El Dr. José Santos expone en esta entrevista los conflictos éticos que se han planteado debido a la pandemia, la labor desarrollada en esta etapa por el Consejo Europeo de Órdenes Médicas (CEOM) y los retos que se presentan en un futuro próximo respecto a la deontología médica
Con motivo de la celebración del Día de los Médicos Europeos (15 de mayo), Médicos y Pacientes entrevista al Dr. José Santos, presidente del Consejo Europeo de las Órdenes Médicas (CEOM), para conocer el impacto que la pandemia por COVID-19 ha tenido en los médicos en Europa y en la Ética y la Deontología de esta profesión.
¿Cuáles han sido las principales reivindicaciones del CEOM durante la pandemia?
Los principales reclamos de CEOM, durante la pandemia, fueron la exigencia de que los pacientes fuesen tratados de acuerdo con las normas éticas y deontológicas expresadas en el código de conducta del Colegio Médico; y que el tratamiento de estos pacientes y la relación médico-paciente siguieran los conceptos bioéticos de beneficencia / no maleficencia, autonomía / libertad, equidad / utilitarismo y justicia.
En cuanto a los médicos y otros profesionales de la salud, el CEOM se involucró junto con las asociaciones médicas europeas (EMOS) en la protección de la salud de estos profesionales, presionando a la Comisión Europea y a los gobiernos de diferentes países para que brindasen medidas técnicas y preventivas para que pudieran ejercer su actividad de forma segura.
En este contexto, EMOS emitió varias declaraciones con el fin de prevenir y proteger a los profesionales de la salud que diariamente arriesgaban su vida en el tratamiento de pacientes con COVID-19.
¿Ha existido una posición común en Europa en defensa de los profesionales médicos?
Las asociaciones médicas europeas (EMOS) siempre han estado unidas y han realizado un trabajo conjunto en la lucha por la defensa de médicos y profesionales de la salud. Los distintos enunciados pretendían reivindicar: mejores condiciones laborales, medidas de protección adecuadas para el trabajo y prevención de diversas situaciones clínicas, como el burnout entre los profesionales de la salud.
Sin embargo, es innegable que existen muchas disparidades y desigualdades en la forma en que cada país “protege” a sus profesionales de la salud.
Esta pandemia ha planteado muchas cuestiones éticas. ¿Cuál es la postura del CEOM en este ámbito?
El CEOM considera que, debido a la pandemia, muchas decisiones médicas, principalmente el acceso de los pacientes a las unidades de cuidados intensivos y el tratamiento de los pacientes no COVID, fueron difíciles de llevar a cabo.
Cada país manejó estas decisiones de manera diferente y las decisiones éticas a menudo se definieron por las necesidades estructurales y de salud de cada estado miembro.
En este sentido, los principios éticos y deontológicos de la autonomía del paciente tuvieron que, en ocasiones, ser restringidos, para dar lugar a medidas enfocadas al bien común.
Tratar por igual (igualitarismo) es diferente a tratar de forma equitativa. En algunas circunstancias, los modelos de decisión han pasado del deontológico al utilitarismo, según la gravedad y los recursos disponibles, en cada estado miembro.
¿En qué medida considera que esta crisis sanitaria será un punto de inflexión en los sistemas sanitarios? ¿Qué cambios son necesarios? ¿Cuál ha sido el papel de las órdenes médicas de toda Europa en esta pandemia?
Sin duda, la grave alteración estructural y de los servicios sanitarios conducirá a la reestructuración de los sistemas sanitarios en Europa y el mundo.
La falta de recursos financieros y la grave crisis social y económica instalada conducirán a la aplicación de medidas drásticas, que requerirán de la “planificación”, la “activación de los niveles de contingencia”, la racionalización y creación de mecanismos de justicia y equidad en la distribución de los recursos (con la necesidad de transparencia en estas tomas de decisiones).
Las órdenes médicas europeas tendrán un papel fundamental en esta reestructuración, trabajando en conjunto con los diferentes gobiernos, para ayudar en la implementación de estos cambios de paradigma en los servicios de salud, pero al mismo tiempo, manteniendo una actitud vigilante y proactiva en la defensa. de los principios éticos y deontológicos en los que deben enmarcarse estas decisiones.
¿Cómo ha afectado la pandemia por COVID-19 a la labor de los médicos en Europa? ¿Cuáles son las mayores dificultades a las que se ha enfrentado?
La pandemia de COVID-19 supuso un cambio en la actividad profesional diaria de todos los médicos.
La necesidad de protección y las barreras físicas y psicológicas frente al paciente, la necesidad frecuente de recurrir a cuidados intensivos, la falta de condiciones estructurales en las unidades de salud, el exceso de jornada laboral, la aparición precoz de burnout, entre otros, han cambiado en muchas situaciones cuestiones éticas que dábamos por sentadas.
Será necesario, a partir de este momento, un largo período de reflexión de todos para poder enmarcar seriamente la reanudación de nuestra actividad, sabiendo que las huellas físicas y psicológicas de este momento convulso permanecerán siempre dentro de todos nosotros.
¿Cómo ha afectado la pandemia por COVID-19 a la actividad de la institución a la que usted representa?
El CEOM tuvo la necesidad de adaptarse a la comunicación remota, online, manteniendo, no obstante, una actividad regular y anclada en los valores que le son inherentes: la defensa de la ética médica y la deontología.
¿Cuáles son los retos que se proponen desde CEOM para el momento en que se declare por finalizada la pandemia?
- Reforzar la necesidad de cumplir con las medidas éticas y deontológicas en el tratamiento de los pacientes.
- Crear condiciones y protocolos para que se puedan implementar y normalizar, incluso en tiempos de crisis y pandemias.
- Trabajar en la percepción de las implicaciones físicas y psicológicas, en pacientes no COVID y en situaciones clínicas de cronicidad y comorbilidad, derivadas de la pandemia.
- Reforzar el trabajo de liderazgo, a nivel europeo, frente a la violencia contra los médicos y otros profesionales de la salud y el burnout, como forma de violencia.
El empeoramiento de las condiciones económicas y sociales durante la pandemia llevó a un agravamiento de este problema y al surgimiento de nuevas formas de violencia e incidencia de burnout entre los profesionales de la salud. Su prevención y la creación de medidas que permitan la ayuda y tratamiento de estos profesionales es uno de los objetivos del presente y del futuro, para el CEOM.
