La presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, recibió la medalla de Patrono de Honor de la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial durante el acto de clausura del centenario de la FPSOMC y destacó su orgullo por la ética de la profesión médica y por ser la primera médico en España que preside las Cortes Generales
Ana Pastor resaltó que he sido colegiada en Salamanca, en Coruña y actualmente en Pontevedra y señaló que “lo más importante es que voy a seguir siendo médico hasta mis últimos días”. Por este motivo, incidió en que tiene el honor de ser la primera médico en España que preside las Cortes Generales, «donde reside la soberanía nacional y la representación de los españoles». Comentó que “aquí debemos hacer honor a principios de ética de la profesión médica, tan importante en la vida pública, como la dignidad y el trabajo”. También destacó que la celebración de este acto en una sala que lleva el nombre del ministro de Sanidad Ernest Lluch, que fue asesinado por ETA, “es un orgullo”.
La presidenta del Congreso de los Diputados hizo hincapié en que “hoy celebramos una iniciativa que se puso en marcha hace 100 años», y agradeció a los que «con vuestro trabajo y vuestro empeño, habéis contribuido y seguís contribuyendo a esa obra buena y generosa que merece cumplir muchísimos años más”.
Explicó que “es una gran satisfacción compartir reconocimientos con profesionales de la Medicina tan significados como los que han sido distinguidos en este acto», como la Dra. María Castellano, de la que además de exponer su trayectoria reconoció “su intensa labor en el ámbito de la investigación sobre la violencia doméstica y la atención a las víctimas”.
Aseguró que “desde que hace décadas llamó la atención sobre esta terrible lacra que estamos obligados a erradicar, nuestra homenajeada de hoy ha insistido en la necesidad de reforzar un plan de acción basado en la detección de la violencia en la unidad familiar, en la asistencia a las víctimas, en la intervención sobre el agresor y en medidas preventivas enfocadas, sobre todo, a la formación en la igualdad”.
Del Dr. Ramiro Rivera López, expresidente de la OMC, resaltó su capacidad de liderazgo y de comunicación y su preocupación por conocer y dar voz a los médicos a través de consultas en las que buscó fundamentar las líneas de acción adoptadas por la OMC. Señaló que “especialmente importante fue su papel en el acuerdo sobre el régimen del Sistema Nacional de Salud que quedó recogido en la Ley General de Sanidad de 1986”.
Sobre el Dr. Alberto Berguer Sández, presidente de la OMC entre 1988 y 1990, comentó que “supo continuar esa tradición de activos defensores de los derechos de los médicos que accedían a la gestión desde una postura de consolidado prestigio profesional”
Del Dr. Guillermo Sierra Arredondo, declaró que “se implicó activamente en una reivindicación que, desde el pluralismo político, reclamaba que se contase con los médicos a la hora de tomar decisiones».
Ana Pastor reconoció que “de mi paso por el Ministerio de Sanidad, tengo que destacar y reconocer muy especialmente los valiosos aportes del Dr.Sierra y de la OMC en el desarrollo de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, de la que podemos sentirnos sinceramente satisfechos”.
Del Dr. Isacio Siguero Zurdo, afirmó que «se distinguió por una intensa actividad de representación ante los organismos internacionales; por una defensa constante y decidida de la profesión médica frente al intrusismo, y por el permanente propósito de hacer más fluida la comunicación de la Organización con los profesionales y con los ciudadanos».
Sobre la presidencia del Dr. Rodríguez Sendín expuso que “dejó una profunda huella en la defensa de los valores y de los principios deontológicos de nuestra profesión. A lo largo de estos 8 años, el modelo de asistencia pública universal ha tenido en él un valedor de excepción y un aliado en la promoción del Pacto de Estado por la Sanidad que considero tan necesario y que tantas veces hemos defendido”.
Ana Pastor afirmó que el centenario de la FPSOMC refleja “un siglo de humanidad y de entrega solidaria, cuya historia tiene su origen en una idea luminosa del médico y filántropo asturiano José Pando y Valle; y que en 1917 comenzó su existencia real y efectiva con el Real Decreto que recogía el empeño del presidente de la Unión Médica, el madrileño Dr. Carlos María Cortezo”.
Prosiguió que cien años después, “podemos decir no sólo que aquel proyecto se hizo realidad, sino que su acción ha llegado a tener un alcance verdaderamente admirable”. La presidenta del Congreso quiso terminar con una palabras de la Dra. María Castellano: “somos lo que somos, porque aquello en lo que nos convierte la profesión médica, es lo que somos”.
