Con motivo de la reciente puesta en marcha de la Oficina de Cooperación Internacional del Colegio de Médicos de Zaragoza, “MedicosyPacientes” ha entrevistado a su presidenta, la Dra. Concha Ferrer, quien asegura, que el objetivo de la creación de esta oficina es el de “ser interlocutores de los cooperantes con la Administración para preservar sus derechos”, así como “registrar y dar apoyo a las organizaciones de cooperación” que han sido creadas en su comunidad
La Dra. Ferrer, patrona de la Fundación de los Colegios Médicos para la Cooperación Internacional (FCOMCI) resalta, además, que esta fundación “ha realizado un trabajo importante” en lo que se refiere a hacer de interlocutor de las organizaciones de solidaridad y las instituciones sanitarias para conseguir que los cooperantes vean reconocidos todos sus derechos, “no sólo quienes participan en proyectos de cooperación realizados por la Sanidad Pública, sino también aquellos que tienen que utilizar sus periodos vacacionales o sus permisos sin sueldo”, señala.
¿Cómo surgió la idea de crear una Oficina de Cooperación Internacional en el Colegio de Médicos de Zaragoza?
La actividad desarrollada por la oficina de cooperación central, y la existencia de colegiados que participan habitualmente, en nuestra comunidad autónoma, con programas y proyectos solidarios de cooperación, ha motivado que se creara esta oficina.
¿Qué objetivos persigue?
Los objetivos son diversos: por un lado registrar y dar apoyo a las organizaciones de cooperación que han sido creadas en nuestra comunidad autónoma como: Ilumina África (oftalmólogos) devuélveles la sonrisa (cirujanos plásticos y anestesistas).
Por otro, ser interlocutores de los cooperantes con la administración para preservar sus derechos. Y también, establecer un registro de cooperantes.
¿Qué proyectos de cooperación se hacen desde el Colegio de Médicos?
Independientemente de esta labor continuada que se realiza desde entidades creadas por los propios colegiados y sociedades científicas, el colegio de médicos de Zaragoza convoca, desde hace ya varios años, Ayudas a Proyectos de ONGs Sanitarias por una cantidad económica que supera el 0,7% anual del presupuesto colegial. De ahí que recibamos mucha información de lo que se está haciendo en Zaragoza en este ámbito, y que desde el Colegio estemos apoyando proyectos solidarios que se eligen todos los años por medio de esta convocatoria.
¿Cuál cree que es el papel de los Colegios de Médicos en este ámbito?
Crear un registro de profesionales cooperantes donde se incluyan a todas las personas dedicadas al ámbito de la solidaridad, con su capacitación etc… Pero también servir de apoyo a los que están en labores de cooperación, y formar y apoyar a los cooperantes, favoreciendo sus relaciones con la administración y la protección de sus derechos.
Como patrona de la Fundación de los Colegios de Médicos para la Cooperación Internacional (FCOMCI) y conocedora de su labor, ¿Cómo valoraría el trabajo que está desarrollando en relación con la cooperación para el desarrollo y la emergencia humanitaria, junto con los Colegios Médicos? En su opinión ¿qué retos aún hay que trabajar?
Creo que en el tiempo que llevo en la fundación se ha realizado un trabajo muy importante. La Fundación es un interlocutor de las organizaciones de solidaridad y las instituciones sanitarias para conseguir que los cooperantes vean reconocidos todos sus derechos. Y no sólo quienes participan en proyectos de cooperación realizados por la Sanidad Pública, sino también aquellos que tienen que utilizar sus periodos vacacionales o sus permisos sin sueldo.
En cuanto a los retos, creo que será importante tener esa lista de profesionales cooperantes para poder apoyar su labor; plantear proyectos de cooperación como el proyecto iniciado en Sahara y extenderlos a otras situaciones de participación solidaria; y servir de correa de trasmisión a todos esos proyectos solidarios en los que podrían participar profesionales de todas las comunidades autónomas.
A su juicio, ¿cuáles son las principales necesidades en este momento de los profesionales sanitarios cooperantes y voluntarios?
Creo que las necesidades principales van por la línea de la protección sanitaria en los casos en los que la cooperación haya podido minar su fuerza y salud. Asimismo, en conseguir el reconocimiento de su trabajo y que pueda proporcionarles antigüedad y derechos laborales. O tener en cuenta su actividad a la hora de presentarse a plazas en la Sanidad Pública. Y también, facilitar la participación de los profesionales en los proyectos de cooperación, con permisos remunerados.
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