En el acto de clausura de la segunda edición del curso «Título de Experto en Ética Médica» participaron expertos de diferentes latitudes tanto a nivel nacional como internacional que aportaron una perspectiva complementaria del momento actual de auge de la ética médica y constataron como ésta fortalece la figura del profesional médico en su actividad asistencial
Madrid, 25 de junio 2013 (medicosypacientes.com)
La Fundación Ortega-Marañón acogió el pasado fin de semana el acto de clausura de la segunda edición del Curso «Título de Experto en Ética Médica, actividad promovida por la Fundación para la Formación de la OMC (FFOMC) y el Instituto Universitario de Investigación Ortega Gasset y su Fundación Ortega Marañón, que ha venido impartiéndose durante los últimos ocho meses.
Unas jornadas de clausura que contaron con la participación de ponentes muy relevantes de diferentes latitudes como Pablo Rodríguez del Pozo, profesor de Ética de la Universidad de Cornell (NY), de Qatar, y el profesor Pablo Gonzalez Blasco. Director del Instituto para o Desenvolvimento Humanistico da Educaçao em Saude (IDHE-SOBRAMFA), de Sao Paulo, Brasil. Del ámbito nacional se contó con la participación del profesor Fernando Bandrés, profesor de Medicina Legal, de la Universidad Complutense, y miembro de la Fundación Tejerina; y de la profesora de la Universidad de Zaragoza Maite Delgado, miembro, a su vez, del Grupo de investigación en Bioética del Instituto de Investigación de Aragón. Todos ellos ofrecieron exposiciones muy enriquecedoras, aportaron una perspectiva complementaria del momento actual de auge de la ética médica y constataron como ésta fortalece la figura del profesional médico en su actividad asistencial.
El presidente de la OMC, el doctor Rodríguez Sendín, fue invitado a dirigir unas palabras al alumnado del que destacó su preparación para la investigación y docencia en ética médica.
Rodríguez Sendín centró su intervención en la importancia de la ética médica para hacer frente a los retos de la actual crisis sanitaria. Durante el coloquio con los asistentes aseguró que la profesión médica se guía por valores y animó a mantenerlos vigentes; además, destacó, ante este momento de complejidad, la necesidad de los Colegios Médicos.» El Colegio ?según dijo- es una magnifica herramienta ya que la repuesta a los problemas de la profesión debe ser global, colectiva y articulada por los Colegios».
El director académico del Curso «Título de Experto en Ética Médica», el doctor Rogelio Altisent, repasó los cimientos sobre los que se ha sustentado esta actividad formativa que ya va por su segunda edición. «Se trata de dar fundamento sólido para mejorar la docencia y el desarrollo de la investigación, dada la necesidad de ampliar el conocimiento en esta área».
En esencia, como explicó el doctor Altisent, «la formación académica en ética tiene que servirnos básicamente para ser capaces de dar una explicación sobre si un determinado comportamiento profesional es positivo o es negativo».
Por otra parte, anunció que va a comenzarse a trabajar en la puesta en marcha de una tercera edición del Curso de Título de Experto en Ética Médica, para lo cual se ha abierto un apartado de información y preinscripción a través de la Fundación para la Formación de la OMC (FFOMC).
El profesor Antonio López Vega, subdirector del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset, ofreció un análisis sobre la historia del «Estado del Bienestar» en España, resaltando la importancia que en estos momentos de crisis tiene no perder memoria histórica del origen de dicha etapa en la vida de los españoles, además de contribuir a enmarcar el origen del contexto actual.
En esta jornada de clausura puso el broche científico el doctor Marcos Gómez Sancho, presidente de la Comisión Central de Deontología de la OMC, quien disertó sobre «la atención al final de la vida: una escuela de dignidad y humanismo», destacando la necesidad de atender al enfermo de manera óptima hasta el último momento, dado que así lo establece, además, el Código Deontológico en su artículo 36.1.
También destacó como importante el entorno en el que se produce la muerte, abogando, al respecto por la muerte en la propia casa del enfermo, rodeado de sus seres queridos, recibiendo el mejor de los tratos en los últimos momentos y evitando en lo posible lugares tan fríos como las urgencias de un hospital.
