Los intervinientes en la jornada recuerdan que «los pacientes tienen derecho a la intimidad y la privacidad acerca de sus datos», y aseguran que esa protección «mejora el funcionamiento de las organizaciones»
San Sebastián, 5 de febrero de 2015 (medicosypacientes.com/COM Guipuzkoa)
Clarificar a los médicos cuáles son sus obligaciones en materia de protección de datos y solucionar todas las dudas que pudieran plantearse al respecto. Con ese objetivo tuvo lugar el miércoles en San Sebastián la jornada «Protección de datos en el ámbito médico» que organizó y acogió el Colegio Oficial de Médicos de Gipuzkoa.
Alrededor de una misma mesa se sentaron Iñaki Pariente, director de la Agencia Vasca de Protección de Datos; Susana López Altuna, subdirectora de Asesoría Jurídica del Servicio Vasco de Salud-Osakidetza; y Jon Pellejero, asesor jurídico del Colegio de Médicos de Gipuzkoa, que aportaron referencias legislativas, reflexiones y casos prácticos ante el asunto que centró también el debate posterior.
Pariente se valió de numerosos ejemplos para justificar que la protección de datos debe dejar de ser un «engorro» y para desterrar esa percepción existente entre un buen número de profesionales acerca de que supone una obligación que «va a fastidiar» el trabajo diario de los médicos. Por el contrario, él sostuvo que la protección de datos «es un elemento que favorece a las organizaciones» y «mejora su funcionamiento».
A veces, recalcó, los médicos se encuentran ante el dilema de qué hacer con los datos o las historias clínicas de los pacientes. Y en este punto él fue claro: «no se pueden ceder sus datos a no ser que se tenga un consentimiento expreso del paciente o se pueda aplicar una norma de rango legal que habilite esa cesión». Pariente repasó, además, los distintos niveles de seguridad existentes en el manejo de esos datos, e hizo especial hincapié en los peligros que pueden ocasionar las nuevas tecnologías en esa materia.
La número dos del departamento de Asesoría Jurídica de Osakidetza optó, por su parte, por mencionar cuáles son los «datos especialmente sensibles» de los pacientes con los que los médicos tienen que tener, también, un especial cuidado. Repasó, asimismo, el funcionamiento interno del Servicio Vasco de Salud para cumplir con la protección de datos y recalcó que el incumplimiento de lo establecido en la normativa interna «puede traer consecuencias jurídicas graves». López Altuna recordó, además, que todos estos sistemas llevan años implementándose porque «los pacientes tienen derecho a la intimidad y privacidad acerca de sus datos».
Pellejero aportó numerosas referencias legislativas para apoyar su intervención, y abogó por que las administraciones y empresas sanitarias pongan «las medidas y los límites para que los profesionales únicamente accedan al material que necesita» respecto a los datos de los pacientes. El asesor jurídico del Colegio detalló los principios de la Ley Orgánica de Protección de Datos y destacó por su importancia los de seguridad y confidencialidad. Pellejero también habló sobre los usos que se pueden realizar de las historias clínicas de los pacientes y realizó un repaso a las sanciones recogidas por los distintos reglamentos. El coloquio final estuvo precisamente monopolizado por el debate existente en torno a los límites entre la ley y las necesidades de los médicos en su labor asistencial.
