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Dr. Sánchez Martos:»En el día después…afrontamos el Estrés Postraumático»    

El doctor Sánchez Martos dedica este artículo a la labor de los profesionales que se han ocupado de dar asistencia a las vícitmas del trágico accidente de Galicia. A partir de ahora es el primer nivel asistencial el que  deberá ayudar «en el día después» con sus conocimientos y experiencias a todos los afectados que sufran estrés postraumático

 

Madrid, 31 de julio 2013 (medicosypacientes.com)

«En el día después… afrontamos el Estrés Postraumático»

Dr. Jesús Sánchez Martos, catedrático
de Educación para la Salud.
Universidad Complutense de Madrid

Ese fatídico «día d» y «hora h» del pasado miércoles día 24 de Julio, víspera de la Festividad del Apóstol Santiago, quedará siempre en la memoria de los familiares y amigos de las 79 personas fallecidas en el mayor accidente ferroviario de los últimos 40 años en España, y en la de los que resultaron heridos de diversa consideración, pero también en el recuerdo de todos aquellos que solidariamente se prestaron desde el principio a ofrecer cualquier tipo de ayuda, desde unas tablas para improvisar camillas, como las sábanas, mantas y vendas, y de los que ofrecieron su sangre porque era totalmente necesaria e imprescindible en esos momentos. Pero también quedarán en la memoria de todos, las imágenes y los testimonios. Todos, de un modo u otro, en «el día después», tendremos que superar lo que en medicina se denomina como «síndrome de estrés postraumático», algo en lo que por desgracia los profesionales sanitarios españoles tenemos una gran experiencia y especialmente aquellos que trabajan con vocación y formación en la Red de Atención Primaria.

La información veraz y la comunicación directa con los afectados, han demostrado ser una vez más el «medicamento genérico» más eficaz, tanto en la prevención como en el tratamiento de esta enfermedad, aceptada como tal por la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, las trágicas imágenes difundidas a través de algunos medios de comunicación, no solo no ayudaron en el trabajo de los profesionales sanitarios, sino que siguen acentuando muchos de los síntomas, algo que sin duda alguna todos los expertos coinciden en que constituye uno de los factores desencadenantes más importantes y que mejor podemos controlar sin necesidad de medicamentos. Solo se trata de la «positiva actitud profesional de todos»: de los medios de comunicación social, de los responsables políticos y de los profesionales sanitarios en general.

Negación, incredulidad, ansiedad, miedo, rabia, impotencia y sobre todo desesperación, eran los sentimientos de familiares y amigos de las personas que viajaban en ese tren Alvia con destino a Ferrol, pero sentimientos parecidos sentimos todos los que íbamos conociendo las noticias gota a gota, gracias a los profesionales de los diferentes medios de comunicación social.

Desde los primeros momentos y gracias a los voluntarios y profesionales de todos los Servicios de Urgencias de Santiago de Compostela, de Galicia y de toda España, se puso en marcha el «Programa de Respuesta Inmediata» en el que la información y la comunicación cercana fueron los mejores medicamentos que estos profesionales utilizaron con los familiares y amigos de las víctimas, tanto de los fallecidos como de los supervivientes, al contar también con la ayuda de los psicólogos, unos profesionales de los que todavía algunos dudan, sin ningún fundamento ni argumento, que sean verdaderos profesionales integrantes del equipo de salud.

Ahora tras el shock, aparece la situación de «duelo» por la pérdida de un ser querido en unas circunstancias que además de inesperadas son desconocidas para todos. Los familiares y amigos no dejarán de hacerse y hacernos preguntas en la consulta: ¿por qué a mí?, ¿por qué sucedió?, ¿cómo ocurrió?, ¿se hubiera podido evitar?, y sobre todo ¿sufrió mi familiar antes de morir? Y en estas preguntas, aunque no tanto en sus necesarias respuestas, tenemos mucha experiencia todos los que de un modo u otro tuvimos que atender a los familiares de los fallecidos en el terrible atentado terrorista del 11 de Marzo de 2004.

Es ahora cuando los profesionales de los equipos de Atención Primaria, tras ese Programa de Respuesta Inmediata, han de hacer frente a las consultas de los afectados, y si bien no disponen de mucho tiempo para ello, la calidad de su formación en «comunicación eficaz» será el mejor medicamento genérico que tienen a su alcance. Lo incomprensible es que estando todos de acuerdo con que la formación en habilidades de comunicación social es imprescindible para los profesionales sanitarios, los nuevos planes de estudio continúen con ese gran vacío en las  asignaturas que conformarán los distintos programas de pregrado en nuestra Universidad.

Quiero mostrar, gracias a la oportunidad que me brinda «Médicos y pacientes», mi reconocimiento a todos los que una vez más demostraron que nos podemos sentir orgullosos de los equipos de emergencias que tenemos en Santiago de Compostela, en Galicia, en España. Un sobresaliente con matrícula de honor a los cientos de profesionales anónimos de los Servicios de Urgencias Médicas, Bomberos, Guardia Civil, Policía Municipal y Nacional, los psicólogos y voluntarios de Protección Civil, los trabajadores sociales, los profesionales sanitarios de los hospitales, los médicos forenses, los funcionares judiciales, los miembros de la policía científica y los tan olvidados pero necesarios tanatoprácticos, que con su anónimo trabajo tras las bambalinas del  escenario de la muerte, tratan de maquillar la tragedia para que sea lo más llevadera posible para los familiares de las personas fallecidas.

Y cómo no, un sobresaliente con matrícula de honor a los ciudadanos, los supervivientes del accidente que viajaban en ese tren Alvia y a todos los vecinos del Ayuntamiento de Angrois, que acaban de ser reconocidos por el Ayuntamiento de Santiago de Compostela, con la medalla de oro de la ciudad, por su gran generosidad, su entrega total, su valentía, su coraje, su valor y su cariño, convirtiéndose en los verdaderos «primeros respondientes en emergencias médicas». Ellos nos han demostrado a todos con su ejemplo, que la crisis a la que todos nos enfrentamos, lo será en materia económica, pero no en valores sociales y morales como ciudadanos solidarios. Una clara muestra de civismo y humanidad para nuestras nuevas generaciones, de la que todos nos sentimos especialmente orgullosos.

Y por supuesto, vaya por delante también la Matrícula de Honor que se merecen todos los profesionales sanitarios que componen los diferentes equipos de Atención Primaria, que son los que en realidad deberán ayudar ahora, en «el día después», con sus conocimientos y experiencia, a todos a los afectados por el Síndrome de Estrés Postraumático, enfermedad en que la «comunicación eficaz» resulta ser el «medicamento genérico» de elección sin duda alguna.

 

 

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