El Dr. Tato Vázquez, vicepresidente primero de la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias (SEMES), explica en esta entrevista concedida a ‘Médicos y Pacientes’ que “en España no existe ningún tipo de formación reglada en Medicina de Urgencias y Emergencias”, lo que supone que “la no existencia de la especialidad hace que los servicios se vean cada vez más descapitalizados”, asuntos que abordaron en una reunión mantenida recientemente con el Dr. Tomás Cobo, vicepresidente primero del Consejo Oficial de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), en la que también participó el Dr. Juan González Armengol, presidente de SEMES
¿En qué situación se encuentra la especialidad?
En estos momentos nos encontramos en una situación de espera porque no tenemos ninguna respuesta por parte del Ministerio de Sanidad a quien no parece preocuparle mucho este tema, a pesar de los reiterados informes de instituciones muy representativas, de los propios profesionales y del entorno europeo.
La realidad es que ahora en España no existe ningún tipo de formación reglada en Medicina de Urgencias y Emergencias y, cualquier profesional, puede trabajar en estos servicios independientemente de su especialidad de partida, atendiendo patologías tiempo dependiente que condicionan sobremanera la morbimortalidad de los pacientes.
Si me habla de la situación en Europa, le diré que “viento en popa”. MUE es una especialidad reconocida en 24 países de la UE, con su propia sección de urgencias dentro de la UEMS (Unión Europea de Médicos Especialistas) y su currículum formativo aprobado. En el mundo más de 100 países tienen esta especialidad, siendo en algunos países la tercera especialidad más deseada por los residentes y una de las más reconocidas.
¿Qué pasos han dado para su reconocimiento?
La existencia de una especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias es una necesidad del sistema, de los propios pacientes y de los profesionales. SEMES como única sociedad científica representativa de la Medicina de Urgencias y Emergencias (así reconocido por los diferentes interlocutores europeos y mundiales) lleva años reclamando esta necesidad.
A nivel mundial la propia OMS recomienda en su última sesión plenaria el reconocimiento de esta especialidad. La UEMS (como señalábamos antes) reconoce la especialidad en MUE como una especialidad independiente con su propia sección. Todas las sociedades científicas representativas a nivel mundial han solicitado al gobierno español que regule esta formación en España: IFEM (Federación Internacional de Medicina de Urgencias), EuSEM (Sociedad Europea), ACEP (American College of Emergency Phiscians) o la FLAME (Federación latinoamericana).
A nivel nacional el Informe de los defensores del pueblo del 2015: “Urgencias Hospitalarias: derechos y garantías de los pacientes” es concluyente al respecto: es necesaria una especialidad de MUE. El informe del consejo económico y social también abunda en la misma dirección. En 2007 y 2018 el parlamento español aprobó sendas PNL (Proposición No de Ley) instando al gobierno a crear la especialidad MUE. En 2018 el senado español presentó una moción en la misma línea. Como ve, este ministerio de Sanidad parece impermeable a las órdenes que emanan del poder legislativo. Nos hemos reunido con la totalidad de los responsables de sanidad de las diferentes CCAA y la posición general es partidaria de esta necesidad.
A nivel profesional el 99% de los jefes de servicio de Urgencias se han manifestado en la misma línea con una recogida masiva de firmas en todo el territorio. La propia OMC aprobó en Asamblea Extraordinaria la necesidad de creación de esta especialidad. Las OOSS: CESM, CCOO, UGT y CSIF se han manifestado a favor.
Y añado para finalizar, hasta 4 ministros de sanidad han anunciado en el pasado la su inminente creación.
SEMES tiene 13.000 socios y pretende cubrir la enorme dejadez de la administración en la formación de sus profesionales (que debería ser reglada como en toda Europa). Así, solo en el último año ha realizado más de 500 cursos y talleres, su congreso nacional es el más numeroso en este ámbito médico en toda Europa con más de 3500 participantes y su revista Emergencias es la tercera revista a nivel nacional en Factor de Impacto y la tercera también a nivel mundial en su ámbito (en el primer cuartil). SEMES, también ha hecho sus deberes y tiene desarrollado con la OMC un marco de competencias para la recertificación y (sobre la base del curriculum europeo de Medicina de Urgencias y Emergencias aprobado en 2009) el programa formativo de lo que debería ser esta especialidad en España. Los servicios son una realidad y sus estructuras formativas están consolidadas. Tan solo se precisa de la decisión política final que, inexplicablemente (por todo lo expuesto) no se adopta.
¿En qué consiste la campaña de SEMES en defensa de la formación vía MIR?
SEMES persigue básicamente la mejor atención posible para los pacientes atendidos en nuestros servicios con patologías tiempo dependientes. Persigue una formación reglada, homogénea y estructurada para todos nuestros profesionales, un hecho que la propia OMS señala como clave para reducir la morbimortalidad. Es importante recordar que en muchos hospitales o en los propios Servicios de Emergencias, el único profesional disponible 24 horas, 365 días al año es este profesional. Durante años estos profesionales se han autoformado, pero esto no es suficiente hoy en día, y genera además parcelas de penumbra importante en determinadas competencias. Por otra parte nuestro entorno socio cultural (Europa) ha adoptado como definitiva esta formación como especialidad primaria de 5 años de duración. Estamos en clara inferioridad de condiciones y con la dificultad adicional de reconocimiento en otros países de la UE. Sinceramente es inconcebible (y añadiría intolerable) la nula respuesta de este ministerio ante esta necesidad.
Existe otro factor colateral que no debe descuidarse (y aunque SEMES hace un seguimiento exhaustivo de lo que está aconteciendo no es el interlocutor natural), y nos referimos al tema laboral. La no existencia de esta especialidad está haciendo que nuestros servicios se vean cada vez más descapitalizados (no existe recambio generacional). Por otra parte desde otras sociedades científicas se está fomentando “capar” la elección de este ámbito de trabajo. No deja de ser curioso que como “el perro del hortelano”, se oponen a una formación reglada en MUE (aunque no están legitimados para opinar sobre este tema) y además dificultan y boicotean que cualquier profesional quiera trabajar en estos servicios. Servicios por otra parte clave y colchón del sistema sanitario. Estamos en la antesala de un “estallido” muy serio en los SUH y SEM por el descuido de sus profesionales, la nula expectativa de futuro y la negación de su realidad. Y recordemos que las 4/5 partes del tiempo son los únicos servicios que garantizan la asistencia. El único responsable es quien “cierra los ojos y tapa los oídos” y se llama Ministerio de Sanidad. Demasiados “cantos de sirena” de los que se le llena la boca con la asistencia “holística y logitudinal” pero la realidad es que en las noches, festivos y puentes “concilian” nuestros profesionales.
Nuestra campaña advierte de estos hechos a las administraciones, a los profesionales y a los propios usuarios. Nuestra campaña busca la mejor atención a los pacientes y que el sistema puede ser sostenible en el futuro.
¿Por qué han demandado ante la Audiencia Nacional la especialidad MIR de Urgencias?
La realidad descrita anteriormente evidencia una falta de respeto profunda a los “urgenciólogos” y también un desprecio absoluto a las propias instituciones que dan forma a nuestra forma de vida diaria y a particularmente a nuestra vida profesional.
Pero es que también vulnera el ordenamiento jurídico europeo y genera una enorme discriminación a los profesionales de urgencias. La realidad es que un “urgenciólogo” español no tiene una titulación reconocida, por tanto difícilmente su situación puede ser equiparable a sus colegas (aunque su responsabilidad –y a seguridad nos referimos- sea en muchas ocasiones muy superior), no puede por tanto acreditarse y reacreditarse y desde luego no puede ejercer en ningún país de la UE como urgenciólogo.
El malestar entre nuestro colectivo es profundo. La Asamblea de socios de SEMES es el órgano soberano de la sociedad y en su última reunión celebrada en Junio en Girona aprobó la decisión de emprender medidas legales. Es la última estación de una sistemático desinterés (por no decir desprecio) y falta de empatía de este ministerio. No quiere decir que SEMES no haya intentado denodadamente buscar puntos de encuentro (y la hemeroteca es fiel aliada de lo que afirmamos) pero la falta de seriedad nos ha obligado a dar este paso. La JD por tanto se ve en la obligación de cumplir el mandato de la Asamblea de Socios y presentar este recurso.
¿Prevén movilizaciones?
SEMES es una sociedad científica entre cuyos fines primordiales recogidos en sus estatutos se encuentra la creación de la especialidad de MUE y no cejará en su empeño hasta lograr este objetivo. Somos también la representación de un colectivo comprometido con la sociedad a la que atiende y promovemos la existencia de servicios de urgencias y emergencias que den cobertura a toda la población con la máxima calidad en la asistencia. Le digo esta última frase porque si no fuera así, hace tiempo que todos los servicios de urgencias y emergencias se habrían “incendiado”.
Pero el sostenimiento de una “paz social” basado en el desprecio continuo, el nulo reconocimiento y el castigo a uno de los pilares básicos de funcionamiento de nuestro sistema sanitario no parece el más adecuado. Y este ministerio es el único responsable de lo que pueda acontecer a partir de ahora.
¿Son optimistas de cara a un reconocimiento de la especialidad?
No será sostenible en un futuro que no se ponga en marcha una realidad que existe en toda Europa (excepto Portugal –en trámites-, Chipre y España). Creemos que el “individuo” (léase MS) se adaptará al entorno por múltiples razones ya expuestas.
También es cierto que el reciente borrador de RD sobre regulación de nuevas especialidades es básicamente un cúmulo de despropósitos, algunos manifiestamente ilegales. Es evidente que la influencia interesada de algunos sectores hace que se planteen “engendros” poco ajustados a la realidad. Pero las urgenciólogas somos personas acostumbradas a luchar contra las adversidades y siempre tenemos esperanza y sentido común. No tenemos duda de que al final este último se impondrá.
