La trágica muerte del doctor Marco Antonio Becker, asesinado en Brasil, ha llenado de consternación a la profesión médica española y latinoamericana, ya que con su muerte desaparece uno de los médicos más representativos y comprometidos de la profesión médica, que compartía estrechos lazos con la Organización Médica Colegial de España
Madrid, 11 febrero 2009 (medicosypacientes.com)
In Memoriam
EN EL ADIOS DEL DR. BECKER. COMPROMISO Y EJEMPLO
Marco Antonio Becker
Con enorme sorpresa y consternación nos enteramos del reciente fallecimiento, asesinado, del Dr. Marco Antonio Becker, uno de los médicos más representativos y comprometidos de la profesión médica en Iberoamérica que compartía estrechos lazos con la OMC española.
El Dr. Becker ejercía la oftalmología en el estado brasileño de Río Grande do Sul, concretamente en su capital, Portoalegre, ciudad en la que nació, en el seno de una familia de origen alemán y en la que encontró trágicamente la muerte, vilmente asesinado en circunstancias todavía sin esclarecer. Al parecer, fue tiroteado dentro de su coche tras ser abordado por dos hombres desde una moto, en lo que parece ser un crimen premeditado. Había presidido CREMERS (Consejo Regional de Medicina de Río Grande do Sul) durante más de diez años, siendo actualmente su vicepresidente además de Secretario General de CONFEMEL (Confederación de Entidades Médicas de América Latina y del Caribe), institución de referencia entre los Colegios y Asociaciones Médicas de la zona, de la que fue su presidente entre 2006 y 2008, hasta un mes antes de su asesinato.
Marco Antonio Becker era un hombre que no pasaba desapercibido, ya desde sus cerca de dos metros de altura, pero sobre todo, por su estilo directo y valiente al decir las cosas y al denunciar lo irregular y su compromiso rotundo y decidido con la profesión médica. Su curiosidad e inquietud constantes, su relación fácil y directa con los demás, sin exclusiones, lo hacían un personaje singular y destacado entre los representantes médicos de Iberoamérica. Políglota, hablaba varios idiomas, entre ellos un perfecto español, gran conversador, era un gran aficionado al fútbol, como nos demostró el pasado noviembre en Buenos Aires al regresar del partido Boca Juniors ? Independiente de Portoalegre, su equipo, que por cierto ganó 1-2 en el marco de la copa Libertadores, en lo que constituyó para él una celebración entusiasta, euforizante hasta el éxtasis, sin duda una de las ultimas alegrías de su vida.
Su afinidad por España y lo español era notorio y así nos lo demostró el pasado mes de mayo en Madrid, cuando como Presidente de CONFEMEL participó en el FIEM (Foro Iberoamericano de Entidades Médicas) en la sede del Consejo General de Colegios de Médicos, en donde nos presentó una brillante ponencia sobre la ?Migración interna de los médicos de América Latina y el Caribe? apuntando los problemas derivados de las migraciones médicas y la necesidad de garantías en la formación y la titulación que hicieran posible la circulación de los médicos en el área de CONFEMEL y con Europa y EEUU. Estaba también prevista su participación e intervención en el II FIEM que se celebrará este año en Toledo entre los días 7 y 9 de mayo y que será un buen momento y un buen lugar para recordarlo y seguir por el camino del compromiso con la profesión que él nos marcó.
Simpático, alegre y humanista interesado por todo, arte, historia, literatura? recuerdo su interés en Gustavo Adolfo Bécquer, con quien compartía un apellido españolizado y raíces alemanas y los versos de Antonio Machado que recitaba. Todo y todos le interesaban y para todos tenía una frase amable y un gesto especial, igual que tenía la palabra precisa para encauzar una reunión que presidía o para concluir un asunto polémico. Profesionalmente gozaba de extraordinario prestigio, ya que fue presidente-fundador de la Sociedad Gaucha de Oftalmología, y en el ámbito colegial era un personaje de referencia en Brasil, de cuyo Consejo Federal de Medicina había sido Vicepresidente.
Profundo conocedor de los problemas de la profesión médica a nivel local, regional, ibero americano y mundial, como lo demostró con su participación activa en la última Asamblea General de la Asociación Médica Mundial celebrada en Seúl (Corea del Sur) en el mes de octubre, solo unas semanas antes de su muerte y en la que defendió con la energía y convicción , habituales en él, ciertos aspectos de la ?Declaración de Helsinki? que garantizan la investigación en seres humanos entre las personas más desprotegidas.
En el ámbito de la representación de la profesión médica tuvo una eficaz y dilatada trayectoria, en la que destacó su compromiso con la ética médica y con la defensa del médico y de sus condiciones de trabajo así como de la calidad de la formación en la medicina y en la atención al paciente. Se opuso enérgicamente a la apertura indiscriminada de Facultades de Medicina de Brasil, luchando por una medicina mejor y por un mundo mejor. Todo lo hacía con entusiasmo y coraje, pensando siempre en lo mejor para el paciente, la medicina y la sociedad.
Valgan estas líneas como recuerdo y homenaje póstumo y sentido a un gran compañero que se distinguió por sus valores profesionales y humanos y que con su muerte deja un enorme vacío en el ámbito de los Colegios Médicos de Iberoamérica y entre todos nosotros que será muy difícil de reemplazar porque sus características personales de humanidad, valentía, capacidad, entrega y compromiso con la profesión médica lo hacen irreemplazable. Un hombre bueno, un extraordinario médico con ciencia y conciencia y un representante colegial inigualable cuyo ejemplo y recuerdo deben ser un referente para toda la profesión médica iberoamericana. Con su muerte, que nos produce un gran dolor, perdemos a un gran hombre, a un gran amigo y a un gran dirigente y líder médico. Descanse en paz el Dr. Marco Antonio Becker y que la tierra le sea leve.
José Ramón Huerta Blanco
Coordinador del Área Internacional de la Organización Médica Colegial (OMC)
