jueves, marzo 28, 2024

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Atención Primaria, la trinchera infinita ante la Covid-19

Con la llegada de la desescalada la Atención Primaria se erige cómo la gran trinchera para controlar, detectar y combatir la pandemia por la COVID-19, una encomienda que llega tras meses de duro y crucial trabajo en plena crisis sanitaria, con falta de recursos humanos y económicos, escasez de material de protección, precariedad laboral, agotamiento y años de abandono

Ante este panorama, Médicos y Pacientes ha entrevistado a los representantes nacionales de Atención Primaria Urbana y Rural de la Organización Médica Colegial, Vicente Matas y Hermenegildo Marcos, respectivamente, para saber en qué condiciones se enfrenta este nivel asistencial y sus profesionales a esta nueva etapa, qué retos se marcan, cuáles son sus principales necesidades, qué hemos aprendido hasta el momento y cómo evolucionará la situación, entre otras cuestiones

Ambos representantes coinciden en destacar la necesidad de reforzar la plantilla, contar con material de protección adecuado y suficiente y test diagnósticos en Atención Primaria para poder controlar esta pandemia y evitar así que los hospitales puedan colapsar ante un posible rebrote.

Aseguran que los profesionales se han sentido abandonados y dejados indefensos, en demasiadas ocasiones ante el virus, con falta de medios, no solo para su protección y en último extremo para la protección de los pacientes, sino medios diagnósticos y recuerdan con emoción a los más de 40 compañeros, muchos de ellos de Atención Primaria, fallecidos en esta pandemia.

¿Está la Atención Primaria preparada para dar este importante paso y convertirse en la trinchera frente a la Covid19?

La atención primaria siempre se ha caracterizado por su espíritu de trabajo, sacrificio y capacidad de adaptación a las circunstancias, entre otras cosas, porque se siente apoyada por sus pacientes. No obstante, para dar este paso necesita, a parte de su voluntarismo, un cambio y una adaptación de la organización y estructura de la forma de trabajar a este nuevo reto.

¿Cómo hay que reforzarla para afrontar esta nueva etapa?

La AP, como se ha manifestado anteriormente, precisa fundamentalmente dos cambios: organización y estructura. Los profesionales han trabajado estos meses bajo unas condiciones de gran presión, incertidumbre, inseguridad y constantes cambios en sus protocolos de actuación, lo que ha originado un gran desgaste físico y mental.

Es necesario que las plantillas de AP estén adecuadas a la nueva situación y con contratos estables que garanticen no sólo la adecuada atención a los pacientes en esta fase, sino también el imprescindible descanso y desconexión en sus trabajadores, por lo que habría que buscar fórmulas para facilitarlo, agravado en estos momentos por la anulación de permisos reglamentarios, como facilitar periodos de descanso semanales o quincenales más amplios

Así mismo son precisos cambios en la organización, el incipiente uso de las nuevas o viejas tecnologías como consulta telefónica deben seguir teniendo su lugar en la consulta diaria. Es indudable que habrá cambios sustanciales en la forma de enfrentar la consulta diaria y es muy posible que algunos de estos cambios permanezcan.

Es necesario reforzar su capacidad de decisión que en algunas situaciones han estado confinadas al ámbito hospitalario, tanto en aspectos diagnósticos, como la petición de los tan deseados test como en los terapéuticos en relación a algunas terapias confinadas al ámbito hospitalario, que son plenamente asumibles por la AP, lo que evitaría burocracia y facilitaría una mejor la osmosis entre AP y Hospitalaria.

Se ha avanzado, aunque de forma tímida y se debe seguir en este sentido, en la desburocratización de la consulta del Médico de Familia, como por ejemplo en la IT, recetas que precisan visado que se han incorporado a la Receta Electrónica o el impulso a este tipo de receta que, aunque con limitaciones, es un gran avance.

¿Cómo va a influir el desgaste físico y mental de todos los profesionales que llevan tantas semanas trabajando sin descanso?

Todos los que trabajan en Atención primaria son unos grandes profesionales, y su entrega a sus pacientes y al control de la pandemia está siendo realmente encomiables y ejemplares, pero no cabe que está situación está influyendo tanto es aspectos físicos, mentales e incluso en sus relaciones familiares y sociales.

Esta fatiga tiene repercusión en su vida diaria, en el trabajo disminuye la capacidad de defensa haciéndolo más sensible a cometer fallos y errores bien en la atención a los pacientes o los relacionados con su propia protección, facilitando la posible contaminación por el COVID19 con sus posibles consecuencias legales.

Todos los pacientes que veremos en la consulta o en su domicilio serán potenciales transmisores del virus, por lo que las medidas de protección individual se deben seguir manteniendo de forma rutinaria.

¿Qué se puede hacer ahora para cuidar a los profesionales y combatir el desgaste psicológico que puedan estar sufriendo?

Los profesionales tenemos y sentimos un gran reconociendo por nuestros propios pacientes y es algo fundamental, pero qué duda cabe que el profesional debe tener y sentir otros incentivos, tanto económicos como no económicos.

Los incentivos económicos o de otro tipo laboral deben ser defendidos y reclamados por los sindicatos que nos representan, pero hay otro tipo de incentivos que son de gran importancia y tienen trascendental repercusión en nuestra moral y trabajo diario, incentivos como el reconocimiento social, institucional o de nuestros propios compañeros que trabajan en otras instancias, que a veces desconocen y por lo tanto, no comprenden, el trabajo que realiza la Atención Primaria

Así mismo es imprescindible una desconexión, bien entendida, del trabajo con descansos que faciliten la conciliación de la vida social y laboral.

¿Hay que mejorar la coordinación con el nivel hospitalario para una mejor gestión de la crisis sanitaria?

Al principio de la pandemia, la sociedad y los medios de comunicación fueron deslumbrados por el ambiente hospitalario, sobre todo, las urgencias y las UCIs, acaparando toda su atención, pero es cierto que con el paso de los días ha aumentado la visibilidad y el reconocimiento al trabajo realizado por la AP.

Ello ha facilitado la percepción de todo el SNS como una unidad, entendiendo la AP y AH como las dos partes del sistema que se necesitan y se protegen mutuamente.

Es verdad que todavía hay un largo camino que recorrer en la senda de la coordinación y del conocimiento mutuo de los dos niveles asistenciales, pero creo que en esta pandemia se han dado pasos en este sentido que no debería quedar en el olvido ni desaparecer.

¿Qué lecciones hemos aprendido hasta el momento?

Hemos aprendido que somos muy vulnerables y que no debemos dejarnos cegar por las altas tecnologías, que son muy necesarias, pero lo que realmente ha logrado controlar esta pandemia ha sido elementos tan básicos como la prevención, “el trabajo aguas arriba” como expusieron John Ashton y Howard Seymour ensu libro “The New Public Health”en 1988 

También nos hemos dado cuenta de la importancia de la relación médico-paciente y el conocerlo en toda su dimensión, física-psíquica-familiar y social y recuperar la palabra con elemento esencial del diagnóstico y tratamiento, mediante una anamnesis, que muchas veces era lo único que realizábamos, sin exploración física que junto con la observación y la vigilancia nos permitía tratar y seguir la evolución del paciente.

Por último,la salud comunitaria, que junto a la medicina del individuo y de la familia es la tercera pata de nuestra especialidad, que ha estado olvidada durante mucho tiempo y que es necesario poner en el lugar primordial que le corresponde

¿Las zonas rurales están en mejor posición para afrontar este reto?

Las zonas rurales tienen la ventaja de que las consultas no suelen estar tan masificadas y, en general, no han sido tan gravemente afectadas como las zonas urbanas y eso puede ayudar en este sentido, pero en muchos núcleos de población en el medio rural no está implantada la cita previa lo que sería un inconveniente a la hora de evitar la concurrencia de un elevado número de pacientes en la sala de espera.

Es necesario implantar un sistema de cita previa fácil, accesible y adaptada a la población del ámbito rural, que en muchos casos tiene una edad elevada, con limitaciones sensoriales y de acceso a las nuevas tecnologías.

España tiene el porcentaje de sanitarios contagiados más alto del entorno ¿Puede ser este uno de los grandes desafíos de esta etapa? ¿Cómo se debe abordar?

Sin duda la falta de protección de los profesionales sanitarios ha sido una de las causas de que un alto porcentaje de los contagiados hayan sido los profesionales sanitarios, esto unido a la falta de test suficientes para diagnosticar a los sintomáticos de forma rápida y sus contactos ha provocado que muchos de ellos hayan estado siendo un vector de contagio para sus compañeros y para los pacientes.

La consecuencia más importante es la perdida durante tiempo de unos profesionales que en Atención Primaria eran especialmente escasos para continuar trabajando contra la pandemia. Pero la peor consecuencia ha sido el fallecimiento de muchos compañeros, aunque no hay datos oficiales aún, parece que son más de sesenta, de ellos más de cuarenta médicos y demasiados de Atención Primaria, posiblemente más de la mitad. Es urgente disponer de datos oficiales, por categoría y ámbito de trabajo tanto de los miles y miles de contagiados como de los muchos fallecidos.

Poco a poco se van reincorporando y si además las administraciones ofrecen contratos atractivos y al menos hasta final de año a todos los MIR que ahora terminan y a los de años anteriores que aún están con contratos precarios, Atención Primaria podrá hacer frente al desafío que ahora se presenta, que es seguir trabajando para hacer la inmensa labor ordinaria con los pacientes y además diagnosticando a los nuevos covid-19, controlando en su domicilio los leves, derivar los que necesiten tratamiento en el hospital, que son la minoría, controlar y diagnosticar los contactos y hacer seguimiento de los que vuelven de alta desde el hospital.

Para esta labor es imprescindible, como venimos demandando desde el principio, medidas y medios de protección adecuados así como acceso rápido y sin trabas a los test diagnósticos que deben ser de una calidad aceptable y contrastada, por desgracia no siempre ha sido así hasta ahora.

Con refuerzo de plantilla, material de protección adecuado y suficiente y test diagnósticos desde Atención Primaria se podrá controlar esta pandemia evitando que los hospitales puedan colapsar ante un posible rebrote al mantener controlados a la inmensa mayoría de los pacientes que con síntomas leves o asintomáticos no necesitan tratamiento en el hospital y reservar las camas de los hospitales para los pacientes que lo necesitan y muy especialmente las camas de UCI. Con un diagnóstico precoz y una derivación temprana de los pacientes que lo necesiten se acortarán las estancias en el hospital y se minimizarán los ingresos en UCI.

¿Qué factores son clave para poder vigilar el virus y retomar la actividad programada con éxito?

Son imprescindibles, como ya hemos dicho antes, disponer de una plantilla adecuada, de la Atención Primaria no disponía antes de esta pandemia por los tremendo recortes que ha sufrido, disponer de material de protección adecuado y suficiente y de los test diagnósticos de los que por desgracia no ha dispuesto durante todo este tiempo y que hubiera ayudado a controlar a los pacientes leves, a los asintomáticos y lo que es más importante a los contactos para descartar o confirmar si están infectados.

La actividad programada, que se ha continuado haciendo, aunque con menor actividad presencial y más control telefónico, se continuará haciendo, utilizando cuando sea posible el contacto telefónico y cuando sea necesario la actividad presencial con las medidas adecuadas para evitar en lo posible que un control del paciente suponga un riesgo para el mismo, utilizando circuitos adecuados.

El uso de Apps apropiadas donde se incorporen elestado inmunológicodel usuario, apoyadas por la geolocalización,permitirá en caso de surgir un nuevo caso, contactar con las personas que hayan estado en riesgo y realizar su seguimiento y control. Las nuevas tecnologías deben tener un papel fundamental en esta etapa respetando en todo caso el derecho a la intimidad de laspersonas.

¿Existe acuerdo en la estrategia a seguir en todas las Comunidades Autónomas?

Sería necesario e imprescindible,pero viendo las dificultades que hay a la hora de comunicar los datos sobre la pandemia y las diferentes formas de interpretar los parámetros que publica diariamente el Ministerio, por otro lado muy simples, posiblemente aunque acuerden una estrategia, luego a la hora de implementarla posiblemente existan varias forma distintas.

Sería el momento de que el Consejo Interterritorial llegue a un gran acuerdo de que en España exista un solo SNS con 18 diferentes gestiones en las CCAA, pero cuando se hable de confirmados, sea la misma interpretación en todas las CCAA y cuando se habla de acumulados todas las CCAA ofrezcan datos de acumulados y no alguns datos de prevalencia, que hasta hace unos días no ha sido así.

Igualmente sería el momento de tener a nivel nacional un sistema de Salud Publica común, aunque en cada CCAA la gestión la realicen de forma local, pero los criterios sean comunes y la coordinación desde el Ministerio.

¿Puede convertirse esta crisis en la gran oportunidad de replantear el SNS y el papel de la AP dentro del mismo?

Desde luego si en esta ocasión las Administraciones no se han dado cuenta de la importancia de INVERTIR en Atención Primaria como la forma más eficiente de tener un SNS fuerte y capaz de hacer frente a una pandemia como esta y las que puedan venir en el futuro, lo pagaremos con muchas vidas en la próxima. Evidentemente hay que tener camas suficientes en los hospitales y en las UCIS, pero la base tiene que ser una Atención Primaria con plantilla suficiente, medios de protección adecuados y suficientes y acceso a pruebas diagnósticas.

Viendo que hacen mención a camas de hospitalización y UCI sin nombrar como prioritario Atención Primaria parece que no han aprendido y quieren construir un hospital en el fondo del precipicio para los que caen en lugar de construir una barandilla (Atención Primaria) para que caigan los menos posibles desde el precipicio al vacío.

Estamos de acuerdo en que esta crisis puede y debe llegar a convertirse en una gran oportunidad de replantear el papel de la AP dentro del SNS y que se desarrolle plenamente el decálogo del Foro de AP para qué, por fin,la AP tenga el papel central que le corresponde.

¿Cuál es el sentir general de los profesionales de AP?

El sentir general de los sanitarios es de indignación por la falta de protección, este sentimiento es especialmente preocupante en el caso de los médicos, pues han sido los más afectados proporcionalmente tanto en infectados como en los fallecimientos. Se han sentido abandonados y dejados indefensos, en demasiadas ocasiones ante el virus, con falta de medios, no solo para su protección y en último extremo para la protección de los pacientes, sino medios diagnósticos.

Por último, el colmo es que las administraciones parece que se empeñan en negar esta falta de medios, esta falta de test, hay incluso quien llega a decir que nunca han faltado medios y que si algún paciente no ha sido bien atendido no ha sido por falta de medios sino por decisión del médico y que reclame. Es el colmo de la poca vergüenza y pretende que paguen la mala gestión los profesionales que sin medios de protección, tratamiento y diagnóstico suficientes han tenido que hacer frente a la pandemia dejándose su salud y en demasiados casos su vida.

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