Aurelio Luna, catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Murcia, es miembro de la Comisión Central de Deontología de la Organización Médica Colegial. En esta entrevista concedida a «La Verdad» de Murcia, reflexiona sobre la importancia de la cercanía al paciente. En este sentido afirma que «los médicos tienen que transmitir que entienden al enfermo y quieren ayudarle»
Murcia, 27 de noviembre 2012 (medicosypacientes.com)
Entrevista en «La Verdad de Murcia»
Aurelio Luna, miembro de la Comisión Central de Deontología de la OMC: «Los médicos tienen que transmitir que entienden al enfermo y quieren ayudarle»
Aurelio Luna, catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Murcia, lleva al frente de Cruz Roja Región de Murcia desde 1999 y acaba de participar, como miembro de la Comisión Central de Deontología de la Organización Médica Colegial (OMC), en la elaboración del ?Manual de Ética y Deontología Médica?, que presentó la OMC hace dos semanas y que desarrolla los artículos más complejos de los 66 incluidos en el código vigente desde 2011.
-¿Cuáles son las herramientas de comunicación que debe usar el médico?
-Como cualquier otra persona, los médicos nos comunicamos a través de la imagen, la palabra, la actitud y el gesto. Un médico debe saber manejar el contenido y también la forma, tiene que dar sensación de proximidad, calidez al mensaje, transmitir que el médico es una persona cercana al paciente, que entiende su situación y está intentando ayudarle. También tiene que controlar aspectos como el tono de la voz y la posición. La comunicación entre las personas es un proceso muy complejo que engloba muchos elementos y hay que tener presente no solo lo que se dice, sino cómo y dónde. Los médicos tienen que adaptarse y entrar en sintonía con la situación del paciente, y percibir qué necesita el enfermo.
-¿Hay formación en este ámbito?
-Hay una cuestión previa que es la inteligencia emocional. Por ejemplo, para jugar al baloncesto hay que tener cierta talla. Es cierto que hay ciertos extremos, pero en general, hay que reunir unas condiciones mínimas. Uno tiene que transmitir esa empatía y eso se sabe o no se sabe. Es posible aprenderlo, pero de una forma no tan convencional, ya que no se pueden dar clases. A andar hay que aprender andando. Eso exige que el paciente vea al profesional y que el profesional esté al lado de otros profesionales. El mejor predicador en estos casos es fray ejemplo. También creo que se pueden incorporar herramientas en la enseñanza, como la simulación de casos o la grabación, aparte de que se debe aprender a la cabecera del enfermo.
-¿Qué factores influyen en la creación de expectativas de los pacientes en cuanto a resultados en salud?
–Estamos hablando de algo tan difícil de delimitar como la esperanza. Algo que se genera en función de percepciones que vienen de campos muy diversos, como la seguridad que le transmita el médico, la confianza en los centros, la información que le hayan dado otros pacientes con el mismo diagnóstico, las noticias que haya leído en prensa o la información que circula por internet. La persona elabora un horizonte de expectativas y ahí está la esperanza, que será más o menos fundada en función del grado de congruencia de todas estas informaciones que recibe.
