Córdoba se conviritió en el epicentro de la celebración del primer Día Europeo de Concienciación del Paro Cardíaco, celebrado ayer miércoles. En esta ciudad se celebraron diversas actividades enfocadas al público y a los profesionales como la I Jornada Europea de Reanimación Cardiopulmonar, a la que asistió en representación de la OMC, el secretario general, el doctor Serafín Romero, además de otras autoridades y representantes del ámbito administrativo, científico y universitario
Córdoba, 17 de octubre 2013 (medicosypacientes.com)
Dos centenares de profesionales, entre los que se encontraban una amplia representación del Colegio de Médicos de Córdoba (CMC), participaron en la I Jornada Europea de Reanimación Cardiopulmonar que se ha celebrado en el Rectorado de la Universidad de Córdoba, ciudad elegida como sede nacional del encuentro promovido por el Consejo Español del Resucitación Cardiopulmonar para abordar una realidad que afecta en el continente anualmente a cuatrocientas mil personas, convocado con motivo del del Día Europeo Día Europeo de Concienciación del Paro Cardíaco, celebrado ayer miércoles bajo el lema «Tus manos pueden salvar vidas, ¡Salvemos a más de 100.000 vidas!». La campaña, dirigida sobre todo a los escolares, ha contado con la participación de más de 12.000 niños y niñas en toda Andalucía en cada una de las acciones llevadas a cabo con motivo de esta celebración.
La jornada contó, además, con representantes de la propia Universidad de Córdoba, el Ayuntamiento, la Delegación de Salud y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba, la Organización Médica Colegial, y del propio Colegio, se distribuyeron en cuatro ponencias donde se ha abordado la realidad nacional desde perspectivas especializadas, con facultativos médicos, y con ciudadanos que han logrado realizar técnicas de RCP para salvar una vida.
Para el secretario general del Consejo General de Colegios de Médicos, Serafín Romero, la jornada vivida en Córdoba «nos va a marcar de alguna forma, porque pone en valor el trabajo de muchos profesionales y de representantes profesionales». Romero, que dijo sentir admiración por «el esfuerzo llevado a cabo» por quienes divulgan estas técnicas de reanimación, insistió en la «necesidad de que los ciudadanos estén más informados para llegar con más fuerza sobre algo básico».
El doctor Ramón Brugada, cardiólogo, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Girona y uno de los impulsores del concepto de «desfibrilacion pública» en dicha provincia catalana, disertó sobre la conocida como «muerte súbita cardiaca», una enfermedad que ocasiona anualmente el ochenta por ciento de las «muerte súbitas», se puede prevenir a partir de unas disciplinas tales como la «mejora de los hábitos de salud; la práctica del ejercicio físico bajo control médico; el conocimiento del historial familiar de muerte súbita ?en caso de que lo hubiera-; y la puesta en marcha de la «desfibrilación pública».
En este sentido, Brugada, que colaboró en el proyecto que ha permitido dotar a la provincia de Girona de un total de seiscientos desfibriladores repartidos en puntos estratégicos por todos sus municipios, apostó por una «integración con el sistema de Emergencias que permita «eliminar barreras legales» para la utilización de estos aparatos que «permiten salvar vidas». El cardiólogo catalán se mostró defensor de que se produzca un «movimiento de divulgación» sobre las técnicas de reanimación en caso de parada cardiorrespiratoria que llegue de manera más habitual a cualquier ciudadano.
De su lado, Julían Villacastín, cardiólogo responsable del Estudio Español de Muerte Súbita en el Deportista, instó a autoridades y ciudadanos a que «ayuden a aportar datos» que permitan «reconocer las causas de una muerte inesperada». Villacastín, que recordó que el fallecimiento de manera súbita se fija en España como causa de mortalidad de «cien mil personas -una cada veinte minutos-«, expuso que «la mayoría de ellas hacen referencia a causas cardiológicas; problemas del músculo, de las coronarias o puramente por motivos eléctricos».
Villacastín, que sugirió como medida de prevención «una revisión médica», sobre todo en personas que frecuentan la práctica deportiva, planteó «un registro nacional de episodios de muerte súbita; que desarrolle protocolos consensuados; que se establezca una red de centros colaboradores; y que se cuente con colaboración de tipo institucional», en alusión a ámbito que corresponde al Ministerio de Justicia.
El presidente del Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar, Carlos Urkía, recordó que con este congreso se está «haciendo frente a un enorme problema de salud pública». Urkía indicó que en España se está lejos de las pretensiones de la Asociación Americana del Corazón, que consigna divulgar técnicas de reanimación cardiorrespiratoria a al menos un veinte por ciento de la sociedad civil, y recordó en este sentido que pese a haber formado en el último año a más de setenta mil personas, «nos queda aún bastante por hacer». Urkía se refirió a que «tenemos que difundir que hay una evidencia científica que permite mantener la cadena de supervivencia y hay que aplicarla».
Como ejemplo de las tesis defendidas por los ponentes, uno de los capítulos del encuentro se contó con la presencia de dos mujeres cordobesas, Mari Carmen García e Inmaculada Requena, que consiguieron mantener con vida a sus respectivos cónyuges tras aplicar técnicas de reanimación hasta que los servicios sanitarios llegaron al lugar donde sus esposos (Miguel y Pedro, respectivamente) entraron en parada cardiaca.
Por su parte, el facultativo del 061 y promotor del movimiento Iniciativa Educación Cívica y Emergencias, Carlos Matabuena, ha expresado su «deseo» de conseguido «formar a nueve millones de personas» en técnicas de RCP. Matabuena, que considera «necesario» el empleo de las «redes sociales» para difundir el mensaje que focaliza la jornada, ha instado a que la formación en materia primeros auxilios sea «introduzca en la formación reglada y curricular» de los escolares españoles.
De igual manera, para Fernando Ayuso, presidente andaluz de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), «las técnicas de RCP son una responsabilidad social que cualquier ciudadano debe de aprender». Ayuso considera que l primera jornada europea celebrada en la comunidad andaluza, que ha movilizado a ciento cincuenta instructores de SEMES, no debería tener carácter «anual, sino periódica; mucho más frecuente» al resaltar que los estudios estadísticos demuestran que una rápida intervención, dentro de los primeros tres primeros minutos tras el paro, aumenta la probabilidad de sobrevivir del paciente hasta en un cincuenta por ciento y que, a la vez, reduce por cada minuto que transcurre un diez por ciento de posibilidad de supervivencia.
El encuentro se clausuró en la capital cordobesa con una Flash Mob en la zona del Vial Norte, titulada «Con tus manos puedes ayudar a salvar vidas», donde participaron más de medio millar de escolares.
