal que todavía no se ha confirmado.
Las mujeres embarazadas que hubieran viajado a países de riesgo por virus zika serán sometidas a análisis de sangre y orina si al regresar a España presentan alguna sintomatología indicativa de la infección, según el protocolo de seguimiento acordado con la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).
Y en caso de confirmarse la presencia del virus, se realizarán ecografías seriadas para controlar el crecimiento y, sobre todo, la morfología fetal cada dos semanas, siendo imprescindible el concurso de obstetras avanzados en el diagnóstico ecográfico prenatal y en la sospecha diagnóstica de infección fetal.
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