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Dra. De Aranzabal: “Tenemos muy claro que en el siglo XXI no deberían de morir de hambre, ni sufrir tantos niños. Por eso luchamos”

La Dra. Maite de Aranzabal es coordinadora, junto a la Dra. Dolors Canadell, del grupo de Cooperación, Inmigración y Adopción de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), cuya labor consiste en llevar la atención pediátrica a lugares sin recursos y combatir el hambre y la falta de acceso a la salud. Como pediatra cooperante en países como Chile, Mauritania, Calcuta, Burkina Faso, Uganda o Camerún, asegura, en esta entrevista, que desde el Grupo de la AEPap tienen “muy claro que en el siglo XXI no deberían de morir de hambre, ni sufrir tantos niños. Por eso luchamos”

La Dra. De Aranzabal explica para este medio cómo tratan de promover el trabajo pediátrico de calidad en países en vías de desarrollo y formar al pediatra que se inicia en cooperación internacional. “Este año hemos tratado de apoyar a los refugiados de Siria y Afganistán y proyectos en Etiopia donde hay una hambruna que afecta a una buena parte de la población”, señala.

 
Tras lamentar la “poca” cooperación pediátrica que existe en España, afirma que el papel del pediatra es “importantísimo” porque la demografía en esos países arroja un porcentaje de casi el 50% de la población menor de 15 años.
 
En cuanto, a la labor Fundación para la Cooperación Internacional de la Organización Médica Colegial (FCOMCI) destacó su ayuda a la promoción de la cooperación médica y también al cooperante individualmente. “Si pudiéramos demostrar que la ayuda in situ hace disminuir la inmigración y crea un ambiente mucho más propicio para la paz, las sociedades occidentales apoyarían de otra forma la cooperación”, puntualiza.
 
-¿En qué consiste la labor del grupo de Cooperación, inmigración y adopción de la AEPap?
 
Tratamos de promover el trabajo pediátrico de calidad en países en vías de desarrollo, formar al pediatra que se inicia en cooperación internacional y contagiar nuestro entusiasmo por apoyar los países de pocos recursos. Este año hemos tratado de apoyar a los refugiados de Siria y Afganistán y proyectos en Etiopia donde hay una hambruna que afecta a una buena parte de la población. También intentamos hacer actividades de sensibilización y visualización de la infancia huérfana de derechos humanos. Por eso hemos hecho el video “De igual a igual” con Pau Donés.
 
En Inmigración promovemos una completa atención a los niños inmigrantes, estudiamos en qué puntos hay que profundizar en nuestras consultas (adaptación, enfermedades, alimentos, prevención de mutilación genital femenina…) y sensibilizamos a la sociedad sobre la multidiversidad cultural y el derecho universal a la salud.
 
Y en Adopción Internacional, aunque cada vez hay menos adopciones ahondamos en los posibles problemas que pueden tener los niños adoptados al llegar o en otros momentos, como la adolescencia. 
 
-¿Cuáles son los proyectos y actividades que desarrolla?
 
Realizamos protocolos, encuestas, cursos monográficos de formación, participamos en todos los cursos o congresos con una mesa redonda o taller sobre estos temas, escribimos artículos o editoriales en diversos medios, tenemos un apartado en nuestras revistas (Famiped, Familia y Salud, Pediap…) y hacemos una convocatoria para la donación bienal de un presupuesto a un proyecto de salud infantil en países pobres. 
 
En nuestra web de AEPap ofrecemos información sobre protocolos, cursos, congresos, actualidad, noticias y bibliografía actualizada. En la web de otro compañero https://hijosdeevayadan.org/ se publican y actualizan noticias sobre la infancia desfavorecida.
 
-¿Cuál es la situación actual de la cooperación pediátrica? ¿Cómo se desarrolla en España? ¿Ha hecho cooperación usted? 
 
Hay poco movimiento en cooperación pediátrica. Tendría que haber mucho más. Pero lamentablemente entras en el carril de formación-residencia- puesto eventual-interinidad-plaza fija y nadie se atreve a salirse. Las administraciones deberían de contabilizar el trabajo en esos países e incluso pagar un porcentaje del sueldo como Ayuda Oficial al Desarrollo. 
 
La cooperación ofrece muchas caras al pediatra. La investigación por ejemplo brinda un gran abanico de posibilidades para el pediatra en el tercer mundo. Ayudaría mucho a esos países, más que el trabajo asistencial, y sería muy enriquecedor incluso para los investigadores. La formación es otro punto fundamental, ir con temas concretos muy bien preparados y adecuados al entorno para formar a los sanitarios de allí. También la evaluación de proyectos o de estrategias…
 
Para los pediatras que no puedan desplazarse queremos promover el trabajo en cooperación desde aquí, apoyando a ONGs, en nuestro grupo, en el grupo de AEP, en las redes, en diferentes actividades, en conseguir financiación ya que las aportaciones públicas son casi nulas…
 
Sí, las dos coordinadoras de este grupo hacemos cooperación desde hace muchos años tanto aquí como allí. Antes nos desplazábamos para temporadas más largas y ahora para tareas concretas. Yo en concreto estoy en Save the Children y promoviendo la donación del 0,7% en algunas empresas además de la AEpap y la AEP.
 
-¿Cuál es la función de la AEPap en este grupo de cooperación?
 
La AEPap ha sido pionera en este tema. Nos ha facilitado el lugar idóneo para poder desarrollar y difundir nuestras iniciativas y actividades. Nos da mucho protagonismo en sus actividades en general. 
 
Además hay que dejar claro que el tipo de asistencia que hay que fortalecer en esos países es la Atención Primaria. Llegar hasta las comunidades, cambiar hábitos, facilitar el acceso a la salud. Desde la Atención Primaria debe de producirse la mejoría de los sistemas sanitarios y con ello el cambio en las cifras de mortalidad y prevalencia de enfermedades. 
 
-¿Y el papel del pediatra? ¿Son muchos los que participan en proyectos de cooperación?
 
El papel del pediatra es importantísimo porque la demografía en esos países arroja un porcentaje de casi el 50% de la población menor de 15 años. 
 
Hay algunos pediatras que participan en cooperación con diferentes ONGs y también residentes que realizan una rotación en países de bajos recursos. Pero casi siempre por periodos muy cortos de tiempo.
 
Es cierto que algunos compañeros y compañeras residen por años en esos países y están logrando cambios, pero la mayoría tiene miedo de perder oportunidades laborales, recursos etc y no se decide a dar el paso. No tienen en cuenta la maravillosa experiencia que es trabajar allí, enseñar, aprender, investigar, convivir, trabajar con menos recursos técnicos y mucha más patología, sentirte útil cada momento y vivir experiencias inolvidables.
Pero afortunadamente cada vez nos consultan más, es mayor el interés en estas patologías así como en cooperar internacionalmente. 
 
-¿Cuál son las mayores necesidades de la población infantil en los países con bajos recursos? 
 
Las cifras de mortalidad y prevalencia han mejorado mucho. De 10 millones de niños menores de 5 años hace dos décadas a 6 millones en 2014. Esto habrá sido debido probablemente a cambios de orden socio-económico mundial pero también a grandes campañas de cooperación promovidas por Instituciones, ONGs y Fundaciones privadas. ¡Pero queda mucho por hacer!
 
Hoy en día las patologías con más carga y con posibilidad de ser evitadas son la malnutrición, la patología que rodea el embarazo y el período neonatal, la diarrea, procesos respiratorios, malaria, TBC y VIH.
 
¿Cómo la AEPap conciencia a los pediatras sobre esta situación?
 
Como les hemos comentado participamos en cursos y congresos de pediatría con los temas mencionados malaria, enf Chagas, malnutrición, VIH,… hacemos seminarios sobre conceptos básicos en cooperación internacional. Ahora estamos organizando un “I curso de introducción a la cooperación internacional. Bases del AIEPI” en Barcelona para el 20 de mayo destinado a residentes de pediatría, pediatras, médicos enfermeras que quieran cooperar y no tengan experiencia.
En la AEPap tenemos muy claro que en el siglo XXI no se deberían morir de hambre y sufriendo tantos niños. Por eso luchamos en tantos frentes.
 
-¿Qué formación precisa un pediatra cooperante? ¿Se le facilita desde la AEPap? ¿Qué apoyo recibe de este grupo?
 
La formación no es sólo científica.
 
El pediatra que va por primera vez tiene que ir preparado especialmente en adaptación al trabajo allí, entender los enormes condicionantes sociales, culturales, climatológicos, religiosos y económicos que existen en todas las sociedades. Hay una parte que desarrollamos en todos los cursos dedicada a “Ética del cooperante”.
 
Además de eso, es importante que esté formado en estrategias de cooperación, tiene que tener clara su labor allí, el objetivo no es asistencial, hay cosas mucho más importantes que provocarán cambios a largo plazo. Hay que entender por ejemplo que los sanitarios de allí tienen su amor propio y que además cobran sueldos irrisorios. Esto no se explica en un curso científico. 
 
Y por fin, sí, es conveniente formarse en el programa de Atención Integral a Enfermedades Prevalentes de la Infancia y en Medicina o Pediatría internacional o tropical puesto que hay patologías muy diferentes, vectores desconocidos aquí, tratamientos nuevos o desconocidos y en la base de todo ello, la malnutrición que condiciona tantísimo la morbilidad y la mortalidad.
 
La AEPap no busca lugares donde cooperar, sólo facilita cursos de iniciación y talleres concretos sobre determinadas enfermedades o situaciones y tiene una web donde se muestran actividades docentes y recursos de apoyo.
El próximo curso de iniciación abierto a todos es el ya mencionado del 20 de mayo.
 
-¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrenta el pediatra cooperante? 
 
Los mayores retos serían en mi opinión adaptarse al entorno, llevarse bien con el personal autóctono y los expatriados si los hubiera, entender el funcionamiento del país y del sistema sanitario y superar el sentimiento de impotencia que tantas veces acompaña al cooperante.
 
 -¿Cómo es el trabajo con las distintas ONG y organismos del ámbito infantil que operan en el terreno?
 
Hay muchas ONGs pequeñas con las que a menudo colaboramos y vemos que lo hacen cada vez mejor, enseñando a pescar y no dando peces, apoyando la primaria, trabajando por la accesibilidad a los centros de salud que es un gran problema, es decir, llevando la salud a las poblaciones en lugar de centrarse en grandes hospitales, formando en saneamiento e higiene y en nutrición con los alimentos o nutrientes allí existentes…
 
Hay otras que se dedican mayoritariamente a investigación apoyadas en general por las empresas.
 
También ONGs grandes con más potencial para hacer estudios epidemiológicos y consecuentemente advocacy, defensa ante los ministerios de salud autóctonos, y a nivel internacional para reclamar cambios de leyes, inclusión de determinados servicios sanitarios en sus agendas, cobertura vacunal universal, aportación de más recursos financieros en actividades donde son necesarios, promoción de formas de vida, saneamiento. 
Todas son válidas y necesarias.
 
La Fundación para la Cooperación Internacional de la Organización Médica Colegial trabaja por garantizar la seguridad de los médicos cooperantes y voluntarios que viajan a terreno con un Registro Nacional. Este registro permite conocer la realidad de los profesionales médicos que estén trabajando en proyectos de cooperación internacional, detectar sus necesidades y avanzar en programas y prestaciones que les den respuesta.  ¿Qué le parece esta iniciativa?
 
Me parece fantástica. La conozco muy bien y creo que está ayudando mucho a la promoción de la cooperación médica y también al cooperante individualmente. Ahora quedaría promover más el estatuto del cooperante, convencer a la administración de los enormes valores del trabajo en aquellos países, reconocerlo en el curricullum, fomentar la formación y facilitar los permisos para cooperar.
 
Tal vez si pudiéramos demostrar que la ayuda in situ hace disminuir la inmigración y crea un ambiente mucho más propicio para la paz, las sociedades occidentales apoyarían de otra forma la cooperación que actualmente está bajo mínimos. En la AEPap tenemos muy claro que somos pediatras del mundo.
 
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