El Dr. Pere Joan Cardona, médico especialista en Microbiología y Parasitología y microbiólogo del Hospital Germans Trias, Badalona, fue el creador de la primera vacuna española que fue validada para un ensayo clínico internacional para probar su eficacia contra el coronavirus. Se trata de “RUTI, una vacuna que desarrolló hace 20 años contra la tuberculosis y que podría demostrarse útil contra infecciones víricas de amplio espectro, entre ellas la COVID-19. Es lo que la diferencia de las vacunas específicas, destinadas a generar una respuesta inmune contra fragmentos muy particulares
Profesor agregado de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), el Dr. Cardona resalta, en esta entrevista para “medicosypacientes” la importancia de invertir en ciencia “son los países que invierten en investigación los que generan riqueza. España se ha de poner las pilas porqué el futuro es extraordinariamente frustrante”.
El Dr. Cardona participó este viernes en el seminario online “Vacunación para la Covid-19: un reto de eficacia, efectividad y equidad para la sociedad española” para hablar, precisamente sobre la inmunización activa universal.
Este seminario, organizado por la Fundación para la Formación de la Organización Médica Colegial (FFOMC) contó con profesionales reconocidos por su implicación en proyectos de vacunas, en el campo de la epidemiología, la salud pública e investigación. «La vacunación es un acto de altruismo, de generosidad y solidaridad», señala.
– ¿Qué significa la inmunización activa universal? ¿Cómo se logra?
Se trata de poder reprogramar a la respuesta innata para que pueda responder más rápidamente contra la focos infecciosos, gracias al fenómeno de la inmunidad entrenada.
– ¿En qué consiste la vacuna RUTI y por qué creen que puede ser útil contra el coronavirus?
La vacuna RUTI es una vacuna diseñada inicialmente para la prevención el tratamiento de la tuberculosis. Son fragmentos de Mycobacterium tuberculosis que ha crecido en un medio estresado para semejar las condiciones que sufre dentro de un granuloma.
La pared celular de todas las micobacterias es muy rica en ácidos micólicos, unos ácidos grasos de cadena muy larga que tiene propiedades estimuladoras del sistema inmune muy conocidas y que ya se utilizan como adyuvantes para vacunas.
– ¿Cuál es la diferencia entre la RUTI y las otras vacunas que se han desarrollado? ¿Qué ventajas tiene?
Se trata de un estimulador de la inmunidad entrenada. Su acción es de amplio espectro, puede funcionar contra diferentes patógenos. Ello la diferencia de las vacunas específicas, destinadas a generar una respuesta inmune contra fragmentos muy particulares de un patógeno en concreto. La ventaja que tiene precisamente es su amplio espectro. Es por ello que también podría utilizarse en caso de que surjan variantes del SARS-CoV-2 inmunológicamente diversas y que no puedan ser controladas con la inmunidad generada actualmente.
También puede servir como vacuna de “fondo de armario” para ser utilizada en cualquier futura pandemia, debido a su capacidad de reaccionar contra diferentes patógenos.
Igualmente, gracias a la inducción de inmunidad entrenada, el uso de la RUTI puede incrementar la eficacia de vacunas específicas, por tanto se podría utilizar como adyuvante.
– ¿En qué consiste la inmunidad entrenada?
Se trata de la capacidad de ciertas vacunas de inducir una reprogramación de las células madre de los monocitos. Se trata de un cambio epigenético basado en la acetilación o metilación de las histonas. Ello permite que ciertos genes, incluidos los de la respuesta inmune innata que codifican para citocinas como el TBF-alfa, IL-1 y IL-6, se puedan “abrir” o estimular más fácilmente una vez los monocitos se enfrentan con un foco infeccioso. De esta manera se puede controlar más fácilmente la concentración del patógeno y evitar la progresión a enfermedad.
– ¿En qué medida considera que la vacunación para la Covid-19 supone un reto de eficacia, efectividad y equidad para la sociedad española?
Se trata de un hito muy importante para poder hacer frente a este virus que ha castigado especialmente a nuestra sociedad. Las cifras son escalofriantes ¡ Por tanto es muy importante poder garantizar la distribución de estas vacunas entre todos los ciudadanos para protegerlos los más rápido posible y poder retomar nuestra vida pre-COVID.
– ¿Cómo se demuestra la seguridad y eficacia de las vacunas?
Básicamente realizando ensayos clínicos con doble ciego, es decir utilizando la vacuna y un placebo, para poder valorar la incidencia de la infección en cuestión en ambos brazos, de manera objetiva, y por tanto demostrando una menor casuística en el grupo vacunado. El estudio de la seguridad se lleva a cabo realizando una monitorización muy cuidadosa de los participantes en el ensayo para valorar cualquier afectación de su salud. Esta vigilancia se sigue realizando una vez el producto ya ha entrado en el mercado.
La población que ha pasado la Covid. ¿Por qué tiene que vacunarse? La idea es la gente que ha pasado la Covid lo ha hecho con diferentes intensidades y con la inducción de una inmunidad diversa que puede no ser protectora, en algún caso. La vacunación permite asegurar esta inmunidad protectora.
–A pesar de las vacunas, ¿vamos a seguir conviviendo con el SARS-CoV-2? ¿Se quedará entre nosotros como un virus estacional más?
Probablemente si, puesto que su diseminación ha sido extraordinaria. También tiene esta capacidad para infectar otros huéspedes no humanos. Por tanto, parece que ha venido para quedarse.
– ¿Por qué este coronavirus es diferente a los otros? ¿Vendrán futuras pandemias?
Se debe a un coronavirus muy diferente a los coronavirus humanos que ya conocíamos. Ello es debido a una mayor capacidad de adherencia al receptor ACE2.
Hay muchos animales salvajes que están colonizados por coronavirus diferentes. El hecho que cada vez estamos mas en contacto con ellos implica que la posibilidad de poder ser infectados por virus remarcablemente mas diferentes y generar una nueva pandemia es cada vez más probable.
– ¿Cuándo cree que estará todo el mundo vacunado e inmunizado?
Esperemos que en otoño ya tengamos una inmunidad de rebaño. Es decir, sobre un 80% de vacunados.
– ¿Podría considerarse que una de las lecciones aprendidas de esta pandemia es la necesidad de invertir en ciencia e investigación? ¿Cómo es este campo en España?
Ciertamente. La capacidad de respuesta ha sido posible gracias a la labor de muchos profesionales que por su formación científica han sido capaces de dar una respuesta a este reto, muchos de ellos abandonando incluso su campo de investigación habitual. La respuesta de los científicos ha sido muy emocionante y enriquecedora, con una capacidad de colaboración extraordinaria,
La inversión en investigación en España es de las más bajas. Un 1,24% del PIB. De hecho, estos últimos años la inversión ya es menor que la de Portugal o Polonia. No son los países ricos los que invierten en investigación, son los países que invierten en investigación los que generan riqueza. España se ha de poner las pilas porqué el futuro es extraordinariamente frustrante. Estamos perdiendo mucho talento, muchos jóvenes que no tienen otra solución que emigrar para poderlo desarrollar. Se necesita un verdadero tsunami para transformar esta situación y poder llegar a la inversión del 3% del PIB recomendada por la UE. Quizás la COVID19 puede significar un gran revulsivo. Veremos.
– Ante las reticencias de una parte de la población sobre las vacunas. ¿Qué mensaje lanzaría?
La vacunación es un acto de altruismo, de generosidad y solidaridad. No todo el mundo tiene capacidad de generar una respuesta inmune con la vacunación. Hemos de pensar en esta población, en protegerlos. La única manera es que se vacune el máximo número de gente para proteger aquellos conciudadanos que por su estado de salud no pueden beneficiarse de los efectos de la vacunación.
